|
Hugo Cabieses Cubas[1]
Bogotá, 24 de mayo del 2001
"Para nosotros el desarrollo alternativo es que solicitamos
sal para hacer charqui y nos entregan detergente con el que no sabemos
lavar ropa, pedimos semillas y crédito para plantar y nos plantan
cemento y piedras para inaugurar, deseamos asistencia técnica y
capacitación agropecuaria y nos dan talleres participativos para
sacarnos información, pedimos información sobre los fondos
internacionales y nos dicen que no se puede porque es secreto”
(Dante Deza, agricultor del Alto Inambari en la selva de Puno,
dirigente de la CONAPA, Perú)
Comienzo agradeciendo a los Senadores Juan Manuel Ospina y Rafael Orduz por haberme invitado a comentar sobre las experiencias del “desarrollo alternativo” en el Perú, en este recinto de la democracia colombiana. Asimismo, agradezco a la Fundación Hanns Seidel y al UNDCP por haber apoyado la feliz iniciativa del Senado de Colombia para discutir una temática compleja y fascinante: cómo luchar contra el tráfico y el consumo de drogas, la violencia y la pobreza en los Andes construyendo desarrollo humano en las zonas agro ecológicas de cultivos con fines ilícitos y sus entornos socio culturales.
Quiero compartir con ustedes reflexiones en torno cuatro puntos en los
que tengo acuerdos pero también discrepancias con mis amigos José
Corbera, Jefe de Desarrollo Alternativo de Contradrogas y Nils Ericsson,
Presidente del Directorio de la Empresa Nacional de la Coca ENACO S.A.
que han expuesto aquí en representación del Gobierno del
Perú. Los puntos son:
No quiero aburrirlos con más cifras sobre lo invertido en “desarrollo
alternativo” en el Perú desde 1995, pero déjenme informarles
que fueron no menos de US$ 200 millones, de los que la mitad provino de
la cooperación internacional – US$ 72 millones de Estados Unidos
- y el resto fue aporte del Tesoro Público. Nadie ha hecho un balance
serio y global de la “eficiencia” de este dinero invertido en términos
de los objetivos buscados: desarrollar integralmente las zonas para reducir
la pobreza y los cultivos con fines ilícitos. No obstante, aunque
con un precio un poco alto, ha habido experiencias importantes desde 1995
y las principales lecciones que algunos extraemos las resumo en once puntos:
Al lado de estas dicotomías, en este tema es necesario entender lo que denominamos las tres dimensiones del problema: producción, productores y consumidores de hoja de coca. Estas dimensiones deberían concretarse en una Ley General de Bases sobre la Hoja de Coca, diferenciada de una necesaria Ley General de Prevención y Control de Drogas. La primera Ley, la de coca, no se ha promulgado, ni siquiera discutido seriamente, pese a haber sido una propuesta explícita de los agricultores de las cuencas cocaleras desde hace muchos años, existiendo incluso un proyecto de Ley al respecto que fue elaborado desde el Ministerio de Agricultura en 1995. Pero la otra ley, la de drogas, tampoco ha sido promulgada, existiendo el absurdo de que nos rige una ley - la 22095 -, que lleva más de 22 años cuando el complejo y la problemática de las drogas a nivel nacional e internacional era mucho más pequeño y este fenómeno ha cambiado sustancialmente.
En la primera dimensión, la de la producción, se trata de un producto agrícola, la hoja de coca en sus diferentes variedades, que constituye un recurso natural que es necesario defender, revalorizar y aprovechar en el ámbito nacional e internacional. Esta planta es integral, tiene varias decenas de componentes - minerales, vitaminas y alcaloides - y, en más de 6,000 años de producción y consumo benéfico, a los andinos no se les ocurrió aislar ninguno de éstos. El aislamiento de la cocaína, que es uno de sus 14 a 19 alcaloides – aún los científicos no se ponen de acuerdo al respecto -, fue realizado por la cultura occidental en 1860, en concreto por el médico austriaco/alemán Albert Niemann.
La hoja de coca pues, no es sólo cocaína y, como ha sido
sustentado varias veces anteriormente, tiene un triple carácter:
En sus luchas y propuestas los productores de coca buscan afirmar
los dos primeros caracteres de la hoja de coca y desearían que el
tercero no existiera. La gran mayoría de estos productores no son
ni quieren ser traficantes, aunque son conscientes que una buena parte
de su producción de coca alimenta la industria y el comercio de
la cocaína.
