|
Duros con los débiles y débiles frente a los duros
Cuando la doctora Kertzman Yankelevich se ubicó en favor de una
empresa multinacional papelera y anunció públicamente
que grabaría con impuestos a los libros y a los textos escolares
y a los cuadernos para los estudiantes, el comentarista Isidro Rodríguez
escribió en El Faro:
“Como
lo dijo públicamente, para ella es lo mismo un libro que un kilo
de papas”.
Y María Mercedes Carranza en Semana:
“Es
evidente que la señora Kertzman no distingue entre un libro y un
pollo, pues se refiere a la industria editorial como a quienes venden pollos
y gallinas, ignorando, por ejemplo, lo que representan las revistas culturales
para una sociedad, o un libro para las escuelas.
“Por
eso, cuando ella habla de libros lo hace con los argumentos propios de
quienes padecen de ese subdesarrollo mental que tiene sumido al país
en el subdesarrollo económico”.
Sí,
ajiaco con papa igual libro. Sancocho de gallina igual texto escolar. Desde
luego. Pero nueve meses antes de que desaparecieran ante sus ojos los miles
de millones de pesos de los contribuyentes colombianos, voces oficiales
le habían advertido en forma insistente:
---
Se van a perder millones y millones de pesos de la gente que paga impuestos
y usted continúa permitiendo que el dinero siga siendo depositado
en un par de bancos en quiebra. Ojo que todo ese dinero se lo van a quedar
los del Banco del Pacífico y los del Banco Andino.
Y se
lo quedaron gracias a una de las pescas milagrosas mejor organizads
dentro del Estado colombiano:
El Banco
del Pacífico y el Banco Andino eran de estadounidenses, ecuatorianos
y algunos colombianos. El presidente del Banco del Pacífico fue
nombrado embajador de Colombia en Washington. El gerente de la firma estadounidense
que controlaba al banco, Ministro de Defensa Nacional. Uno de los socios
de la firma que controlaba el banco ascendió al cargo de Gran Comisionado
de Paz de la Presidencia de la República. Otro a Secretario Privado
del Presidente de la República.
La Superintendente
Bancaria, encargada por el Presidente de la República de controlar
al Banco del Pacífico y al Banco Andino era socia de uno de los
directivos del Banco Andino.
Cuando el país comprobó que en los dos bancos habían desaparecido quinientos mil millones de pesos de sus impuestos (pesos de hoy), alguien calentó a la doctora de los Impuestos y a la doctora de la Superintendencia con un viejo cuento colombiano: dentro de sus oficinas había elefantes, pero ellas fueron las únicas que no los vieron.
No obstante,
como en Colombia la ley de la gravedad opera en sentido contrario, los
altos funcionarios del gobierno caen hacia arriba luego de esta clase de
actuaciones. Por eso, la dama con tono y voz de niña fue nombrada
ministra de salud, y la de la figura viscosa y los perros de presa, embajadora
en el Canadá.
El comienzo
de esta historia que aun no ha terminado, es que el Banco del Pacífico
y el Banco Andino recaudaban una parte de los dineros correspondientes
a los impuestos nacionales. Un convenio con el gobierno decía que
como contraprestación, podían mantener esos recursos durante
veinte días, al cabo de los cuales los entregarían a la Dirección
del Tesoro Nacional.
No resultó
así y el gran negocio ---para los Bancos, desde luego--- se
acabó el 20 de mayo de 1999 con una algarabía que la prensa
se apresuró a silenciar.
Pero
el negocio terminó tarde, muy tarde para el país, porque
nueve meses antes, en septiembre, octubre y noviembre de 1998, Gloria Inés
Cortés Arango, directora del Tesoro Nacional le reclamó a
los bancos diferencias en las consignaciones de recaudo al Estado colombiano,
síntoma de que algo andaba mal en sus finanzas, y tanto el Ministro
de Hacienda Juan Camilo Restrepo, como la doctora Sara Ordoñez,
Superintendente Bancaria y como la doctora Fanny Kertzman, Directora de
Impuestos y Aduanas fueron informados. Ellos lo supieron a tiempo, pero
no actuaron como deberían haberlo hecho, según documentos
en, por lo menos, tres de los cuatro expedientes de investigaciones, una
fiscal, otra disciplinaria, otra política y una cuarta penal, todavía
vigentes pero olvidadas.
En octubre
de 1998 ---siete meses antes de que los bancos coronaran su pesca milagrosa---
en un informe interno de la Superintendencia Bancaria llamado Documento
No. 8, relativo a Inspección, diagnóstico y proyecciones
del Banco , la firma A. de Juan y Asociados le informa a la
doctora Sara Ordoñez:
“La
situación del banco en términos de Patrimonio y de resultados
es muy grave”.
