|
Kimberly Theidon
Syracuse University
Department of Anthropology
209 Maxwell Hall
Syracuse, New York 13244-1090
ktheidon@aol.com
Every narrative, however seemingly ‘full,’ is constructed on the basis of a set of events that might have been included but were left out; this is as true of imaginary narratives as it is of realistic ones.[1]
La guerra y sus secuelas sirven de poderosos incentivos a la elaboración y transmisión de historias individuales, comunales y nacionales. Estas historias reflejan y constituyen la experiencia humana en la medida que fijan los contornos de la memoria social y producen sus efectos de veracidad. Ellas utilizan el pasado de manera creativa, combinando y recombinando elementos de ese pasado al servicio de los intereses del presente. En este sentido, la apropiación consciente de la historia involucra tanto la memoria como el olvido, dos procesos dinámicos impregnados de intencionalidad.
En este ensayo, exploro el uso político de las narrativas elaboradas en el campo ayacuchano respecto a la guerra interna durante los últimos quince años. Planteo que cada narrativa tiene una intención política y supone un auditorio interno como externo. En este sentido, el despliegue de narrativas de guerra tiene mucho que ver con la construcción de nuevas relaciones de género, generación y etnicidad que caracterizan la política contemporánea de la zona. Sugiero que éstas nuevas relaciones tienen un impacto en la elaboración de las prácticas democráticas y sobre el modelo de ciudadanía que están siendo elaborados dentro del contexto actual.
Igualmente, estas narrativas sirven de componente central en la elaboración de identidades locales y nacionales tomando la épica guerrera como la estructura que guía tanto la forma como el contenido de dichas historias. Este estilo épico enfatiza el heroísmo masculino y ha sido canonizado no solamente por las comunidades mismas sino también por la literatura académica.[2] Esta homogenización de la narrativa ha invisibilizado las versiones, experiencias y comprensiones alternas de la guerra al compactar los recuerdos fragmentados y polifónicos dentro del paradigma dominante sobre la guerra [Cooke 1996]. De hecho, la versión masculina de la guerra —la de ronderos que defienden sus pueblos, derrotando a Sendero Luminoso(SL) y estableciendo nuevas prácticas democráticas y exigencias de ciudadanía— oscurece los procesos disyuntivos y contradictorios de la construcción de ciudadanía en estos pueblos. Sugiero que estas disyunciones reflejan los ejes de diferenciación que operan en estos pueblos; ejes que incluyen género, generación, y etnicidad.
Traducido por Kimberly Theidon y María Mercedes
Moreno, Mama Coca
[2] Ver
por ejemplo, Degregori, Carlos Ivan et al., 1996.
Mama Coca Home | Contra la Guerra Química y Biológica | Enlaces | Contáctenos |