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« Libération » París, 4 de octubre del 2001
Encargado de misión en el Observatorio francés de drogas y toxicomanía, Alain Labrousse es un especialista en geopolítica de drogas que conoce bien Afganistán. Depende directamente del primer ministro, pero en estas notas se expresa a título personal, como colaborador del Correo Internacional sobre las Drogas (1)
¿Afganistán es un gran productor de opio, base de la
heroína. Se puede decir que es el 75% de la producción mundial?
Esto era cierto hasta el año pasado, pero en julio del 2000,
un decreto de los talibanes prohibió a los campesinos el cultivo
de la amapola, decisión que globalmente fue respetada. Después
de varios años de cosechas récords, a pesar de la sequía,
es quizás éste el primer año, que ésta ha sido
escasa. Mas las reservas que poseen son muy importantes.
¿Qué representa esta producción?
Recordemos un poco la historia: A excepción de los Ismaelitas
del Badakhchan (al este), el opio tradicionalmente no es consumido por
los afganos, como lo es el haschisch. Es este un cultivo destinado solamente
a la exportación. Hasta la guerra, en los años 70, el país
producía entre 200 y 400 toneladas de opio por año, lo que
permitía producir de 20 a 40 toneladas de heroína.
La guerra favoreció su cultivo, a causa del reducido control. En el momento en que los soviéticos se marcharon del país, se hizo una estimación y en aquel entonces, la producción oscilaba entre 1.000 y 1.500 toneladas anuales. Luego cuando las ayudas americanas fueron suspendidas los moudjahidin para poder financiarse comenzaron a desarrollar el cultivo. Los servicios secretos pakistaníes han estado muy implicados en ese tráfico, sobre todo en la financiación de las operaciones clandestinas contra la India, en Cachemir. Mas Estados Unidos se hizo el de la vista gorda. Los campesinos tenían interés en sembrar la amapola que les aportaba, de acuerdo a las condiciones de irrigación, de tres a seis veces más que el trigo. La primera estadística seria data de 1994: según una agencia de la ONU, la producción era entonces de 2.500 toneladas. En 1998 pasó a 3.200, y a 4.500 toneladas en 1999.
¿Dicho cultivo le producía mucho dinero al régimen
taliban?
El opio se vendía entre 50 y 70 dólares el kilo y la
heroína entre 1.500 y 2.000 dólares. Pero es muy difícil
estimar la cantidad que revertía a las instancias en el poder. Estos
deducían una tasa del 10% a los campesinos, exigían “derechos”
en la comercialización y sin duda hacían otro tanto con los
laboratorios de transformación. Se puede pensar en 100 millones
de dólares por año, cifra que no es enorme.
Los talibanes no parecen tener su propia red de exportación – es con ella que se gana mucho dinero.
¿Por qué los talibanes decidieron erradicar el opio
a finales del 2000?
Ellos querían mejorar su imagen luchando contra la droga, sobre
todo desde 1998 fecha en que Estados Unidos los había incluido en
su lista negra. Fue éste un gran golpe publicitario, pero sin éxito,
ya que las sanciones internacionales fueron prorrogadas. La hostilidad
al opio, no excluye el factor propiamente religioso, sobre todo en el país
del mollah Omar. Los talibanes recorrieron los pueblos explicando a los
campesinos que la sequía se debía al hecho de que ellos cultivaban
una planta impía...
¿La erradicación fue total?
En 1999, cerca de 82.000 hectáreas habían sido sembradas
con amapola. La agencia de la ONU especializada en la lucha contra la droga
pudo constatar que de 70.000 hectáreas sólo 17 estaban sembradas.
Se ignora el destino dado a las 12 hectáreas restantes, de las que
3.000 se encuentran en la zona controlada por la oposición. Esto
significa que los traficantes poseen reservas muy importantes. La suspención
de la producción hizo subir el precio del opio que actualmente es
de aproximadamente 500 dólares..
¿Por dónde sale la producción?
Un poco mas de la mitad pasa por Irán, algunas veces se hace
una etapa en Pakistán. Los iranianos sostienen una guerra muy dura
contra los traficantes quienes tienen sus laboratorios en Turquía.
El resto sale por las antiguas repúblicas soviéticas de Asia
central, y por Rusia.
¿Afganistán produce heroína a partir de su cultivo
de opio?
Muy poco. Existen algunos laboratorios capaces de producir la “China
White”, la heroína numero 4 que es de una gran pureza, pero según
los iranianos, por 200 toneladas de opio incautadas por sus servicios,
hay solamente 20 de heroína y de morfina.
Para asegurar el apoyo en los diferentes países, los americanos podrían jugarse la carta del opio contra los talibanes, como lo hicieron contra los comunistas durante la guerra del Vietnam?
Y durante la guerra de Afganistán... Es probable que Estados Unidos no se vaya a echar encima las tribus productoras, sobretodo aquellas que se encuentran en las regiones fronterizas con el Pakistán. Así no se trate de una estrategia, cerrarán de nuevo los ojos. Para los campesinos el problema es urgente: la amapola debe ser sembrada a mediados de octubre. Entonces es muy probable que el cultivo se reanude, ya que este es una fuente de ingresos para mas de 40.000 familias, esencialmente en las provincias de Helmand (al sudeste), del Badakhchan (al este) y del Nanjarhar (al noreste).
¿La alianza del Norte está representada en ese comercio?
No hay ningún elemento que dé pié a pensar que
Massoud, un puritano, estuviera implicado en esos negocios. Ya que él
se financiaba sobre todo con piedras preciosas, come el lapis -lazuli.
Pero lo que no esta excluido es que algunos comandantes locales de la oposición
protejan este cultivo.
(1) Asociación de estudios políticos de drogas
Traducido por María Piedad Ossaba, cortesia Mama Coca
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