En un
informe interno de la Contraloría, (agosto 17 del Dos Mil Uno),
un analista le dice al Contralor General:
“A pesar
de las advertencias sobre su delicada situación patrimonial,
la Directora de Impuestos y Aduanas, Fanny Kertzman hizo todo lo contrario
y amplio el plazo para consignar en el Banco Andino”.
Pero
como si aquello no fuera poco, “La doctora Fanny Kertzman le expresó
a directivos del Banco Andino su despreocupación por la mora en
la consignación de los recaudos, por cuanto Impuestos y Aduanas
se estaba beneficiando con los intereses de mora que percibía. Y,
además, ella dijo que ese era un problema del Tesoro Nacional”,
según lo declararon ante la Fiscalía, Gregorio Alfredo Obregón
Rubiano presidente de la Junta Directiva y Mario Yépez López,
Vicepresidente Financiero del Banco Andino.
Luego
de que coronaran la pesca milagrosa, la Contraloría anota en su
investigación preliminar: “El Banco en liquidación, advirtió
que no reconocerá intereses moratorios en ningún caso”. De
eso se trataba. Quienes debían pagar eran los bolsillos anémicos
de los colombianos.
En diciembre
de 1988, la Contraloría General de la República intervino
en Impuestos Nacionales y en el Ministerio de Hacienda y en un informe
le dijo al Ministro Juan Camilo Restrepo y a la jefe de Impuestos lo mismo
que les venía diciendo cuatro meses atrás la directora del
Tesoro: ustedes están permitiendo que esos dos bancos recauden dinero
del público, pero ambos están mostrando una clara insolvencia
en este momento. Cuidado. Revisen la situación.
La Contraloría
percibía que en los dos bancos había falta de liquidez y
que su solvencia era el bolsillo de los contribuyentes colombianos, dicen
los investigadores. Sospecha confirmada por ellos dos años más
tarde, 17 de agosto del Dos Mil Uno, cuando anotan en un informe interno
para el Contralor:
“El
Banco del Pacifico tenía problemas de liquidez, desde por lo menos
el año 98, y por ello acudió como salida, al recaudo
de impuestos nacionales y tributos aduaneros”.
Un nuevo
campanazo se escuchó el 12 de enero de 1999 cuando la directora
del Tesoro Nacional volvió a reclamarle a los bancos por sus demoras
y por no entregarle al Tesoro todo lo que ya le debían.
El 17
de marzo la directora del Tesoro Nacional le pide por quinta vez explicaciones
a los bancos sobre el incumplimiento reiterado con los plazos para entregarle
al Estado el dinero de los impuestos recaudados por ellos y como siempre
le envía copias al Ministro de Hacienda, a la doctora de los perros
y a la de la voz y entonación de niña.
Pero,
además, ese mismo día la Directora del Tesoro le pide a los
mismos funcionarios que le cancelen a los bancos la autorización
para recaudar impuestos y recibir declaraciones de renta.
Unos
días después, el mismo marzo, el Tesoro reclamó nuevamente
por incumplimiento reiterado y le dijo a los bancos que estaban cometiendo
“una falta grave”. Ese mismo día volvió a incomodar al señor
Ministro, a la doctora Sara Ordoñez y a la doctora Fanny Kertzman,
pero ahora iba más allá: les dijo que era necesario, ahora
sí, que le cancelaran el negocio a los bancos.
Silencio del
señor Ministro y de las doctoras.
Quince de
abril. Nueva reclamación del Tesoro Nacional a los
Bancos, y como ya era recurrente,
y normal, y “cansón” como dicen en Antioquia, se les da pronta información
al ministro Juan Camilo Restrepo, a la doctora Kertzman y a la doctora
Sara Ordoñez.
Diez
de mayo. Nuevamente la directora del Tesoro reclama ante los bancos y le
recuerda por enésima vez al ministro Juan Camilo Restrepo que él
es el único que puede ponerle punto final al convenio. A la doctora
Kertzman Yankelevich le informa, por enésima vez, que resulta
fatal para el Estado que los bancos continúen con la autorización
para recaudar impuestos y recibir declaraciones de renta, repitiéndole
que debe tomar medidas rigurosas en favor del dinero de los colombianos.
A la doctora Sara Ordoñez le notifica por enésima vez que
el mismo elefante de hacía tres trimestres seguía moviéndose
dentro de su despacho, pero ella continuó sin advertirlo.
