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Red de 'Cultivos de uso ilícito BÚSQUEDA |
Bogotá, Agosto 17 de 2000
Señor Presidente de
Colombia
ANDRES PASTRANA
ARANGO
Señor Ministro del
Medio Ambiente
JUAN MAYR MALDONADO
Bogotá, Colombia Respetados señores: Colombia vive hoy uno de los momentos más
críticos en toda su historia como República. Sin embargo ésta puede ser la
oportunidad para que ciudadanos y autoridades estatales desarrollemos en
conjunto un proceso a mediano y largo plazo que privilegie los intereses
comunes de nuestro país y los países vecinos, teniendo en cuenta los cambios
y retos que aceleradamente se producen en el contexto internacional. Es
evidente que las drogas ilegales se constituyen hoy en un problema común que
demanda soluciones eficaces y compartidas siendo a la vez uno de los temas
más sensibles en el ámbito internacional. El componente antinarcóticos del Plan
Colombia, apoyado el pasado 13 de Julio de 2000 por el Congreso de los
Estados Unidos, y avalado por el Presidente Clinton, presenta aspectos que
han generado grandes inquietudes y serios interrogantes tanto en la opinión
publica colombiana como en amplios sectores de la comunidad internacional.
Así mismo en el interior de Colombia, son notorios los cuestionamientos al
Plan por las incongruencias entre las distintas versiones divulgadas por la
Presidencia de la República, el Departamento Nacional de Planeación y la
versión Washintong, denunciadas en el Congreso por los Senadores Orduz y
Betancourt. A pesar de la crítica posición de la
versión colombiana del Plan[1][1] frente a la fallida estratégia de erradicación de
cultivos ilícitos en la década de los años noventa, es preocupante que el
paquete aprobado en Washintong
pretenda la eliminación del 100% de los cultivos en un plazo de cinco años
acudiendo, además de las estrategias conocidas, a la del control biológico
mediante el uso de micoherbicidas (hongos). La llamada estrategia de control
biológico no es mas que una “dispersión de plagas”, con la que no se puede
garantizar selectividad porque los organismos pueden mutar genéticamente y
atacar otras especies, como cultivos alimenticios o plantas silvestres. Las
explicaciones dadas por el Gobierno de Colombia en el Senado el pasado 1° de Agosto no son
satisfactorias para la opinión pública y han dejado la sensación de grandes
diferencias entre las agendas de Washintong
y la del Gobierno Nacional acerca de la estrategia antinarcóticos. La preocupación surge sobre todo si se
tienen en cuenta los condicionamientos formulados por el Congreso de los
Estados Unidos los cuales fueron incorporados como parte del cumplimiento de
requisitos en materia de derechos humanos para garantizar la transferencia
de los recursos aprobados. En efecto dice así el punto D de esas
condiciones: “El gobierno de Colombia está de acuerdo en implementar una
estrategia para eliminar la producción total de coca y opio de amapola para
el 2005 a través de una combinación de programas de desarrollo alternativo;
erradicación manual; aspersión aérea de herbicidadas químicos; prueba de micoherbicidas ambientalmente seguros y la destrucción de laboratorios para
el procesamiento de narcóticos ilegales en territorio colombiano”[2][2]. Ningún país ha sido asolado por el
narcotráfico como Colombia. El incremento de los impactos de violencia y la
promoción de subculturas construidas sobre la búsqueda del enriquecimiento
fácil, la brutal depredación de nuestros bosques y selvas tropicales, la
distorsión perversa de nuestra economía son algunos de los inmensos daños
que el narcotráfico ha provocado a una nación en proceso de formación. Nos
urge entonces, encontrar maneras creativas de enfrentar el narcotráfico en
un marco de corresponsabilidad internacional, apelando a medios compatibles
con el respeto a la vida y al medio ambiente. Desde hace varios años, con el patrocinio
del Gobierno de los Estados Unidos, el Programa de las Naciones Unidas para
la fiscalización de las Drogas (UNDCP) viene desarrollando el Programa SCOPE
(Estrategias para la erradicación de coca y amapola), particularmente
enfocado a la aplicación del “control biológico” como herramienta de
erradicación de cultivos de amapola en Uzbekistán a la vez que propende
porque Colombia sea el eje experimental para el uso de agentes biológicos en
la erradicación de cultivos de coca en la Región Andina. Sabemos que la
primera etapa de la aplicación de dicha herramienta está precedida de un
convenio entre el país respectivo y las Naciones Unidas (UNDCP) para la experimentación de
“agentes biológicos”. En la actualidad, según las versiones del Departamento
de Estado de los EEUU y del Embajador de los EEUU en Colombia, la
suscripción de un acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las Naciones
Unidas (UNDCP) representa el primer paso para la aplicación del Plan
Colombia en la versión Washintong. Como ustedes, Señor Presidente de la
República y Señor Ministro del Medio Ambiente saben, el anteproyecto de la
UNDCP preparado en Viena en 1999 aludía de forma directa al control
biológico utilizando una forma
especial del hongo Fusarium oxysporum
como objeto de experimentación en territorio colombiano, como antesala para
la utilización en amplia escala del mismo en la erradicación de cultivos
ilícitos. El proyecto señalaba un inmenso interés de las autoridades
colombianas en el uso de ese hongo. Teniendo como antecedente el rechazo , en 1999, de un proyecto
