“El Derecho, más que en el texto frío de
los códigos y las leyes,
debe estar en la mente y el corazón de los ciudadanos.”
Carlos Fradique-Méndez
Resumen
La tutela jurídica del medio ambiente, más que un
problema jurídico es tema que atañe a la voluntad política de los
gobiernos y al comportamiento social de cada uno de los individuos y
sus familias. Los medios para recuperar y preservar el medio
ambiente, deben ser dados y monitoreados por los científicos y
entendidos en la materia y no por los legisladores. El medio
ambiente es la vida misma y su conservación es responsabilidad de
todos. La flora, la fauna y el agua, se pueden identificar como
símbolos para la recuperación y la conservación del medio ambiente.
Y para preservarlas es necesario dar un adecuado manejo a los
recursos naturales no renovables y a todo lo que pueda afectar el
clima. Al tiempo que se aplican las normas para imponer sanciones
por daños al medio ambiente, es necesario crear una cultura
ciudadana que ponga en alerta permanente a cada individuo con el fin
de que se abstenga de realizar actos, así sean leves, con el que se
cause daño a su entorno ambiental, lo cual redundará en una mejor
calidad de vida.
No es contrario a la realidad afirmar que hay ríos y mares de
tratados, convenios, protocolos, declaraciones universales, leyes,
decretos, resoluciones, noticias y recomendaciones, con los que se
pretende la reconstrucción, preservación y defensa del medio
ambiente, entendido el concepto de medio, no como la mitad, sino
como el “conjunto de circunstancias físicas que rodean a los seres
vivos”, y por extensión “conjunto de circunstancias físicas,
culturales, económicas y sociales, que rodean a las personas”.(3)
No menos abundante es el número de Ministerios, comités, oficinas,
dependencias, directivas, consejos y organizaciones no
gubernamentales que tienen bajo su responsabilidad la ejecución y el
control de las políticas y proyectos con los que se pretende evitar
el daño al medio ambiente y el restablecimiento del equilibrio
ecológico(4).
Sin embargo, segundo a segundo, se deteriora el entorno por obra de
la misma naturaleza, de la explotación antitécnica de los recursos
naturales no renovables, del crecimiento urbanístico sin planeación,
de la explosión demográfica(5),
del afán de riqueza por los grandes monopolios, de la industria de
productos no biodegradables, de la falta de cultura de reciclaje,
del inadecuado manejo de residuos naturales y químicos, y, por sobre
todo, de una falta de cultura ciudadana que genere aprecio por la
naturaleza y el entorno vital del ser humano.
Concepto legal del medio ambiente
Al tenor del Art. 2 de la ley 23 de 1973(6),
“El medio ambiente es un patrimonio común; por lo tanto su
mejoramiento y conservación son actividades de utilidad pública, en
las que deberán participar el Estado y los particulares. Para
efectos de la presente ley, se entenderá que el medio ambiente está
constituido por la atmósfera y los recursos naturales no
renovables.”
Definiciones de Medio ambiente en Internet:
De las muchas que hay solo transcribo las siguientes:
• Se entiende por medio ambiente el entorno o suma total de aquello
que nos rodea y que afecta y condiciona especialmente las
circunstancias de vida de las personas o la sociedad en su conjunto.
(Wikipedia).
• Según el Banco Mundial, es el conjunto complejo de condiciones
físicas, geográficas, biológicas, sociales, culturales y políticas
que rodean a un individuo u organismo y que, en definitiva,
determinan su forma y la naturaleza de su supervivencia.
(www.ciat.cgiar.org/agroempresas).
• Conjunto de los elementos bióticos (flora y fauna) y abióticos
(energía solar, agua, aire y tierra mineral) que integran un
determinado espacio, afectan la vida, al desarrollo ya la
supervivencia de un organismo y que permiten el desarrollo de
ecosistemas. (www.cipma.cl/bolsambiental).
De los varios elementos que hacen parte del entorno vital, en este
ensayo solamente me referiré a la flora, a la fauna y al agua, sin
duda alguna de los que dependen el aire, la tierra, el calor y en
últimas la vida, entendida en todas sus dimensiones.
Una confesión previa
De los temas que se ocupará el Sexto Congreso de
la Conferencia Iberoamericana de Academias Jurídicas y Sociales,
seguramente el mas afín con mi formación académica(7)
es el relacionado con los problemas jurídicos sobre la vida y la
muerte, eutanasia y el testamento vital, pero el más cercano a mi
quehacer como agricultor y protector de la naturaleza, oficio que
desempeño normalmente los fines de semana, es el relacionado con la
tutela jurídica del medio ambiente, razón por la cual me decidí a
realizar este ensayo, que me permitió adentrarme en el fascinante
mundo de la vida de la tierra, de su entorno y en parte del
universo.
De tan alucinante experiencia puedo concluir que la recuperación y
preservación del medio ambiente no es una cuestión fundamental de
leyes, ni de terminología del derecho, sino un asunto que tiene que
ver con la actitud, los hechos que generen desde el más humilde de
los seres vivos, pasando por los seres humanos, hasta el más
poderoso de todos los gobiernos.
De la lectura de una gran cantidad de documentos puedo confirmar que
debemos comprometernos para hacer realidad el siguiente mensaje:
No dejemos que mañana / las flores estén marchitas
Porque, ¿dormidas las flores, / quién nos sanará las cuitas?(8)
La historia del mundo es la historia de la guerra
El origen de la tierra, y por supuesto del
universo, es tema de estudio inacabado e inacabable. Su edad es solo
la suposición de unos cuantos soñadores con el pasado. De lo que si
podemos dar testimonio es que algún día, seguramente luego de
millones de años, terminará su existencia y que poco a poco se
acomoda y se reacomoda generando una normal expectativa o en no
pocos casos, histeria, sobre el inminente fin del mundo. Las
profecías y el cumplimiento de las catástrofes del Apocalipsis(9),
especialmente al final de cada milenio(10),
generan tanta angustia que los más temerosos ante la muerte, deciden
anticipar la suya, para no padecer el dolor del cataclismo.
La teoría más aceptada sobre el origen del universo es la del Big
Bang, que semeja una gran explosión en el universo todavía no creado
y de la que aparecieron los astros y planetas, entre los que tenemos
la tierra, un minúsculo elemento frente a la inmensidad de lo
desconocido, y que está más allá de nuestros ojos y de nuestra
imaginación.
Desde el primer momento de la aparición del ser humano sobre la
tierra, ha luchado por su sobrevivencia. El mismo parto es un
pequeñísimo big bang, que necesita el viviente como experiencia para
enfrentarse a las dificultades que se le presentarán en adelante.
Desde ese entonces la guerra, la lucha fratricida, ha sido el hilo
conductor de la humanidad, por lo que la esperanza de la paz plena
es solo una ilusión y más debiera el humano ocuparse de minimizar la
guerra, que por seguir matándose y destruyéndose en busca del ideal
inalcanzable de la paz.
La misma naturaleza, en su constante angustia por sobrevivir se
despierta con violencia y provoca el fuego, el alud, el sismo, el
tsunami, como mecanismos necesarios para regenerarse y seguir dando
albergue a las especies.
Pero esos despertares propios de la perfección de la creación, no
deben ser alterados, ni provocados por hechos de los hombres y
cuando lo son, y el humano se hace conciente de su irrupción para
dañar la armonía de la naturaleza, nace la necesidad de preservar lo
natural del ambiente y entonces se recurre a la regulación de la
conducta social por medio del derecho, entendido en su amplio
sentido de leyes enriquecidas por la jurisprudencia.