El Ministro
de Hacienda y la doctora Sara Ordoñez y la doctora Kertzman tampoco
tomaron por enésima vez las medidas de rigor. Según documentos
en poder de la Contraloría General de la República, se limitaron
a enviarle cartas a los bancos preguntándoles qué estaba
sucediendo.
Tres
días antes de que por fin el Ministro y las doctoras fueran abocados
a cortarle el chorro a los bancos, ocurrió algo aún más
sorprendente: las consignaciones se dispararon en forma inusual.
Según
un análisis de la Contraloría General de la República,
hasta entonces el promedio de captación de impuestos había
sido “normal”, pero una vez se conoció en medios del alto gobierno
que los bancos serían intervenidos, ese promedio se disparó
de 2 mil a 25 mil millones de pesos diarios, en promedio.
Los
documentos oficiales señalan que solamente en el Banco del Pacífico,
el día 17 de mayo fueron captados 57 mil millones de pesos, suma
superior a la de cualquier banco.
El 18
y el 19, 11 mil millones.
El 20
de mayo, cuando por fin la Superintendente Bancaria profirió
un acta administrativa para intervenir,
el del Pacífico captó 33 mil millones.
Según
otro informe de la Contraloría, entre la cancelación del
Convenio para recaudar y la intervención de la Superitendente en
los bancos, transcurrieron dos días. “Esa demora de la doctora Sara
Ordoñez le costó al país 44 mil millones de pesos,
solo en el Pacífico”, subraya uno de los investigadores.
El mismo
documento anota algo aún más contundente sobre ésta
pesca milagrosa:
“Los
directivos del Banco del Pacífico y del Banco Andino supieron desde
el 17 de mayo, tres días antes de ser intervenidos, que al día
siguiente les podrían estar notificando la resolución de
suspensión del convenio de recaudo, ya que la misma doctora Fanny
Kertzman se lo avisó a ellos.”
En esos
cuatro días ---dice también el análisis citado---,
el recaudo de impuestos solo en el Banco creció en un 700 por ciento
frente al mismo periodo anterior. La captación en marzo abril y
mayo de la vigencia pasada había sido de 23 mil millones. Ahora
ascendía a 217 mil millones.
“Un
fenómeno notorio, evidente y a la vez extraño”, dice uno
de los investigadores de la Contraloría y luego se pregunta:
“Pero,
por otro lado, ¿quién dentro del gobierno, informado con
anticipación sobre la inminente intervención de los dos bancos,
le dio orden a las entidades y a las empresas del Estado de consignar allí
sus impuestos en masa? Alguien del alto gobierno tuvo que haberlo hecho.
La pregunta es: ¿Quién o quienes? ¿Quién o
quienes movían estos hilos sin que se vieran sus manos? Esa debería
ser materia clave dentro de la investigación penal”.
Por
otro lado, los investigadores de la Contraloría establecieron que,
“A la fecha de su intervención (20 de mayo/99) solamente el Banco
Andino tenía captados por impuestos y tributos aduaneros del Estado
Colombiano, 112 mil millones de pesos.
Ese
día el dólar se cotizaba en Colombia a 1.600 pesos.
Una
vez cauterizada aquella arteria, los dineros de los impuestos no pudieron
ser recuperados, puesto que empezaron a formar parte del acerbo de la liquidación.
En las
investigaciones previas figuraron como responsables, el Ministro de Hacienda
Juan Camilo Restrepo y la doctora Fanny Kerztman, pero en un análisis
realizado tres meses después, el 17 de agosto del año Dos
Mil Uno, la Contraloría General de la República anotó:
“Desde
un año antes de haber sido intervenidos, la Superintendencia Bancaria
tenía conocimiento de la iliquidez de los bancos del Pacífico
y Andino, que sobrevivían con los dineros recaudados por concepto
de impuestos y aduanas”.
El Banco
del Pacífico era ecuatoriano, pero quien tenía allí
el poder se llama WestSphere, una firma estadounidense que ahora se sabe,
es el epicentro de la desaparición de los impuestos que pagaron
los colombianos en esta rapiña todavía vigente pero silenciada.
Por ella nadie ha sido llamado a responder formalmente, la justicia penal
no ha responsabilizado a nadie, nadie ha sido sancionado. Hoy los colombianos
continúan sufriendo las consecuencias de esta pesca milagrosa y
están frente a la amenaza de perder nuevas sumas de miles de millones.
Sin embargo, quienes debían actuar guardan silencio.