En la segunda dimensión, la de los productores, se trata de miles de campesinos que cultivan hoja de coca porque lo han hecho desde siempre como un cultivo más. En el caso de los cultivadores tradicionales, éstos son aproximadamente 40 mil en el Perú, ubicados principalmente en los valles de La Convención, Sandia, Monzón, La Libertad y en partes reducidas de los valles del Apurímac/Ene, Ucayali, Marañón y Huallaga.
Otros cultivadores, no tradicionales, son colonos campesinos que cultivan y producen coca como consecuencia de la crisis agrícola y las políticas macroeconómicas que no les proporcionan alternativas de sobrevivencia viables. Estos son aproximadamente 100 mil cultivadores ubicados en los cuatro últimos valles mencionados.
En la tercera dimensión, la de consumidores, es necesario informar que en el Perú por lo menos 1.7 millones de campesinos, indígenas, trabajadores agrícolas, pastores, mineros, pescadores y obreros de la construcción del campo y la ciudad consumen coca de manera regular y existe un mercado en expansión de consumidores de infusiones de coca en bolsitas filtrantes, principalmente en las ciudades.
Sin embargo, no se conoce con certeza las dimensiones y dinámica de estos mercados, lo que hace indispensable realizar una Encuesta Nacional que nos dé luces sobre ello. La última vez que se hizo una encuesta en el Perú con respecto a este tema fue en 1964. Los resultados parciales de la encuesta fueron publicados en 1968 y, desde esa fecha, debido a la satanización que existe en el plano nacional e internacional contra la hoja de coca no se ha vuelto a estudiar seriamente sobre su importancia.
Contradrogas sostiene que en el año 2000 realizó un estudio
al respecto, pero aún no da a conocer los resultados porque "los
estamos corrigiendo", según sostuvo el Secretario Ejecutivo en la
Mesa de Diálogo con los agricultores cocaleros. Por nuestro lado,
hemos presentado un proyecto para realizar un estudio y encuesta nacional
sobre producción, comercio y consumo de hoja de coca, en el que
se plantea una metodología participativa con un enfoque integral
del problema. El proyecto ha sido entregado a la Secretaría Técnica
de Asuntos Indígenas (SETAI) que forma parte del Ministerio de Promoción
de la Mujer y el Desarrollo Humano (PROMUDEH). Este proyecto será
presentado al Directorio de Contradrogas para que disponga su financiamiento.
Por ello quiero compartir con ustedes lo que ha sido una reciente experiencia del Perú que, creo, trata de remar en sentido contrario. Me refiero a la instalación y funcionamiento de una Mesa de Diálogo con los agricultores cocaleros. El 26 de abril se reunió por séptima vez la Mesa de Diálogo con el Gobierno conquistada por los agricultores del Alto Huallaga luego de un paro que hicieran en noviembre del año pasado. Esta Mesa fue reconocida oficialmente por el nuevo Gobierno mediante un Decreto Supremo (Nro. 009-SA) del 14 de marzo del 2001, en el que se considera a los productores campesinos como interlocutores válidos. No obstante, los resultados concretos de la mencionada mesa hasta ahora son sentidos en los valles cocaleros como "mecidas” propagandísticas del Gobierno, tanto del actual como sobre todo el anterior. Luego de una huelga de nueve días de los agricultores de la cuenca del Aguaytía en protesta por la erradicación forzosa, se ha vuelto a reunir entre el 24 y 25 de mayo en la ciudad de Tingo María para discutir y aprobar un Plan de Acción para la reducción gradual, manual y concertada de los cultivos de coca, pero no tengo información precisa sobre los resultados.
Hasta el momento y luego de ocho sesiones, cinco de ellas con el actual
Gobierno, no se ha concretado ninguno de los cinco puntos centrales que
los agricultores han planteado desde el año pasado y que son los
siguientes:
No obstante, el primer y principal punto que se ha planteado desde
el principio en la Mesa de Diálogo es el cese de la erradicación
forzosa de cultivos, acción que en el Perú es ilegal, ilegítima,
inconstitucional, injusta, inhumana, ineficaz y, finalmente, inútil
tal como ha sido sustentado debidamente en el documento entregado a las
autoridades titulado “Argumentos en contra de la continuidad de la erradicación
forzosa de cultivos de coca, como parte de las políticas de control
de drogas en el Perú” (Ricardo Soberón y CONAPA-Perú,
Lima, marzo del 2001).
