La República, 09 de julio de 1988
Los herbicidas fatales
Actualmente en las actividades agrícolas se usa a serie de compuestos
químicos tendientes a mejorar la productividad. La práctica ha demostrado
que el uso de tales compuestos es bastante peligroso, sobre todo si no se
toman en cuenta las extremas precauciones que demandan.
El
ingeniero químico colombiano Armando Lacera ?autor de las obras "Razones
para considerar tóxicas las aplicaciones del glifosato" y "Hubo o no plena
intención en contaminar la Sierra Nevada de Santa Marta con glisofato" y
especialista en mezcla de vegetales para alimentos de consumo humano afirma
que, desde 1984 hasta marzo de 1987, ha ocurrido la muerte de 150 personas
de las comunidades Arhuacos y Kogui de la Sierra Nevada, coincidentemente a
una o dos semanas después de la fumigación con glifosato en dicha zona de
Colombia. La Universidad Tecnológica de Magdalena ha constatado, por su
parte, que unos diez niños han sido víctimas de males en áreas de
fumigación. Por otro lado, campesinos y colonos de esas áreas su, 1 rieron
quemaduras en la piel, enfermedades de ojos, vómitos y diarrea.
Un
estudio de impacto ambiental, desarrollado por la empresa Monsanto y la
Organización para el Medio Ambiental y la Vida Silvestre en EE.UU. entre
1981 y 1983, demostró que el glifosato destruía irreversiblemente los
bosques. Esto debido a su naturaleza de órgano fosforado de carácter
sistemático, es decir que cae en un punto de la planta y se difunde en todo
el material vegetativo.
Desde el punto de vista bioquímico, la acción del glifosato se realiza a
nivel de la síntesis de proteínas impidiendo la formación de tejidos. Como
consecuencia, la planta atacada muere al poco tiempo.
El
glifosato es un herbicida muy efectivo para controlar, por ejemplo, malezas
en arroz, siempre y cuando se aplique respetando las indicaciones
pertinentes: entre las que se tiene el uso de boquilla de aspersión y
aplicación limitada sólo a las plantas indeseables. En el caso de un parque
natural no hay plantas indeseables. En este sentido, según el ingeniero
Lacera, el uso de la aspersión aérea en regiones de la Sierra Nevada
?declarada patrimonio de la humanidad por U UNESCO, en 1981 por sus
características geográficas, étnicas y botánicas es un hecho lamentable, más
aún cuando se sabe que los vientos son muy fuertes (80 Km. por hora) en esa
región.
Debemos aclarar que la mencionada fumigación se realizó para atacar los
sembríos de marihuana.
La
riqueza del suelo de la Sierra Nevada permite el cultivo de una marihuana de
muy alta calidad referente al contenido de sustancias sicopáticas. Este
hecho ha permitido que las autoridades colombianas ante la reprobación de
investigadores como el ingeniero Lacera, afirmen que los traficantes de
drogas sostienen las mencionadas críticas.
Lacera reacciona diciendo que esa no es una respuesta seria ante la muerte
de gente inocente, sobre todo sabiendo que tales campañas de fumigación son
subvencionadas por los Estados Unidos, donde existen cultivos de marihuana
de menor calidad.
Modesto Montoya:
http://www.modestomontoya.org/articulos/1988/07091988.htm