La trama
de esta comedia quedó al descubierto en el año Dos Mil Uno
cuando una juez de la Florida le dijo, no, al Estado Colombiano que había
realizado allí una estrategia ---dudosa como el resto de esta historia---para
simular que trataba de recuperar algo más de3 cien millones de dólares
de sus impuestos. Hoy aquí, la suma equivale a unos 300 mil millones
de pesos perdidos solo en el Banco Pacífico. Es decir, un
hospital de tercer nivel en un país con 27 millones de indigentes
que deben morir en las calles.
A través
de la jefe de Impuestos y Aduanas, Fanny Kerstman, el Estado le anticipó
dos millones y medio de dólares a la firma de abogados White
and Case, de Miami. Finalidad, demandar al Banco Andino. Solamente
al Andino. No actuaron contra el Banco del Pacífico, a pesar de
que en ambos se habían perdido los dineros de los impuestos.
Según
la investigadora Consuelo Ahumada en su libro Cuatro años a bordo
de mí mismo, “En una decisión sin antecedentes en la
historia del país, la funcionaria viajó a Miami en septiembre
de 1999 y contrató a una prestigiosa firma de abogados... Kertzman
les anticipó dos millones y medio de dólares de los cinco
que le cobraron los abogados.
“Finalmente,
lo más irónico de todo es que Nicolás Landes directivo
del banco y autoexiliado en Miami, contrademandó a Colombia por
100 millones de dólares, alegando que su honra y su buen nombre
habían sido afectados en los Estados Unidos debido a las acciones
judiciales emprendidas en su contra”. En noviembre del 2002 una Corte rechazó
su demanda.
La “Operación
Andino” le ha costado a los colombianos solo en el último capítulo,
7 mil millones de pesos de enero del año Dos Mil Tres ---mil escuelas
para mil niños cada una: un millón de seres rescatados de
la ignorancia en un país de ignorantes donde la gente muere por
esta causa.
A finales
del año 2002 el Estado perdió el juicio ante la Corte de
Apelaciones de Atlanta por demandar sin pruebas. En el Banco Andino se
habían desaparecido 210 mil millones de pesos de hoy.
Razón:
el Banco Andino no tenía ninguna sucursal en los Estados Unidos,
ni es posible demostrar que hubo un solo dólar de las arcas de aquel
país dentro del problema de ese Banco.
A quien
debería haber demandado el Estado colombiano en Miami era al Banco
del Pacífico que se benefició de la Overseas Private
Investmen Corporation, Opic, a través del fondo WestSphere que
había captado, entre otros, 100 millones de dólares entregados
por el gobierno Clinton.
Opic
es una agencia federal publica que ayuda a compañías estadounidenses
a invertir en países en desarrollo. Pero además, WestSphere
era socio del banco y a la vez representante de un fondo de pensionados
de los Estados Unidos; el Pacífico tenía allí una
sucursal en la cual recibía ahorro de los Estados Unidos y finalmente,
de esa sucursal habían salido préstamos a empresas de WestSphere,
una organización estadounidense.
Pero, ¡Bingo!
La firma de abogados White
and Case representa a su vez a la WestSphere, accionista del Banco
del Pacífico.
A raíz
de registros de prensa en los Estados Unidos sobre el descalabro de la
demanda ---transcritos con timidez por los medios locales---, los
congresistas Gustavo Petro y Hernando Carvalho promovieron un debate en
la Cámara de Representantes. Ellos aportaron pruebas de los cargos
hechos a lo largo de la controversia, a excepción de aquellas mediante
las cuales es posible identificar a los responsables de operaciones en
el sistema bancario de las Islas Cayman, señaladas en el mundo como
paraíso fiscal.
Esos
documentos, textos del debate publicados en el Diario Oficial, el acervo
de la Contraloría General de la República y grabaciones oficiales
realizadas por el Congreso, son las principales fuentes de información
en que está basado este capítulo.
“En
el momento del debate, Juan Camilo Restrepo se encontraba en Francia como
embajador, después de haber puesto en marcha la más drástica
cascada de impuestos de la historia hasta ese momento”, señala Consuelo
Ahumada en su libro Cuatro años a bordo de sí mismo.
Voces
del debate, transcritas de documentos y grabaciones oficiales:
La historia
del Banco del Pacífico en sus últimos años ---habla
el congresista Petro en la Comisión Tercera de la Cámara----comienza
con la muerte del fundador cuando algunos fondos de pensiones del hemisferio
norte, especialmente alemanes y estadounidenses, comenzaron a invertir
en América Latina. En ese momento el Banco del Pacífico se
convirtió en representante del WestSphere, un fondo estadounidense.
Por
hacer inversiones en América Latina, esa organización recibe
dineros del presupuesto de Estados Unidos a través de una agencia
pública, la Opic que tiene que ver con la protección
de inversiones.