En plena Mesa de Diálogo, la erradicación forzosa continuó en los distritos de Curimaná e Irazola en la provincia de Padre Abad del departamento de Ucayali, que cubren las cuencas de los ríos Aguaytía y San Alejandro. La Oficina Ejecutiva de Control de Drogas (OFECOD) - organismo del Ministerio del Interior que ordena y coordina éstas acciones - sostiene que erradica porque los cultivos están en un bosque protegido - el Bosque Nacional Von Humbolt - y que por lo tanto está aplicando la ley porque no debería haber ningún tipo de cultivo. No obstante, en este mismo bosque Contradrogas, la AID y el UNDCP impulsan proyectos agrícolas de "desarrollo alternativo" y hay una empresa extractora de gas natural que provoca tanto o más daño ecológico que los cultivos de coca.
Es por ello que, después de dar un plazo de 48 horas y luego de una semana para cesar estas acciones, como continuaban erradicando los agricultores realizaron una huelga con bloqueo de carreteras entre el 7 y 15 de mayo. Junto con la huelga, nombraron una delegación de representantes que viajó a Lima para dialogar con el Gobierno.
La huelga, advertida varias veces e informada con días de anticipación por los dirigentes a las más altas autoridades del Gobierno, sobre todo a Contradrogas y al Ministro del Interior, contó con el apoyo de los agricultores de Tingo María, Monzón, Aucayacu, Uchiza y Puerto Pizana que acordaron plegarse a la huelga a partir del martes 15 de mayo en caso que el Gobierno continuara impulsando la erradicación forzosa ordenada por Estados Unidos.
La huelga, que había paralizado las actividades económico-comerciales durante 10 días afectando la selva central del país, fue suspendida el martes 15 de mayo luego de varias reuniones con las más altas autoridades del Gobierno, incluyendo Ministros de Estado, funcionarios de Contradrogas y Policías del Ministerio del Interior encargados de la erradicación forzosa. No se ha llegado a acuerdo alguno, salvo el de continuar dialogando y el compromiso escrito por parte del Gobierno de no erradicar cultivos de coca en zonas cercanas a poblados rurales y predios campesinos legales mientras se discute y aprueba en la Mesa de Diálogo el Plan de Acción mencionado.
Con esta mesa de los cocaleros del Alto Huallaga - cada vez con menos coca ya que los han erradicado intensamente desde 1996 y el Fusarium Oxysporum ha arrasado con más de 50 mil hectáreas en esa zona – así como con otras mesas que está instalando el Gobierno – contra la pobreza, por democracia y desarrollo, educativa, laboral, anticorrupción, de la verdad, etc. –, todas ellas creadas por la exigencia y la lucha de las organizaciones sociales de base, en el Perú se está entrando a un proceso lento pero seguro de fortalecer la democracia. Se trata de una democracia directa fundada en fuerzas nuevas que brotan desde abajo hacia arriba, y desde adentro hacia fuera. Esta democracia directa contra la autoritaria y centralista es por la que luchó el pueblo del Perú en calles, plazas, caminos y valles durante los últimos años, la misma por la que se hizo la Marcha de los Cuatro Suyos en julio del 2000, para echarse abajo a la dictadura fujimontesinista en noviembre del año pasado, poniendo al descubierto su entraña mafiosa, autoritaria, mentirosa y corrupta.
Para concluir este punto, creo oportuno compartir con ustedes la reflexión de Eduardo Galeano respecto a este fenómeno: "En América Latina, son una peligrosa especie en expansión: las organizaciones de los sin tierra y los sin techo, los sin trabajo, los sin; los grupos que trabajan por los derechos humanos; los pañuelos blancos de las madres y las abuelas enemigas de la impunidad del poder; los movimientos que agrupan a los vecinos de los barrios; los frentes ciudadanos que pelean por precios justos y productos sanos; los que luchan contra la discriminación social y sexual, contra el machismo y contra la explotación de los niños; los ecologistas; los pacifistas; los promotores de salud y los educadores populares; los que desencadenan la creación colectiva y los que rescatan la memoria colectiva; las cooperativas que practican la agricultura orgánica; las radios y la televisiones comunitarias; y muchas otras voces de la participación popular, que no son ruedas auxiliares de los partidos ni capillas sometidas a ningún Vaticano" (Patas arriba: la escuela del mundo al revés", 1998).
Con respecto a esta última propuesta, solicito que este seminario
apoye la iniciativa de la Coordinadora Nacional de Productores Agropecuarios
(CONAPA-Perú) de las cuencas cocaleros para realizar una conferencia
internacional sobre el uso tradicional, cultural y natural de la hoja de
coca a llevarse a cabo en la ciudad de Popayán en el mes de septiembre.
La conferencia, es la continuación de esfuerzos anteriores realizados en los países andinos, en Europa e incluso en los Estados Unidos y está orientada a conformar un Grupo Técnico Internacional, integrado por científicos, académicos y representantes de comunidades de base y gobiernos locales que deslinde ambigüedades en los tratados internacionales, presente pruebas y evidencias científicas – antropológicas, farmacológicas, fisiológicas, médico sanitarias y jurídicas – y promueva la revalorización nacional, andino-amazónica e internacional de la hoja de coca, su cultivo, comercio y producción.