Una controversia que no se puede ignorar
¿El calentamiento global se debe a un proceso
natural del planeta o a los efectos de la gran industria promovida
por las transnacionales?
Albert Arnold Gore Jr., ecologista que fue vicepresidente de los
Estados Unidos (1993-2001) bajo la presidencia de Bill Clinton y
premio Nobel de la paz en 2007 por su trabajo sobre el cambio
climático, es director del documental Una verdad incómoda, acerca
del calentamiento global, donde se responsabiliza a las empresas
trasnacionales que lo generan e insta a emprender un camino de
búsqueda de energías “limpias” que reconfiguran y perpetúan el mismo
modelo de destrucción del planeta.
Las transnacionales no guardaron silencio y produjeron el documental
La gran estafa del calentamiento global, para defender la tesis de
que el calentamiento global de hecho no está conectado con las
emisiones de carbono, sino que en realidad son manifestaciones de un
proceso de cambio en curso, originado mayormente a partir de la
actividad solar(11).
Las reflexiones que expongo en este trabajo, que no pretendo
sustentar en ninguna investigación de científicos, me llevan a
considerar que ambos documentales tienen mucho de verdad. Sin
embargo, las empresas transnacionales y las nacionales que generan
gran cantidad de residuos de carbono, que serán CO2, aceleran los
cambios de la actividad solar y el desgaste natural del planeta. En
últimas, son como promotoras del suicidio de la tierra y esta
perversa manipulación debe controlarse.
El carácter de la ley
Según el Art. 4 del Código Civil de Colombia, el
carácter de la ley es mandar, prohibir, permitir o castigar.
Adelante, en el Art. 6 enseña que “La sanción legal no es solo la
pena sino también la recompensa; es el bien o el mal que se deriva
como consecuencia del cumplimiento de sus mandatos o de la
trasgresión de sus prohibiciones.”
La recompensa es el premio, el favor, la virtud, el mérito, el pago,
el estímulo que se da por alcanzar una meta, prestar un servicio o
realizar una obra, así lo hecho sea simplemente el cumplimiento de
un deber.
Generalmente se habla de la crisis de la justicia cuando no se
castiga a quien viola la ley penal(12)
y poco se reflexiona cuando son otras las leyes que se violan. La
ley, se afirma, es para castigar, y no para premiar. Sin embargo,
como se verá adelante, en cuanto se quiera recuperar el equilibrio
del medio ambiente, que es como su vida y la garantía de su
permanencia, parece más eficaz la ley que premia y estimula.
Que el carácter de la ley también puede ser el de premiar, se
confirma con la cita que hizo el Doctor Marco Gerardo Monroy Cabra
como Presidente de la Academia Colombiana de Jurisprudencia de
Colombia, el 20 de septiembre de 2007 en el acto de develación del
retrato del Académico Honorario José Enrique Arboleda Valencia. La
cita es la siguiente: “Se dice por algunos que el derecho es un
vehículo importante del cambio social, pero el problema es saber
cómo opera y cuánto puede cambiar (Atienza siguiendo a F. Selznick).
Expresa Nicolás López Calera: “En suma, el derecho no sirve para
hacer milagros sociales o para hacer revoluciones, pero sería negar
hechos históricos muy importantes si se afirmara que el derecho
cumple sólo una función represiva y de control”.
El ser humano es depredador
Ahora invito a los lectores mayores de 50 años a
recordar su entorno natural en tiempos de su infancia. Árboles por
doquier, fauna de exóticas especies y fuentes de aguas abundantes y
cristalinas. La ciudad era una pequeña aldea, tranquila y
silenciosa, cómplice de la entrega al estudio y reflexión de lo que
para ese entonces se consideraban propuestas liberadoras de la
injusticia. Ahora el paisaje es diferente y en gran parte el ser
humano ha sido el promotor de las mataciones.
La tierra y la naturaleza están programadas para tener cambios que
les permiten convivir con el universo y facilitan la permanencia de
las diferentes especies. José Eustasio Rivera, fue un escritor
colombiano que viajó por la selva amazónica y retrató su vivencia en
una excelente obra literaria que se llama La Vorágine. Al comienzo
de la segunda parte de la novela se lee lo siguiente:
“¡Oh selva, esposa del silencio, madre de la soledad y de la
neblina!. ¿Qué hado maligno me dejó prisionero en tu cárcel verde?
Los pabellones de tus ramajes, cómo inmensa bóveda, siempre están
sobre mi cabeza, entre mi aspiración y el cielo claro, que sólo
entreveo cuando tus copas estremecidas mueven su oleaje, a la hora
de tus crepúsculos angustiosos… ¡Tú me robaste el ensueño del
horizonte y sólo tienes para mis ojos la monotonía de tu cenit, por
donde pasa el plácido albor, que jamás alumbra las hojarascas de tus
senos húmedos!
Tú eres la catedral de la pesadumbre, donde dioses desconocidos
hablan a media voz, en el idioma de los murmullos, prometiendo
longevidad a los árboles imponentes, contemporáneos del paraíso, que
eran ya decanos cuando las primeras tribus aparecieron y esperan
impasibles el hundimiento de los siglos venturos. Tus vegetales
forman sobre la tierra la poderosa familia que no se traiciona
nunca. El abrazo que no pueden darse tus ramazones lo llevan las
enredaderas y los bejucos, y eres solidaria hasta en el dolor de la
hoja que cae…
¡Déjame huir, oh selva, de tus enfermizas penumbras, formadas con el
hálito de los seres que agonizaron en el abandono de tu majestad!
¡Tú misma pareces un cementerio enorme donde te pudres y resucitas!”
La muerte, la pudrición y la resurrección de la selva es un ciclo
necesario para su supervivencia. Sin muerte no habría vida, porque
la eternidad es la negación de la vida. Pero la selva y el bosque no
pueden morir por la decisión unilateral de los seres humanos que las
sacrifican para transformarlas en dinero, sin tener en cuenta el
costo social que su destrucción conlleva.
El medio natural permanece porque todavía se conserva el equilibrio
ecológico. Si se rompe, la vida no será posible. Para que haya
invierno es necesario el verano. Para que haya primavera es
necesario el otoño. Sin día no habría noche. Las moscas son
necesarias, tanto como los carroñeros, que son máquinas que
transforman la podredumbre en fertilizantes. Las diferentes fases de
la luna son necesarias para la agricultura. La tecnología que solo
busca el rendimiento óptimo, puede ser contraria a las leyes
naturales, llegar a romper el equilibrio ecológico y atentar contra
la vida del planeta.
Colombia se preció de ser uno de los países cultivadores del mejor
café del mundo. Y lo fue. La roya y los avances tecnológicos
aconsejaron el cambio de las plantas del café llamado comúnmente
arábigo, que se volvía arbusto a la sombra de guamos, yarumos,
chaviacos, tocuas, plátano, lancillos, peperos, por la especie
caturro que se desarrolla en gran parte a cielo abierto.
Según Gabriel Silva, gerente de la Federación de Cafeteros de
Colombia, “La caficultura colombiana actualmente cuenta con cerca de
870 mil hectáreas cultivadas, de las cuales viven más de 550 mil
familias”. ¡Son 870 mil hectáreas que literalmente fueron
deforestadas para sembrar pequeños arbustos de caturro y ahora
variedad Colombia!. 870 mil hectáreas en las que se sacrificaron
cerca de 500 millones de árboles y otros tantos en especies menores.