Una
de las sucursales de WestSphere en América Latina creada dentro
de sus planes fue la de Colombia, algunos de cuyos socios son:
Jacob
Bibliowicz, importante financista de la campaña del presidente Andrés
Pastrana.
El doctor
Luis Alberto Moreno, un ciudadano colombo-estadounidense que más
tarde sería enviado a Washington como embajador de Colombia y ratificado
en su cargo cuatro años después por el gobierno de Uribe
Vélez.
El doctor
Moreno nació en Filadelfia. Se recibió
en negocios y economía en la Universidad de La Florida en 1975,
y estudios de gerencia internacional en Thunderbird en 1977. Fue socio
minoritario de WestSphere Andino ---un fondo de 230 millones de dólares---
y aunque en el debate lo negó con grandes voces y grandes ademanes,
los congresistas exhibieron documentos que demostraban lo contrario,
ante la risotada de las barras.
El doctor
Luis Fernando Ramírez, distinguido con el cargo de Ministro de Defensa
Nacional. Cuando lo nombraron, ocupaba el puesto de del gerente de WestSphere
en Colombia y era socio del Banco del Pacífico. Pero con el fin
de que nadie dudara de su honorabilidad, renunció antes de dedicarse
a trazar las grandes estrategias de Estado en el campo de la defensa.
El doctor
Camilo Gómez, quien ocupó el cargo de Gran Comisionado de
Paz del gobierno.
El doctor
Gabriel Mesa, suplente de la Junta Directiva de WestSphere fue nombrado
Secretario Privado del Presidente Pastrana.
La dueña
de la oficina que ellos ocuparon como WestSphere, Carrera Séptima
número 71-21 oficina 702, de Bogotá, era la doctora Sara
Ordoñez, a quien el presidente Pastrana ubicó como Superintendente
Bancaria. Su función consiste en vigilar a los bancos que operan
en el país.
La doctora
Sara Ordoñez fue miembro del Banco Andino y a la vez tesorera
de la campaña del Ministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo como
precandidato a la Presidencia de la República en 1988. Dos cargos
absolutamente compatibles. Nada anormal. El doctor Juan Camilo Restrepo
recibió aportes del Banco Andino para su campaña. Nada anormal.
Luego,
Francisco Estupiñán uno de los directivos del Banco Andino
fue nombrado viceministro de Hacienda por el ministro Restrepo. Como complemento,
la doctora Sara Ordoñez lo hizo parte integrante del Concejo de
asesores de la Superintendencia Bancaria, ya se dijo, encargada de controlar
al Banco Andino y al Banco del Pacífico.
Salomón
Kassin Tesone, banquero de inversión, 52 años, era miembro
de Andino Capital Markets, fondo de inversiones del Banco Andino.
Quien
debía vigilarlo como Superintendente era la doctora Sara Ordoñez.
Pero la doctora Sara Ordoñez era su socia en una agencia, medio
de publicidad, medio de manejo de imagen, medio de comunicaciones, llamada
Sanchiz y Asociados.
No se
sabe realmente donde funcionó la empresa porque el 20 de abril de
1988 cuando firmaron la escritura de constitución 1485 en la notaría
35 de Bogotá, sus socios no protocolizaron ninguna dirección
de domicilio.
Tampoco
lo hicieron el 17 de junio en la Cámara de Comercio, cuando se matricularon
bajo el número 638406 del libro 9.
Según ese documento, la junta directiva estaba conformada por José
Luís Sanchiz, Salomón Kassin Tesone y Rodrigo Puyo Vasco.
La
primera suplente era la doctora Sara Ordoñez, Cédula de Ciudadanía
41´375.590.
En
1997 el ex ministro de Hacienda Juan Manuel Santos denunció al señor
Kassin Tesone en su columna de El Tiempo, acusándolo de haber utilizado
testaferros para que la Electric City Fund Inc se quedara con TermoCartagena.
Moisés
Jacobo Bibliowicz era un viejo cliente del Banco del Pacífico, había
recibido pequeños créditos a través de numerosas empresas
que iba conformando, la mayoría de ellas con sucursales en paraísos
fiscales. Pero no pagaba. Se endeudaba cada vez más con el banco.
Según
archivos, el 4 de diciembre de 1998 le debía al
Banco 2.458 millones de pesos, suma que canceló tres meses después
de lo pactado, con el producto de otro préstamo por 2.200 millones.
Y cubrió un sobregiro por 1610 millones de pesos.
Estando
en aquello de abrir un hueco para tapar otro,alguien lo catapultó
como miembro de la Junta Directiva del Banco del Pacífico Colombia.