El evento cuenta hasta ahora con el auspicio del Ministerio del Medio Ambiente de Colombia, la Gobernación del Cauca y el Proyecto Planeta Paz. En el Perú apoyan la iniciativa el Ministerio de Promoción de la Mujer y el Desarrollo Humano (PROMUDEH), la Empresa Nacional de la Coca (ENACO S.A.),la Asociación Civil Desarrollo Rural Integral Sustentable (DRIS) y el Centro Peruano de Estudios Sociales (CEPES). En el ámbito internacional se ha encontrado el apoyo de agencias de desarrollo solidarias como la Consejería de Proyectos, el Comité Andino de Servicios y Lutheran World Relief y se está buscando el apoyo de la UNESCO – hemos tenido una primera respuesta positiva – el PNUD, la GTZ de Alemania, el DFID de Inglaterra, el gobierno de Noruega y la Unión Europea.
Estoy convencido que la problemática de las drogas y el llamado “narcotráfico” está siendo encarada de manera inadecuada, pero la experiencia adquirida en estos años, aunque altamente costosa en recursos financieros y humanos, puede llevarnos a aprender de los errores.
En este aprendizaje creo que la única salida en el tema de los cultivos para la producción de drogas con fines ilícitos es una estrategia basada en tres pilares: la descriminalización de los cultivos y los cultivadores; el desarrollo rural integral sustentable como precondición para la disminución de los cultivos; y, la revalorización de la hoja de coca nacional e internacionalmente.
En el “desarrollo alternativo” y en la política de drogas, en el Perú hemos cometido muchos errores, horrores y mentiras en los últimos años. En varios casos, estos errores y sobre todo las mentiras, han sido alentadas y promovidas por la mafia fujimontesinista que estuvo en el poder hasta el 22 de noviembre del año pasado.
La estrategia peruana antidrogas fue felicitada año a año por la administración norteamericana del primer George Bush y del presidente Bill Clinton que, lamentablemente, fueron cómplices por acción u omisión de muchos de los estropicios que causó a nuestro país un informante asalariado y aliado incondicional de la CIA, la DEA y el NAS: Vladimiro Montesinos Torres.
Es por ello que sostengo que Estados Unidos no tiene autoridad moral para pedirle cuentas a los agricultores cocaleros del Perú por seguir cultivando coca, un bien ancestral, cultural, medio de pago, caja chica campesina y materia prima indeseable para la producción de cocaína.
En lugar de seguir exigiendo al Perú y al Gobierno Democrático y honrado del Dr. Valentín Paniagua que continúe con la ilegal e ineficaz política de erradicación de cultivos, Estados Unidos debería entregar información que conoce y contribuir con la Policía Nacional del Perú y la Interpol para ubicar y apresar al delincuente internacional Montesinos.
Dicho sea de paso y antes que sea demasiado tarde, Estados Unidos debería también entregar información y apoyar la necesaria investigación sobre cómo se ha utilizado los fondos destinados a la lucha antidrogas en el Perú entre 1990 y el 2000. Estoy seguro que los contribuyentes norteamericanos se encontrarán con muchas sorpresas ......
Termino con una reflexión de nuestro más importante historiador republicano, señalando que en este y en muchos otros aspectos en el Perú debemos rectificar rumbos y decir con el maestro Jorge Basadre: “ ... que el Perú escape del peligro de no ser sino una charca, de volverse un páramo o de convertirse en una gigantesca fogata. Que el Perú no se pierda por la obra o la inacción de los peruanos” (“Algunas reconsideraciones cuarentisiete años después”; Perú, Problema y Posibilidad; 5ta. Edición; 1987). Basadre dice que los tres grandes enemigos del Perú como promesa son los podridos que hacen de nuestro país una charca, los congelados que lo ven como un páramo y los incendiados que desean ver un gigantesco incendio.
No me apunto en ninguna de estas tres categorías, sino entre los que buscan impedir que la impunidad prospere bajo el paraguas del pragmatismo pasando por agua tibia a los cómplices de los corruptos e impulsar desde abajo y adentro una democracia auténtica con Estado de Derecho, respeto a las instituciones, comisión de la verdad, comisión manos limpias, una economía solidaria que ponga al ser humano por delante y un país sin charcas, páramos e incendios de ningún signo ....
-oOo-
Mama Coca Home | Contra la Guerra Química y Biológica | Enlaces | Contáctenos |