Este proceso de deforestación lo registra Don Nicolás Suescún, en un
artículo titulado “Colombia, metáfora y paradoja. El país visto
desde la poesía” y en cuyos apartes se lee:
“También hay poetas exóticos, que se mueven y respiran el aire de la
cultura y la música europea, y que nos hablan de países extraños, y
de la bohemia que es el más extraño de todos los países, habitada
por seres nocturnos extremadamente pálidos y brillantes. El mayor de
ellos, pero también el más colombiano, es León de Greiff, porque
como dijo Jorge Zalamea, a Colombia, a la sociedad, lo ata el
“vínculo del idioma”, que nadie ha manejado con mayor destreza y
virtuosísmo. Todas las formas poéticas y parece que todas las
palabras, y centenares de palabras inventadas o rescatadas del
olvido y que solo quedarán en su obra. Pero hay en ella una visión
única y descarnada, llena de gracia y de humor, de la realidad
circundante, que para él fue el proceso de la colonización
antioqueña.
Otra cosa es la acción viril, talando montes,
esguazando torrentes, desnarigando breñas, rompiendo la roca del oro,
desdoncellando la tierra germinadora,
vagando primitivo bajo el sol –sobre lentas
aguas o procelosas– indolente:
o haciendo versos, haciendo versos
lejos de la algazara citadina, lejos del vocerío
de aquestos pajarotes que alborotan y aturden
y se roban el grano…
Este fragmento es uno de los tantos en su obra que
pintan esa saga, que taló los árboles centenarios de la propia
Antioquia y de Caldas, Quindío, Risaralda y el norte del Tolima,
labor destructora que fue continuada por los cultivadores del café
caturro que talaron los maravillosos y centenarios bosques a la
sombra de los cuales se daba el mejor café del mundo. Fue este un
proceso similar al de la conquista pacífica de cualquier país. Pero
la historia de Colombia ha sido la historia de la depredación, de la
destrucción constante de la tierra, y ahora tenemos esas grandes
haciendas utilizadas, ahora para enterrar a decenas de miles de
personas inocentes… descuartizadas.”
Y don Andrés Hurtado García, un caminante aventurero que ha
recorrido toda la epidermis de Colombia, en artículo titulado
“Colores de Colombia. Verde” publicado en la revista Avianca de
marzo de 2001, dice lo siguiente:
“En el principio fue el café arábigo. Verde - oscuras las hojas de
unos arbustos entrañables sombreados por plátanos de color verde
alegre o por guamas de tonalidad verde brillante. En el cafetal
había para todos: granos rojos para la familia y para el progreso, y
guamas, guayabas agrias, zapotes y naranjas para los pájaros y los
muchachos. Los paisas crecieron el monte, comiendo guamas y
bañándose en el río.
Luego vendría a mezclarse el caturro, que no exige sombra; verde
también. Diseminadas entre ese verde amontonamiento de arbustos que
son los cafetales se encuentran las casas de las fincas. La
arquitectura cafetera es la única que ostenta orgullosa personalidad
en Colombia: Casas de madera con corredores en todo el derredor,
pintadas en colores vistosos y chillones pero no chocantes. Y
toches, azulejos, cardenales y loros revoloteando en los árboles
vecinos. Por ello los quindianos y luego los risaraldenses y los
caldenses comenzaron a ofrecer a Colombia un turismo de alta calidad
espiritual, cultural y humana, amén de paisajística y entrañable,
como es el agroturismo de las fincas cafeteras.”
Y a todo lo anterior Colombia ha tenido que sumar la ruina vegetal,
la pérdida de especies y el deterioro de sus recursos naturales
debido a un conflicto armado interno o a la presencia de grupos
ilegales o guerrilleros, para este caso el nombre es lo de menos,
pues solo añoramos que termine la debacle.
A este conflicto se refirió Don Fernando Estrada Gallego, en nota
publicada en El Tiempo, el 18 de septiembre de 2007, y de la que
tomo los siguientes apartes:
“Las investigaciones sobre cambio climático y conflicto merecen un
capítulo especial en el caso de Colombia. Veamos por qué.
Necesitamos estudiar cuánto ha afectado el conflicto armado la
redefinición territorial de las poblaciones en zonas estratégicas de
paramilitares y guerrilla(13).
Las variaciones y los cambios de clima derivados de la sustitución
de cultivos tradicionales por la hoja de coca. En el caso de Urabá y
el Bajo Cauca Antioqueño, los estudios demuestran que la
transformación del medio ambiente se relaciona con los monocultivos
de palma de aceite y una concentración de tierras despojadas a
poblaciones desplazadas por guerrilleros y paramilitares. Que los
proyectos agroindustriales derivados de la palma de aceite y la
prospectiva para generar riquezas con base en los biocombustibles
han tenido costos sociales muy altos.
Sencillamente, los empresarios deberían poder reflejar que sus
inversiones en estas regiones no han estado manchadas por crímenes y
masacres.”
Agrego que los criminales pretenden abonar la patria con el humus de
los cadáveres.
El título de este ensayo es el de una canción del maestro Jorge
Velosa, un artista campesino, nacido en el bellísimo departamento de
Boyacá, cuna de la libertad, formado intelectualmente en la
Universidad Nacional como médico veterinario y promotor del género
musical denominado carranga. Uno de sus trabajos se llama EN CANTOS
VERDES y una de sus canciones PÓNGALE CARIÑO AL MONTE, cuyos apartes
rezan:
El monte se está acabando / Y lo seguimos quemando
Y lo seguimos talando / el monte se va a morir.
………
¿Qué será de mí? / ¿Qué será de él?
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer…?
………..
Si el montecito es el agua / Si el monte es la vida entera
¿Por qué de tan cruel manera / Lo ponemos a sufrir?.
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer?
Y seguramente lo único que no debemos seguir
haciendo es acuerdos internacionales, dictando leyes y creando
comités. Lo que debemos hacer es parar la tala de los bosques e
incentivar y estimular la resiembra de los terrenos que están en vía
de volverse desiertos, con especies nativas para imitar la
naturaleza. Todo lo demás es simple ejercicio intelectual o
político.
Y al lado de la pérdida del bosque se ha vivido la extinción y
muerte de la fauna, algunas de cuyas especies están definitivamente
perdidas y simultáneamente hemos registrado la desaparición de las
fuentes de agua.
Vuelvo con don Andrés Hurtado García, quien en un artículo cuya
fecha no tengo registrada, “nos invita por las buenas” para que
reflexionemos sobre la necesidad de preservar los bosques y las
fuentes de agua. Dice en su columna:
“Y con dolor he visto, veo cómo desaparecen los bosques nativos, los
de las cordilleras y los de las selvas bajas. Tengo la infinita
desgracia de haber fotografiado ríos hermosos y al volver a los años
a contemplarlos de nuevo me he encontrado con cauces secos y
pedregales. Algunos ríos secos se rellenaron para utilizar este
espacio desperdiciado.
Oiga Colombiano: nosotros éramos hasta hace poco el cuarto país del
mundo en riqueza de agua, y ahora somos el 25, el vigésimo quinto.
Oiga hermano, nos estamos quedando sin agua. En el gobierno anterior
estuvimos un año, la cuarta parte del gobierno presidencial sin luz;
y ahi vamos. Pero sin agua no podemos vivir. Oiga compatriota,
piense usted en lo terrible que será abrir la llave y no tener agua
para comer, para lavar la ropa, para bañarse, para todo…
Si usted tiene hacienda o una tierrita cuide los nacimientos de
agua. Siémbreles a la redonda y a todo lo largo del cauce árboles
nativos y matas de las que favorecen el agua; no siembre ni pinos ni
eucaliptos por que la chupan. No tema perder unos metros de potrero
o de sembrado si a cambio asegura el agua. Mientras más bosque
siembre, mejor. Y vaya de vez en cuando para que sienta la emoción
de ver cómo el agua, el agua pura, fresca y de la vida, va
aumentando.”