Luego lo nombraron en la del Ecuador.
WestSphere
Colombia se transformó en WestSphere Andina y amplió su espectro
a los países de la región.
Hallándose
Bibliowicz en la junta directiva del Banco del Pacífico Ecuador,
Westphere compró el diez por ciento de las acciones de la matriz
del Banco en ese país. El fondo de pensiones estadounidense lograba
así el control administrativo de la institución. Una vez
con la sartén en la mano nombraron como presidente de la Junta directiva
del Banco del Pacífico Ecuador al doctor Luis Alberto Moreno.
Ubicado
en aquella posición, el doctor Moreno firmó un contrato que
no registró en los estados contables, por lo cual hoy tiene pendiente
un proceso penal en Ecuador. Se trata de una cláusula de garantía
que obliga a la casa matriz del Banco a responder por cualquier pérdida
patrimonial que se presente en sus sucursales, desde luego, incluida la
de Colombia.
De acuerdo
con las leyes, aquel documento debería haber sido registrado, pues
se trata de una cuenta contingente, una nota contable, tenida en cuenta
en los estudios de los balances. No se hizo así.
Pero,
¿Por qué WestSphere buscó controlar al Banco del Pacífico?
Sencillamente porque desde allí controlaba a sus sucursales: a la
de Colombia, la más pequeña de todas, a la de Panamá...
A la de Miami.
En Miami
el doctor Ricardo Moreno ---hermano del embajador en Washington, Luis Alberto
Moreno---, fue vicepresidente financiero del Pacific National Bank, hasta
cuando éste se acabó luego de haber desaparecido miles de
millones de pesos de los contribuyentes colombianos.
Según
TheNew
Herald de Miami y El Tiempo de Bogotá, junio 25 del 2001,
el Banco Andino fue saqueado por Nicolás Landes de acuerdo con la
demanda presentada por el Estado colombiano. El banquero ecuatoriano afirmó
durante su defensa, que en 1994 el doctor Luis Alberto Moreno estuvo varias
veces en su lujosa mansión de Miami junto con el doctor Andrés
Pastrana, cuyo gobierno se abstuvo de demandar a la filial del banco del
Pacífico en Miami.
Luego
confirmó que algunos socios de WestSphere, firma que controlaba
al Banco del Pacífico, fueron homenajeados por el presidente Andrés
Pastrana en la Casa de Huéspedes Ilustres de Cartagena de Indias.
Pero
hablando de los negocios de los amigos del presidente Pastrana en la Comisión
Tercera de la Cámara, un salón del quinto piso ocupado por
congresistas y periodistas, y dos plantas y un par de pasillos atestados
de público, televisión en vivo y en directo, micrófonos
de las estaciones de radio, el congresista Petro se preguntó: ¿Qué
hacían Luis Alberto Moreno y Moisés Jacobo Bibliowicz?
En mi
opinión ---respondió él mismo--- y según nuestra
investigación, ellos se dedicaban a hacer autopréstamos para
WestSphere, pero a escala latinoamericana.
Es importante
recordar ---agregó--- que en el momento de su quiebra el Banco del
Pacífico en Colombia se encontraba bajo el control de los amigos
de Pastrana, y en especial de Bibliowikz.
Según
El
Espectador, agosto 26 del 2001, y El Tiempo, junio 16
del 2002, tenían vínculos con una empresa llamada Luminex
de propiedad de Bibliowikz, el doctor Fernando Londoño Hoyos, disparado
por el presidente Uribe Vélez como ministro del Interior y de Justicia
a la vez, el embajador Luis Alberto Moreno y la doctora Marta Lucía
Ramírez, afectada en cadena por la ley de la gravedad, primero gracias
a que Pastrana la nombró Ministra de Desarrollo, luego la envió
como embajadora en París y finalmente Uribe Vélez la disparó
al cargo de Ministra de Defensa Nacional.
El 13 de septiembre de 1994 mediante el formato 188 de la Superintendencia
Bancaria, el señor Jacobo Bibliowikz hizo la solicitud VJ 56179
para que fuera evaluada su posesión como miembro de la Junta Directiva
del Banco del Pacífico.
A ese formato le adjuntó una carta de la empresa Luminex, 5 de agosto
de 1994, dirigida a Juan Carlos Bernal Romano, Banco del Pacífico,
en la cual le expresa que acepta la designación como miembro suplente
personal del doctor Fernando Londoño Hoyos en la junta directiva
del Banco del Pacífico Colombia.