similar diseñado por las autoridades antinarcóticos de EEUU para erradicar
los cultivos de marihuana en los everglades en el Estado de Florida, debido
a los riesgos de mutabilidad y liberación de micotoxinas, potencialmente
dañinas, para los ecosistemas y la salud humana y animal; el proyecto de
UNDCP para Colombia, en su primera versión, fue denunciado por diferentes
organizaciones ambientales internacionales como atentario contra la salud
humana y la biodiversidad. Por ello el UNDCP y el Gobierno de los
Estados Unidos, tuvieron la necesidad, de modificar el acuerdo de manera
expedita para presentarlo ante la opinión pública internacional como una
iniciativa del Gobierno Colombiano. Aunque de acuerdo con sus declaraciones
públicas, ustedes aparentemente se han opuesto a la versión original del
acuerdo con el UNDCP, particularmente al uso del
Fusarium Oxysporum, bajo la
responsabilidad del Ministerio del Medio Ambiente, el Instituto Amazónico de
Investigaciones Científicas SINCHI y el Instituto de Investigación de
Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt prepararon el proyecto “Formas
Alternativas, Integrales y Productivas de Protección a la Biodiversidad en
las Zonas afectadas por Cultivos de Coca y su Erradicación” la versión del
proyecto de julio del 2000, diseña en principio para darle comienzo en el
mes de agosto establece como primer componente la “Identificación de
mecanismos biológicos ambientalmente seguros para la erradicación de
cultivos de Erythroxylum coca”[3][3] , la cual incluye la investigación sobre
agentes biológicos nativos, no por ello menos nefasto, si se tiene en cuenta
que en Colombia existen especies como el D-437, originarios del Cauca, que
es catalogado por los científicos como altamente peligroso. Con esta posición asumida por el
Ministerio del Medio Ambiente se da un primer paso para la introducción, en
Colombia, de agentes patógenos irresponsablemente llamados control biológico
y se libera al Gobierno Norteamericano de eventuales violaciones al tratado
Internacional de Armas Biológicas y Tóxicas. Examinando las declaraciones públicas por
parte del Ministerio del Medio Ambiente, no encontramos argumentaciones
sensatas que nos permitan a los habitantes de toda la Región Andinoamazónica
tener la certeza de que las autoridades colombianas están tomando las
decisiones correctas en interés de un área que por su compleja biodiversidad
hace parte del patrimonio de la humanidad. Las dudas acerca de los riesgos en la
salud pública, la seguridad alimentaria y el ambiente por parte de miembros
de la comunidad científica y ambiental nacional e internacional, así como la
ausencia de participación de la comunidad en las decisiones que la afectan,
nos lleva a exigirles de manera firme y categórica, a ustedes Señor
Presidente de la República y Señor Ministro del Medio Ambiente, a
comprometerse oficialmente con nosotros los colombianos a no desarrollar
ningún tipo de investigaciones
y/o experimentaciones sobre agentes biológicos o químicos de erradicación de
cultivos ilícitos en nuestro territorio. La erradicación manual concertada con las
comunidades es el único método seguro socioeconómico y ambiental, que no
deslegitima al estado social de
derecho y que genera procesos de participación ciudadana en propósitos
comunes. Por tales razones exigimos se respete el ordenamiento jurídico
vigente nacional e internacional, así como los convenios internacionales
ratificados por el estado colombiano . Los instamos a aplicar el principio
de prevención en el sentido de “prevenir” la siembra de cultivos ilícitos trabajando sobre las causas con
inversión social y apoyo a proyectos alternativos integrales, que aprovechen
racionalmente la biodiveridad y que permitan generar ingresos distintos a la
economía ilegal de las drogas. Con este método se evitarían eventualmente
impactos de orden socioeconómico, ambiental y de conflicto interno con los
países que hacen parte de la Cuenca Amazónica. Es su deber, doctor Andrés Pastrana en su
calidad de Presidente de Colombia, y doctor Juan Mayr primera autoridad
ambiental del país y Presidente de la Comisión de Desarrollo Sostenible de
Naciones Unidas, evitar el uso de armas o “agentes” biológicos sean éstos
extranjeros o nativos, así como sustancias agrotóxicas en el contexto de la
guerra contra el narcotráfico y la subversión, las cuales ocasionarán una
catástrofe irreversible y sin precedentes, que tendrá implicaciones nefastas
dentro de un espacio de vida para las presentes y futuras generaciones. Atentamente, Con copia a: Redes Movimiento del Agua Señor Presidente del Ecuador Gustavo
Novoa Señor Presidente de Perú Alberto Fujimori Señor Presidente de Venezuela Hugo Chavez Señor Presidente de Brasil Fernando
Enrique Cardozo Señor Presidente de Bolivia Hugo Banzer Señor Presidente de Argentina Antonio de
la Rua
RAFAEL ORDUZ MEDINA
Senador de la República
[1][1]
Plan Colombia - Fortalecimiento Institucional y Desarrollo Social
2000 - 2002, Presidencia de la República, Departamento Nacional de
Planeación.
[2][2]
Ley HR4425 (capitulo 2 sección 3201) condiciones de asistencia para
Colombia. Firmada julio 13 de 2000
[3][3]
Formas Alternativas, Integrales y Productivas de Protección de la
Biodiversidad en las Zonas afectadas por Cultivos de Coca y su
Erradicación “, Julio 2000, P.10
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