En marzo de 2006, a raiz del IV Foro Mundial del Agua, que se
celebró en la ciudad de México, se afirmó que según estudios serios,
dentro de 20 años Colombia tendrá un déficit del 70 por ciento de
agua y que el panorama hídrico mundial es desolador. El consumo se
multiplicó por seis en el siglo XX y solo el 3 por ciento del
líquido del planeta es potable. No es para menos. La falta del
líquido y de medios de evacuación provoca entre 8.000 y 25.000
muertes diarias, de las cuales la mitad es de menores de edad, según
estudios de organismos internacionales como ONU, OMS, UNESCO y
UNICEF. Posiblemente las guerras del futuro no serán por el
petróleo, el oro negro, sino por el agua, el oro cristalino, como lo
llamó en reciente homilía el Papa Benedicto XVI.
La imaginación de los ecologistas de la catástrofe ha puesto a
circular a través de correos electrónicos una “Carta escrita en el
2070” y en la que un anciano moribundo de 50 años, recuerda que
cuando tenía cinco años, había muchos árboles en los parques, las
casas tenían bonitos jardines y él podía disfrutar quedándose debajo
de la ducha por una hora. Recuerda que había muchos anuncios que
decían “CUIDA EL AGUA”, pero se pensaba que el agua jamás se podía
terminar. Al final su hija le pregunta: ¡Papá! ¿Por qué se acabó el
agua? Y el responde: Porque pertenezco a la generación que terminó
destruyendo el medio ambiente o simplemente no tomó en cuenta tantos
avisos. ¡Cómo me gustaría volver atrás y hacer que toda la humanidad
hubiera comprendido esto... cuando todavía se podía hacer algo para
salvar nuestro planeta Tierra!
El mensaje debe quedar en la mente de cada uno de los vivientes del
año 2007.
Y como algo positivo que debe registrarse, comparto la tarea que
hace el Comité Departamental de Cafeteros de Cundinamarca en varios
municipios en alianza con el Banco alemán KFW, (Kreditanstalt für
Wiederaufbau, Banco de Crédito para la Reconstrucción) para
incentivar la conservación y el enriquecimiento del bosque:
1. Para las fincas que poseen bosques naturales adecuadamente conservados, se fomenta su protección mediante un incentivo económico.
2. En las áreas de bosques naturales que se encuentran rodeados de zonas ganaderas, se adelantan actividades para aislarlas del ganado. Se promueve la plantación de cercas vivas.
3. En aquellas áreas donde existían bosques naturales que requieran incrementar el numero de árboles por unidad de área, se plantarán 120 árboles por hectárea de especies maderables para aumentar la diversidad y promover las especies forestales en el municipio.
4. Solamente se trabajará café con sembrío de especies maderables en una densidad de 250 árboles por hectárea.
Esta experiencia no ha sido exitosa, porque solo
algunas especies maderables han sido nativas o se han adaptado al
ecosistema. Los robles no superaron la prueba de aclimatación.
No menos importante es registrar que en varios municipios de
Cundinamarca(14),
para estimular la preservación del bosque y de las fuentes hídricas
se concede un descuento hasta del 50% del valor del impuesto
predial, según la densidad del bosque comprobada por la Umata(15).
Y el Estado también es depredador
El Estado, una ficción jurídico política, cuyo
concepto es inacabado, por actos u omisiones de sus funcionarios,
más por estas que por aquellos, también contribuye a la depredación
del medio ambiente.
La equivocada sustitución del cultivo del café, a la que hice
referencia, compromete la responsabilidad del Estado. La tolerancia
en la explotación antitécnica de los hidrocarburos y sus derivados,
así como del carbón a cielo abierto, ha puesto en alerta a las
comunidades indígenas, dueñas de la madre tierra. La política de
fumigación aérea para combatir los cultivos de marihuana y de coca
ha causado estragos en las poblaciones olvidadas de la selva,
expuestas a ser devoradas por la manigua, despertaron con el ruido
ensordecedor de los aviones que los lavan, junto con sus cultivos y
ganados con glifosato, un veneno tipo II, que no distingue entre
marihuana y cultivos de pan coger como la yuca y el plátano o el
cuerpo de una bestia o de una animal salvaje o silvestre. Colombia
tiene pendiente un gran pleito que posiblemente le iniciará Ecuador
por las fumigaciones para controlar el incremento de cultivos sobre
la margen del río Putumayo.
Esta reflexión es independiente de las consideraciones políticas que
se han generado por los operadores de las empresas transnacionales
con las que se ha contratado la explotación del vientre de la tierra(16).
El marco legal
A nivel internacional
A nivel internacional y subregional existen
protocolos, convenios y declaraciones que de manera específica
comprometen a los países firmantes para realizar acciones tendientes
a la recuperación y protección del ambiente, de tal manera que los
habitantes de cada país puedan gozar del derecho a un ambiente sano.
Entre los más importantes, por su relación con el tema desarrollado,
me permito citar los siguientes:
El Convenio de Ginebra de 1949, que establece que en la realización
de la guerra se velará por la protección del medio ambiente natural
contra daños extensos, duraderos y graves.
La Declaración de Estocolmo de 1972, sobre el medio humano que es
semilla del derecho ambiental internacional.
El Protocolo de Montreal de 1983, relativo a las sustancias que
agotan la capa de ozono. Este Protocolo fue enmendado en 1992.
El Convenio de Viena, de 1985 que declara que los firmantes son
conscientes del impacto potencialmente nocivo de la modificación de
la capa de ozono sobre la salud humana y el medio ambiente y
recuerdan las disposiciones pertinentes de la Declaración de la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, y en
especial el principio 21, que establece que, de conformidad con la
Carta de las Naciones Unidas y con los principios del derecho
internacional, “los Estados tienen el derecho soberano de explotar
sus propios recursos en aplicación de su propia política ambiental y
la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo
bajo su jurisdicción o control no perjudiquen el medio de otros
Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional”.
La declaración de Río de 1992 que contempla los principios
universales y del desarrollo sostenible, y por la cual se consagró
el principio de que el desarrollo económico, la cohesión social y la
protección del medio ambiente eran inseparables y formaban parte de
un mismo conjunto.
El protocolo de Kyoto, Japón, de 1997, por el que se acordó reducir
la emisión de gases de invernaderos y que los 39 países más
industrializados reducirán sus emisiones de gases a un 5.2 %. En la
práctica, los acuerdos han sido incumplidos y en algunos casos
algunos representantes de países ricos ni siquiera han firmado.
En el Protocolo de Kyoto, Japón, se acordó que los países
industrializados deben reducir la emisión a la atmósfera de 6 tipos
de gases de invernadero, que contribuyen al calentamiento global, en
un mínimo de 5.2% en el período comprendido entre 2008 y 2012.
El próximo 3 de diciembre en Bali, se revisará el protocolo de
Kyoto, para facilitar su firma y porque según piensa el Señor
Secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, “Debemos asegurarnos de
que nuestros nietos no tendrán que sufrir las consecuencias y
preguntarse por qué fracasamos en esto”.