Bibliowikz presenta como referencias personales y comerciales al doctor
Fernando Londoño Hoyos, Calle 96 No. 9-46, teléfono 256 15
11; a la doctora Marta Lucía Ramírez, calle 69 No. 4-65,
teléfono 310 01 31, y al doctor Luis Alberto Moreno, transversal
27 No. 39-71, teléfono 269 65 13 de Bogotá.
Denunciar
al Banco del Pacífico en Miami equivalía a llevar a los estrados
judiciales de Estados Unidos, por lo menos como testigo, al embajador
de Colombia en Washington, por lo cual el gobierno Pastrana no hizo lo
que tenía qué hacer, dijo luego Petro.
En nuestros
exámenes y en nuestras indagaciones ---continuó--- nos centramos
primero en el Banco del Pacífico Colombia, pero si uno hace el análisis
en el conjunto de los bancos ---y el nuestro fue incompleto---, ustedes
encuentran que del Banco del Pacífico Ecuador salieron cinco millones
de dólares a empresas donde WestSphere tenía inversiones.
En el caso de Argentina, por ejemplo. En estos documentos están
nombres, fechas, cifras, nombres...
De Panamá
salieron varios millones de dólares a empresas WestSphere localizadas
en varios puntos y personas en América Latina, incluido el señor
Moisés Jacobo Bibliowicz Volovitz, como es su nombre completo.
Del
Banco del Pacífico Colombia que nosotros analizamos a profundidad,
salieron préstamos a las empresas del señor Bibliowicz en
varias modalidades, igual que a empresas del grupo Lloreda, amigos del
Presidente de la República. Dos de ellos fueron ministros de Estado.
De Miami
salieron alrededor de 40 millones de dólares, cantidad apreciable
de dinero, para empresas de WestSphere en Colombia que básicamente
eran del señor Moisés Jacobo Bibliowicz pero él se
las vendió a WestSphere. Se trataba básicamente de
empresas de flores localizadas en Madrid, no lejos de Bogotá. Esas
fueron las inversiones más grandes que nosotros detectamos y por
eso mismo las seguimos, pero cuando llegamos a los sitios señalados
en los documentos no encontramos nada. Allí había unas carpas
con trabajadores a quienes no les pagaron sus salarios. No hallamos cosas
físicas porque lo de Moisés Jacobo Bibliowicz Volovitz, en
este caso eran empresas de papel, a través de las cuales fluían
autopréstamos para él y para otros miembros de la directiva
de WestSphere como un señor Valdapalas y dos señores de apellido
Bohórquez.
Durante
nuestra investigación también detectamos no solamente las
entradas en dólares sino las salidas en dólares con destino
a las Islas Cayman.
Estas
son parte de tales empresa de flores ---dijo el congresista y leyó
parte de los documentos que tenía en su poder, hoy clasificados
en archivos de la Cámara de Representantes.
Empresas
que nacen entre 1996y 1997 y a los tres años entran en liquidación,
pero dejan un inmenso rastro de prestaciones laborales que nunca les pagaron
a los trabajadores.
Polo
Flowers creada en 30 de julio de 1991. La Junta directiva estaba encabezada
por Moisés Jacobo Bibliowicz. Luego hay otras en las mismas condiciones:
Agríciola
Los Arboles
Maxima Farm Inc.
Máxima Floral Traders S.A.
Maxima Berris S.A.
Rambo Flowers
CI
Maxima Floral Traders S.A.
Semanario La
Nota Económica, junio 7 a 21 de 1999:
“El
nuevo Ministro de Defensa Nacional, Luis Fernando Ramírez, trabajó
en la Corporación Financiera Colombiana durante la gerencia de Sara
Ordoñez. Después de especializarse en el Centro de Estudios
Internacionales de la Universidad de Harvard, regresó al país
para crear en compañía de Luis Alberto Moreno el fondo de
inversión WestSphere Andina que operó especialmente en la
consecución de recursos para proyectos de flores”.
Desde
el Canadá, la embajadora Fanny Kertzman anunció a mediados
de año Dos Mil Dos, que desplegaría una infatigable campaña
para combatir la mala prensa que se le hace a Colombia.
El debate:
---
Según nuestro criterio luego de investigar a fondo, ¿Con
qué fin creemos que WestSphere buscó el control del Banco
del Pacífico? Pues para ordeñarlo. En primer lugar, obtuvo
allí, créditos que no pagaron ---esos los pagamos los colombianos
con nuestros impuestos---. Luego, los dineros de las empresas ficticias
fueron a parar a las Islas Cayman cuyos destinatarios están por
ser identificados porque las autoridades colombianas competentes no lo
hicieron.
---
Ahora: ¿Qué pasa en Colombia? Colombia vive hoy una parte
del episodio de las Islas Cayman ¿Cual? Que el Banco del Pacífico
Colombia, también entregó autopréstamos a Jacobo Bibliowicz,
y préstamos a amigos del Presidente Pastrana y amigos de los amigos
de Pastrana.
Bibliowicz
formó parte de la delegación oficial colombiana
que viajó a Washington con el presidente Pastrana en octubre de
1998, en la primera visita como Jefe de Estado.
En la
sesión fue leída parte de una larguísima lista de
personas y entidades que recibieron préstamos, encabezada por los
siguientes:
*
Gramex S.A. en liquidación. Empresa creada el 27 de junio de 1997
por escritura pública 1465 notaría 16 de Bogotá.
Junta
Directiva encabezada por Moisés Jacobo Bibliowicz Volovitz
* Grafex S.A.
Sede, carrera 21 No. 37-57
Gerente general: David Puyana
* El Filo Ltda.
Sede, carrera 21 No. 37-57
Gerente: Eduardo Puyana Rodríguez.
---
Los señores Puyana son familiares estrechos de la Primera Dama de
la Nación, Nohora Puyana de Pastrana ---explica Petro. Luego dice:
---
También recibió préstamos el Grupo Lloreda de Cali,
que luego iba a tener dos ministros de Estado dentro del gobierno Pastrana.
El
2 de agosto de 1996, se les concedió uno por 800 millones de pesos.
Luego otro de 1.407 millones el 25 de agosto de 1997. Con acta 246 del
7 de junio de 1998 autorizan pasar el endeudamiento a dólares para
operaciones de carta de crédito o giros financiados hasta por 2300
millones. --- Ellos se estaban ganado la revaluación del dólar,
comenta el Congresista y prosigue:
Más
adelante se le concede otro préstamo a Inversiones Jabonera S.A.
hasta por 2150 millones de pesos. Una operación puntual. El 30 de
diciembre de 1998 se reúne el comité y le aprueba a Jabonera
otra operación puntual hasta por 2176 millones de pesos. --- Lloreda
S.A e Inversiones Jabonera son una misma de acuerdo con documentación
que reposa en la carpeta Comercial de Lloreda SA---, explica el congresista
y continúa:
La investigación
que ordenó por fin la Superintendencia Bancaria, no muestra salida
de dineros, sencillamente porque los dineros ya habían salido en
préstamos a las empresas amigas del Presidente de la República
y de Biobliowikz y sus amigos. Entonces ese faltante causado por
la gente que recibe préstamos pero no los paga, ese faltante lo
están llenando con los impuestos de los colombianos.
Otro
punto: cuando se hace aplicable la cláusula según la cual
el Banco del Pacífico Ecuador debía cubrir los faltantes
y cubrir las obligaciones del Banco del Pacífico Colombia, el del
Ecuador ---que también quebró porque el proceso de ordeñamiento
fue a escala latinoamericana--- encuentran ustedes que los propietarios,
incluido WestSphere, le han hecho firmar un contrato al gobierno ecuatoriano
según el cual, cuando se vendan los activos del banco, quienes reciban
lo que perdieron no son los ahorradores del Ecuador sino los antiguos propietarios
del banco. El mayor accionista es WestSphere. Por eso estamos en condiciones
de asegurarlo, y tenemos las pruebas para demostrar que ese dinero nunca
lo recuperará Colombia.
Pero,
además, todo está perdido porque, cuando era su total obligación,
el doctor Luis Alberto Moreno no dejó en los balances la nota que
le hubiera permitido a Colombia acogerse a la cláusula clave y pelear
los dineros de nuestros impuestos.
En la Comisión Tercera de la Cámara
contamos con pruebas para demostrar la verdad de todos los pasos de este
asunto, aclaró el congresista citante.
Sin embargo, nuestro camino
terminó en las Islas Cayman --- dijo finalmente---. Allí
no fue posible establecer quién está detrás del sistema
bancario local hasta el cual fue a parar el dinero de los impuestos de
los colombianos. Esa es una información que solamente le entregan
a autoridades colombianas. Pero las autoridades colombianas no han ido
hasta allá.
Nada
de esto publicaron los medios de prensa. Para ellos la noticia era la declaración
airada del doctor Luis Fernando Ramírez, Ministro de Defensa Nacional.
Según él, una investigación exhaustiva de los servicios
de inteligencia militar comprobó cómo el debate no fue más
que una patraña orquestada por el terrorismo para distraer los golpes
que el Estado le estaba asestando a la narcoguerrilla.
Mama Coca Home
Contra
la Guerra Química
Enlaces
Contáctenos