A nivel constitucional
La Constitución Colombiana de 1991, es una de las
que más protege el Estado Social de Derecho en el mundo y la H.
Corte Constitucional ha sido guardiana de su integridad y ha
garantizado la protección real de los derechos que se consagran a
favor de los individuos, la comunidad y la sociedad.
Entre esos derechos está el de la vida y vivienda dignas y el del
ambiente sano, cuya protección ha sido objeto de pronunciamientos en
acciones de tutela y por vía administrativa en acciones populares o
de grupo para la defensa de los derechos colectivos.
Del estudio sistemático de la Carta, la H. Corte Constitucional
llegó a la conclusión de que, inmersa en su contenido, hay una
constitución que denominó ecológica y a la cual se refiere, entre
otras muchas providencias en la sentencia C- 375 de 1994, Mag. Dr.
Antonio Barrera Carbonell, en los siguientes términos:
“MEDIO AMBIENTE. Preservación y restauración. CONSTITUCIÓN
ECOLÓGICA. Se justifica también la constitucionalidad de las normas
examinadas desde el punto de vista ambiental, bajo el entendido de
que le corresponde al Estado no sólo la obligación de preservar y
restaurar los recursos naturales y el ambiente, sino prevenir las
consecuencias ambientales de las contingencias del mundo físico, y
proveer lo indispensable para reparar los daños que las
eventualidades de la naturaleza indicada pudieren ocasionar. La
Constitución de 1991 contiene un variado número de preceptos en
materia ambiental que la han identificado como una Constitución
ecológica”.
Y en Sentencia C-299/99, Magistrado Ponente, Dr. Fabio Morón Díaz,
reitera la existencia de la Constitución Ecológica, cuando afirma:
“Dentro de esta perspectiva, debe esta Corporación reiterar que el
derecho a gozar de un ambiente sano le asiste a todas las personas
habitantes del territorio nacional, de modo que su preservación, le
impone un deber permanente a todas las autoridades públicas y aún
inclusive a los particulares de proteger el sistema medio ambiental
con su correspondiente biodiversidad, como quiera que los efectos
ambientales repercuten dentro de algunas zonas geográficas, por
algunas actividades humanas, ello implica que, como en el caso sub
examine la ley de regalías haya dotado a las autoridades
correspondientes de disposiciones jurídicas, como la demandada, que
permiten a la Comisión Nacional de Regalías, mediante la
redistribución de regalías, proteger la diversidad e integridad del
ambiente y conservar áreas de especial protección ecológica en los
municipios que constituyen áreas geográficas por donde se
transportan recursos naturales no renovables. Todo ello, dentro del
desarrollo de los principios ecológicos modernos, que la
Constitución del 91 introdujo dentro de una Constitución ecológica
que pretende regular las relaciones entre la sociedad, su aparato
productivo y la naturaleza, conforme a los principios del desarrollo
sostenible, y cuyo propósito esencial es la protección del medio
ambiente sin sacrificar el desarrollo económico de la sociedad. En
efecto, la Carta de 1991 consagró la tutela al medio ambiente
mediante una dimensión ecológica pues de un lado aparece el derecho
de todas las personas a gozar de un ambiente sano, y finalmente, de
la Carta se deriva un conjunto de obligaciones impuestas a las
autoridades públicas y a los particulares, principio que irradia
todo el ordenamiento jurídico”.
No existe duda de que la Constitución quiere una Colombia con un
ambiente sano, que en términos de doctrinantes argentinos equivale a
un Estado sano o ecológico, y así lo ratifica el H. Consejo de
Estado, SECCIÓN TERCERA, en acción popular para pedir protección al
medio ambiente, consejera ponente, Dra. RUTH STELLA CORREA PALACIO,
en sentencia de fecha 16 de abril de 2006, en los siguientes
términos:
“La protección constitucional del medio ambiente sano prevista en
nuestro ordenamiento Constitucional en los artículos 8º, 49, 58
inciso segundo, 79,80 88, 95.8, 268.7, 317, 332, 334, 339, 340 y 366
de la Carta, refleja la preocupación del Constituyente de 1991 por
la tutela efectiva de un derecho colectivo cuyo desarrollo normativo
es reciente. Sistema normativo constitucional ecologista, preocupado
por el desarrollo sostenible, que encuentra en la acción popular un
instrumento idóneo y eficaz para su tutela efectiva, en el marco de
lo que la jurisprudencia constitucional denomina Constitución
Ecológica, como conjunto articulado de disposiciones fundamentales
que regulan las relaciones entre la sociedad y la naturaleza, en
orden a proteger el medio ambiente”(17).
A todo lo anterior debe sumarse la riqueza legal que permite, por
desgracia de una manera no sistematizada y armónica, la protección
del medio ambiente, en muchos casos de forma que no pasa de la
simple retórica.
A nivel legal
De la innumerable lista de leyes hasta
resoluciones y directivas del más lejano inspector de recursos
naturales, solamente me permito traer a la memoria las siguientes:
La ley 3 de 1961 por medio de la cual se creó la Corporación
Autónoma Regional de la Sabana de Bogotá y de los Valles de Ubaté y
Chiquinquirá, origen de las 26 que existen en la actualidad, como
entes corporativos de carácter publico, dotados de personería
jurídica, autonomía administrativa y financiera, patrimonio propio e
independiente y cuyos funciones en una larga enumeración tienen como
finalidad la de administrar dentro del área de su jurisdicción, el
medio ambiente y los recursos naturales renovables y propender por
su desarrollo sostenible, de conformidad con las disposiciones
legales y las políticas del Ministerio del Medio Ambiente.
El Código de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio
Ambiente, expedido mediante Decreto con fuerza de ley No. 2811 de
1974.
Ley 99 de 1993, por medio de la cual se creó el Ministerio del Medio
Ambiente, compleja autoridad administrativa que se apoya en el
Viceministerio de ambiente, en el Viceministerio de vivienda y
desarrollo territorial y en el Viceministerio de agua y saneamiento
y que tiene que entenderse, de manera armónica como lo ordena la
Constitución, para garantizar a los seres humanos una vida saludable
y productiva en armonía con la naturaleza, con el numeroso Consejo
Nacional Ambiental, el cual está integrado por los siguientes
miembros:
• El Ministro del Medio Ambiente, quien lo presidirá.
• El Ministro de Agricultura.
• El Ministro de Salud.
• El Ministro de Desarrollo Económico.
• El Ministro de Minas y Energía.
• El Ministro de Educación Nacional.
• El Ministro de Obras Públicas y Transporte.
• El Ministro de Defensa Nacional.
• El Ministro de Comercio Exterior.
• El Director del Departamento Administrativo de Planeación Nacional.
• El Defensor del Pueblo.
• El Contralor General de la República.
• Un representante de los gobernadores.
• Un alcalde representante de la Federación Colombiana de Municipios.
• El Presidente del Consejo Nacional de Oceanografía.
• Un representante de las comunidades indígenas.
• Un representante de las comunidades negras.
• Un representante de los gremios de la producción agrícola.
• Un representante de los gremios de la producción industrial.
• El Presidente de ECOPETROL o su delegado.
• Un representante de los gremios de la producción minera.
• Un representante de los gremios de exportadores.
• Un representante de las organizaciones ambientales no gubernamentales.
• Un representante de la universidad elegido por el Consejo Nacional de Educación Superior -CESU-.
• Un representante de los gremios de la actividad forestal.
La ley 79 de 1986, por la cual se provee a la conservación del agua y se declaran áreas de reserva forestal protectora, para la conservación y preservación del agua todos los bosques y la vegetación natural que se encuentren en los nacimientos de agua permanentes o no, en una extensión no inferior a doscientos (200) metros a la redonda, medidos a partir de la periferia y todos los bosques y la vegetación natural existentes en una franja no inferior a cien (100) metros de ancho, paralela a las líneas de mareas máximas, a cada lado de los cauces de los ríos, quebradas y arroyos, sean permanentes o no y alrededor de los lagos, lagunas, ciénagas o depósitos de agua que abastezcan represas para servicios hidroeléctricos o de riego, acueductos rurales y urbanos, o estén destinados al consumo humano, agrícola, ganadero, o la acuicultura o para usos de interés social.
La ley 1021 de 2006, por la cual se expide la Ley General Forestal,
y que tiene por objeto establecer el Régimen Forestal Nacional,
conformado por un conjunto coherente de normas legales y
coordinaciones institucionales, con el fin de promover el desarrollo
sostenible del sector forestal colombiano en el marco del Plan
Nacional de Desarrollo Forestal. Declara de prioridad nacional e
importancia estratégica para el desarrollo del país la conservación
y el manejo sostenible de sus bosques naturales y el establecimiento
de plantaciones forestales en suelos con vocación forestal, los
mismos que se ejecutarán en armonía con los instrumentos relevantes
de Derecho Internacional de los que la República de Colombia es
parte signataria y se crean acciones para detener la deforestación y
la tala ilegal de los bosques, así como para promover el desarrollo
sostenible del sector forestal, las cuales deberán ser adoptadas y
ejecutadas de manera conjunta y coordinada entre el Estado, la
sociedad civil y el sector productivo, propendiéndose al acceso
equitativo a los recursos y a su aprovechamiento integral, en el
marco de los requerimientos básicos para la conservación de los
ecosistemas y su diversidad biológica.
Las leyes 599 de 2000 y 1028 de 2006, artículos 327-A hasta 338, que
sancionan los delitos de apoderamiento de los hidrocarburos, sus
derivados, biocombustibles o mezclas que los contengan y otras
disposiciones y las conductas contra los recursos naturales y el
medio ambiente. Los primeros ponen en grave peligro el medio
ambiente de manera puntual cuando los delincuentes toman el
hidrocarburo del oleoducto o del gasoducto y se causan incendios o
derrames del producto que al final llega a las fuentes hídricas. Los
segundos, son daños causados directamente en el recurso natural o en
el medio ambiente y cuya aplicación debe armonizarse con las normas
de los códigos de policía que se aplicarán cuando la lesión al bien
jurídico tutelado no configure delito y deba calificarse como
contravención.
Por ser abogado defensor de la familia, debo recordar que la ley
1098 de 2006, Código de la Infancia y la Adolescencia, tiene, entre
otras, como finalidad garantizar el pleno y armonioso desarrollo de
los menores en un ambiente de felicidad, amor y comprensión para
asegurarles su derecho a una buena calidad de vida, recreación y
vivienda segura, dotada de servicios públicos esenciales en un
ambiente sano, en condiciones de dignidad.
La protección legal del medio ambiente en los códigos de policía o
de convivencia ciudadana
Los códigos de policía, de convivencia ciudadana, son normas que
regulan el buen vivir en la polis, o lo que es lo mismo, en la
ciudad. Al decir del Código del Departamento de Antioquia,”tienen
por objeto la preservación, el mantenimiento y el restablecimiento
del orden público, mediante la regulación del ejercicio de derechos
y libertades públicas, el cumplimiento de los deberes correlativos y
el desarrollo de la función y la actividad de policía, cuya
finalidad es la de asegurar las condiciones necesarias a los
habitantes, para garantizar el mantenimiento de la convivencia
pacífica, el respeto de los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución y los Tratados Internacionales”.
Los principios rectores para lograr los fines enunciados son la
solución de conflictos mediante la conciliación, la prevención de
conductas ilícitas, el restablecimiento del orden público, la
educación masiva para la convivencia en paz, la tolerancia para el
logro de una cultura pedagógica que permita la construcción de una
nueva sociedad, en la que haya un espacio sano para el libre
desarrollo de los seres humanos y de toda la comunidad, la
solidaridad de los particulares en su vida pública y privada, la
primacía del interés general para garantizar el goce de los derechos
fundamentales constitucionales consagrados en favor de las personas,
la igualdad que, mediante la aceptación de las diferencias, permite
el reconocimiento de los derechos de las personas que por su
condición económica, física o mental se encuentren en circunstancias
de debilidad manifiesta, y el respeto de la dignidad humana que
permite garantizar a los individuos los derechos que le corresponden
por el solo hecho de existir.
La policía previene la comisión de ilícitos y debe educarse al
individuo de tal manera que forme barreras morales o culturales que
le impidan violar la ley, siendo él mismo el primer policía que
vigile sus actos. Esto es lo que se denomina cultura ciudadana y que
en la voz de La Corporación Risaralda Etica, CREE, “forma ciudadanos
animados por la voluntad de contribuir a que la sociedad sea cada
vez más justa, transparente y civilizada, mediante el
fortalecimiento de la cultura ciudadana, a través de la educación en
valores éticos, el estímulo de la participación y la convivencia,
así como la consolidación de la democracia y el desarrollo de
actividades que velen por el manejo eficiente y honesto del
patrimonio público”.
Un ciudadano culto, entenderá, por ejemplo, que el semáforo es una
autoridad que le habla para indicarle cuándo puede avanzar y cuándo
debe esperar y que un recipiente de desechos es como el banco en el
que debe depositar esa riqueza inapreciable que despectivamente se
denomina basura, la que inadecuadamente manejada y vertida a los
ríos y quebradas lenta e imperceptiblemente se va apoderando del
cauce hasta cuando llegue el momento en el que los ríos se desmadren
y los mares se enfurezcan y les pasen cuentas a quienes osaron
ocupar sus lechos y fondos naturales.
En los códigos de policía, están las primeras normas que protegen el
medio ambiente, la flora, la fauna y el agua.
Es así como previene y sanciona toda conducta que se considere como
desorden doméstico, tales como las discordias que causen escándalo o
hagan temer la comisión de una conducta punible, entre los miembros
de una familia o cuando los conflictos referidos, se presenten entre
personas que habitan una casa común. Estos “pequeños desórdenes”
pueden ser la causa de hechos que atenten contra el ambiente sano,
que no debe considerarse solamente en su dimensión física, sino
también en su aspecto afectivo y espiritual.
Respecto del ambiente físico se encuentran normas que disponen que
las autoridades de policía actuarán en coordinación con las
entidades administrativas, encargadas de la protección del ambiente,
y les prestarán la colaboración necesaria en la ejecución de sus
decisiones; que los Alcaldes, Inspectores de Policía y los
Corregidores Municipales promoverán con las entidades cívicas y
establecimientos educativos, campañas permanentes de protección
ambiental y conservación de la flora y la fauna; que se prohíbe
arrojar, depositar o mantener desechos de cualquier naturaleza,
basuras o residuos en general, en los andenes, antejardines, lechos
de los ríos y quebradas, lotes sin edificar, áreas de inundación,
vías, desagües y demás sitios donde estos puedan ocasionar
contaminación o causar perjuicio a terceros, que se prohíbe arrojar
o depositar animales muertos, en los sitios enunciados, que está
prohibido lavarse, bañarse, lavar animales, vehículos a motor o
similares, dejar nadar o beber animales, arrojar cualquier tipo de
producto u objeto o enturbiar el agua, que se prohíbe prender fuego
en las vías públicas o cerca de viviendas o locales comerciales y
que los Alcaldes, en coordinación con las autoridades competentes,
desarrollarán y promoverán programas que estimulen el reciclaje o
manejo de residuos con las características especiales de cada
municipio, y, en particular, según las costumbres locales de
recolección de basuras o desechos.
Respecto del estímulo considero valioso destacar el Código de
Convivencia del Departamento del Meta que contempla que el
cumplimiento de las normas debe hacerse más por tener calidad de
vida y respeto por la comunidad, que por la amenaza de castigos.
Para lograr este alto grado de civilización se deben organizar
caminatas ecológicas y jornadas de siembra de árboles y debe
estimularse a los ciudadanos, y por supuesto que también a los
menores de edad, para que participen en actividades comunitarias y
conferir incentivos a quienes reutilicen los escombros y hagan
reciclaje. No menos importante es resaltar que en el Departamento
del Meta, se creo el PREMIO AL BUEN CIUDADANO para aquellas personas
que sobresalgan por sus servicios para mejorar la calidad de vida de
sus conciudadanos.
Respecto de la tutela del medio ambiente debe destacarse que en los
códigos de Policía de los departamentos del Meta y del Valle, se
encuentran normas para proteger a los equinos, vacunos y caninos,
darles buen trato, evitar que sus cadáveres sean arrojados a las
vías públicas, contaminen el agua. Se estimula la prevención y
control de incendios y calamidades conexas, seguramente para que
Colombia no tenga que vivir el fuego(18)
que en agosto de 2007, arrasó la gente, la historia y los olivos
centenarios de Grecia, en gran parte, afirman los expertos, debido
al cambio climático(19).
También hay normas para velar por la protección y vigilancia de los
Recursos Naturales Renovables por ser patrimonio de la comunidad, de
tal manera que no se pueden talar los bosques, montes, rastrojos o
potreros en laderas y nacimientos de aguas o márgenes de corrientes,
lagunas y demás depósitos naturales de agua.
Está prohibido el comercio de animales silvestres, y los decomisados
deberán ser entregados a la entidad competente para que proceda a su
reubicación o liberación al medio natural de origen.
Se debe vigilar para que en el ejercicio de la pesca o de las
actividades relacionadas con ella, no se cometan actos o conductas
que atenten contra la conservación de los recursos hidrobiológicos,
tales como empleo de explosivos, barbasco y sustancias venenosas que
causen la muerte o aletargamiento de las especies o daño a sus
refugios o criaderos o contaminen las aguas donde tengan su hábitat.
Y se debe velar porque se cumplan las disposiciones legales
actualmente vigentes en materia de aguas, incluyendo el control de
la contaminación del recurso hídrico y la especial protección de las
playas, lagos, lagunas, ríos, humedales, madre viejas y chucuas.
Y quien sin autorización del funcionario competente corte, arranque
o destruya los árboles, arbustos, flores, frutos y prados de las
plazas, parques, jardines y vías públicas, incurrirá en multa de uno
(1) a cinco (5) salarios mínimos legales diarios vigentes, pero no
se le obliga a sembrar y cuidar, hasta su crecimiento de
supervivencia, por lo menos tres árboles por cada uno que haya
sacrificado.
La educación y la formación de cultura ciudadana
El Código Nacional de Recursos Naturales(20),
dispone que el Gobierno procurará incluir cursos sobre ecología,
preservación ambiental y recursos naturales renovables en los
programas de educación primaria, secundaria y universitaria. En el
plan nacional de desarrollo 2003-2006 se recomienda implementar la
política nacional de investigación ambiental y la política nacional
de educación ambiental.
La verdad es que el Gobierno no ha procurado incluir una verdadera
educación ecológica, ni ha implementado una sana educación ambiental.
Hasta el 2005, en los colegios de educación secundaria, ahora
educación básica y media, en los colegios, se dictaron 40 horas años
de ecología. Luego del 2005 la clase se llama ciencias naturales y
educación ambiental y se enseñan solamente 10 horas año por grado.
Los temas a desarrollar quedan a discreción del docente. Por medio
del decreto 1743 de 1994, se regulan los proyectos ambientales
escolares, conocidos como PRAE y su desarrollo queda también a
discreción del docente y en muchos colegios, o instituciones
educativas como ahora se llaman, todavía no ha habido un profesor
indiscreto que apadrine el proyecto.
A Todo lo anterior hay que sumar que muchos colegios en las ciudades
son moles de cemento, sin ningún elemento ecológico y que los que
tienen el privilegio de contar con una zonas verdes las destinan
para prados y canchas de balompié, o simplemente no cuentan con los
recursos mínimos para formar una cultura ecológica, por lo menos
básica, Esta área es opcional y para muchos estudiantes es
degradante porque consideran que la vida en el campo es para
personas incultas o desprovistas del recurso económico necesario
para gozar del hedonismo de la ciudad.
Al margen de esta triste realidad, merece la pena mencionar que los
colegios CHAMPAGNAT, dirigidos por los hermanos maristas, se han
comprometido en la teoría y en la práctica con proyectos ecológicos
bajo el lema del gran poeta Porfirio Barba Jacob, “El corazón del
campo te dará su vigor para entrar en el último sueño”. Las salidas
ecológicas tienen como finalidad poner a los estudiantes en contacto
con la naturaleza, sentir la paz del campo, aficionarlos a ella y
traerles descanso y salud.
Y para tomar conciencia sobre la necesidad de recuperar y proteger
el medio ambiente, se ha dado a luz al llamado CALENDARIO ECOLÓGICO,
para celebrar desde el 26 de enero hasta el 29 de diciembre, los
siguientes días de reflexión, para la mayor parte del planeta
totalmente desconocidos:
Día nacional de la educación ambiental, día internacional de los
humedales, día internacional del control biológico, día mundial del
agua, día mundial del clima, día mundial de la tierra, día nacional
del reciclaje, día mundial de los bosques, día mundial sin tabaco,
día mundial del medio ambiente, día latinoamericano de las frutas,
día contra los desechos nucleares, día mundial de la biodiversidad,
día mundial de la preservación de la capa de ozono, día mundial del
hábitat, día nacional de las aves, día del árbol, día ambientalista
latinoamericano y día internacional de la diversidad biológica.
De los mensajes y reflexiones que he transcrito se debe concluir que
la responsabilidad de la recuperación y del cuidado del medio
ambiente no es sólo de las grandes empresas, de los gobiernos y de
la aplicación de las sanciones a que se hacen merecedores quienes lo
dañan, sino también de los particulares como expresamente lo ordena
el Art. 2 de la ley 23 de 1973, que es el aspecto sobre el cual
quiero que se tome conciencia con este ensayo. De los miles de
correos electrónicos que me llegan sobre el tema, traslado el
siguiente aparte:
“Lo que cada habitante de la Tierra haga para prevenir estos
fenómenos es clave para salvar el planeta, nuestras vidas y las de
nuestras futuras generaciones. Contempla la ley de las tres erres
que debemos, Reciclar, Reducir el consumo innecesario e
irresponsable y Reutilizar los bienes. Al recuperar cajas de cartón
o envases contribuimos a que se talen menos árboles, encargados de
capturar metano y de purificar el aire. Al reutilizar 100 kilogramos
de papel se salva la vida de al menos 7 árboles”.
Acciones ante las autoridades
Ante el peligro de daño del medio ambiente o ante
un daño real, de oficio los funcionarios encargados de velar por la
preservación del entorno vital y la defensoría del pueblo, la
Contraloría general, la Procuraduría, las Personerías y los
particulares en interés de la defensa de un derecho colectivo o de
uno personal, pueden interponer las acciones legales con las cuales
debe recibirse una protección mas o menos inmediata para evitar el
perjuicio o para reparar el causado.
Referiré solo una muestra de los resultados de algunas acciones
interpuestas ante las autoridades.
Ante las inspecciones de policía
Existe un Código Nacional de Policía expedido en el año de 1970, cuya revisión está prevista para el año 2008. En cada departamento y en Bogotá D.C. hay un código de policía o de convivencia, cuyas normas son recientes y en las que se amparan los recursos naturales. Los daños al medio ambiente se sancionan con multa y cuando se trata de tala de árboles, además con reposición de un número de plantas que permita recuperar el daño causado.
Las CAR
Tienen facultad para sancionar al infractor de las
normas sobre protección ambiental o sobre manejo y aprovechamiento
de recursos naturales renovables, mediante resolución motivada y
según la gravedad de la infracción, entre otras, con multas diarias
hasta por una suma equivalente a trescientos (300) salarios mínimos
mensuales, liquidados al momento de dictarse la respectiva
resolución; amonestación verbal o escrita; suspensión de obra o
actividad, cuando de su prosecución pueda derivarse daño o peligro
para los recursos naturales renovables o la salud humana, o cuando
la obra o actividad se haya iniciado sin el respectivo permiso,
concesión, licencia o autorización.
Es importante aclarar que el pago de las multas no exime al
infractor de la ejecución de las obras o medidas que hayan sido
ordenadas por la entidad responsable del control, ni de la
obligación de restaurar el medio ambiente y los recursos naturales
renovables afectados y que las sanciones se aplicarán sin perjuicio
del ejercicio de las acciones civiles y penales a que haya lugar.
Las contralorías
El 28 de mayo de 2007, la Contraloría de Bogotá lanzó una campaña para proteger humedales capitalinos, con el objetivo de preservar el patrimonio que representan los doce humedales de la ciudad y concientizar a la ciudadanía acerca de la importancia de su preservación. La campaña se denomina “Siembra un humedal en tu corazón”.
La defensoría del pueblo
Ha seguido de cerca los procesos relativos a las acciones populares y de grupo y ha publicado y repartido varias publicaciones entre las que reseño “El derecho humano al agua” y “Los derechos colectivos y su defensa a través de las acciones populares y de grupo”. En el primero se hace un estudio sobre el agua en la Constitución, la jurisprudencia y los instrumentos internacionales. En el segundo reflexiona acerca de la naturaleza jurídica de los derechos colectivos, el trámite de la acción popular y de las acciones de grupo. Es muy fácil tener un ejemplar de esos trabajos.
Conceptos al Consejo de Estado
El Gobierno pidió concepto a la Sala de Consulta del H. Consejo de Estado sobre si las corporaciones autónomas regionales tienen competencia para la construcción, mantenimiento, administración, ejecución y operación de obras de infraestructura necesarias “para la defensa y protección o para la descontaminación o recuperación del medio ambiente y los recursos naturales renovables”, las cuales dentro de su función de saneamiento básico y mejoramiento ambiental puede comprender la ejecución de obras de acueductos urbanos y rurales, alcantarillado, tratamiento de aguas y manejo y disposición de desechos líquidos y sólidos, dentro de la jurisdicción de las entidades territoriales que las integran.
Acciones populares
Son resueltas por los jueces de lo Contencioso
Administrativo. En el proceso de F G L G contra el Municipio de
Popayán, por la construcción de un acueducto, el H. Consejo de
Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección Primera,
Consejera ponente: Dra. Martha Sofía Sanz Tobón, en sentencia de 25
de mayo de 2006, consideró:
“De lo anterior, esta Sala concluye, que si bien se han llevado a
cabo acciones tendientes a la potabilización del agua del acueducto
CALIBÍO-RÍO BLANCO-LA CABUYERA, estas no han sido suficientes para
lograr el mencionado objetivo, razón por la cual, deberán realizarse
las obras necesarias para lograr la potabilización del agua a fin de
que la misma, sea apta para el consumo humano.
Ahora bien, el responsable de que el agua llegue en óptimas
condiciones de consumo a los usuarios del acueducto CALIBÍO-RÍO
BLANCO-LA CABUYERA, es la Junta Administradora del Acueducto Rural
de las Veredas Río Blanco, Calibío y la Cabuyera, por ser la
prestadora del servicio de conformidad con el artículo 4 del Decreto
475 de 1998 que reza: En consecuencia, debe la Alcaldía de Popayán
como representante del Estado en el Municipio, estar atenta y
vigilante para que el servicio público sea prestado eficientemente.
En este caso, es su obligación velar por la prestación adecuada del
servicio de acueducto en CALIBÍO-RÍO BLANCO-LA CABUYERA”.
En la sentencia ordenó a la Junta Administradora del Acueducto Rural
de las Veredas Ríoblanco, CALIBÍO y la Cabuyera llevar a cabo, en un
término no superior a seis (6) meses las obras tendientes a la
potabilización del agua tal y como lo señala el Decreto 475 de 1998.
Tutela
El medio ambiente puede ser protegido por vía de
tutela cuando están amenazados derechos fundamentales como la salud
o la vida.
En Sentencia T-514/07, M. P. Dr. JAIME ARAÚJO RENTARÍA, la H. Corte
Constitucional resolvió el siguiente problema jurídico:
“De conformidad con los antecedentes expuestos con anterioridad,
esta Corporación deberá resolver el siguiente problema jurídico: ¿es
procedente la acción de tutela para la protección del derecho
colectivo a un ambiente sano, cuando además de salvaguardar este
derecho, se protegerían los derechos fundamentales a la salud,
integridad física y vida digna de quienes demandan en tutela?
La H. Corte respondió que sí es procedente y concedió a los actores
el amparo de los derechos a un ambiente sano y salud en conexidad
con integridad física y vida digna, respecto del Municipio de La
Cruz –Nariño–.”
Ante Fiscalía y Jueces Penales
No es abundante la actividad judicial respecto de los daños al medio ambiente, pero reseño que en noviembre de 1995, en el municipio de Soacha, vecino de Bogotá, fueron detenidas tres personas por talar árboles sin permiso de las autoridades ambientales y que en las noticias del primero de octubre de 2007, se informa que en el Municipio de Envigado, Antioquia, una persona fue condenada a 32 meses de prisión y a pagar una multa de 57 millones de pesos por haber talado, en junio de 2006, el bosque que había en un terreno de 6000 metros cuadrados.
Conclusiones y recomendaciones
Las mejores conclusiones y recomendaciones estarán en el colectivo de las respuestas que los lectores le den a la pregunta que en este trabajo nos hace el maestro Jorge Velosa, y que traigo a la memoria:
El monte se está acabando / Y lo seguimos quemando
Y lo seguimos talando / el monte se va a morir.
………
¿Qué será de mí? / ¿Qué será de él?
¿Qué será de todos? / ¿Qué vamos a hacer...?
_______________________________________
(1) Tomado del nombre de una canción, ritmo carranga, del autor colombiano JORGE VELOSA.
(2) Miembro de número de la Academia Colombiana de Jurisprudencia de Colombia. Especializado en Derecho Civil y de Familia. Creador del parque ecológico Vegaterapia, en La Vega, Cundinamarca, Colombia.
(3) DRAE. Vigésima primera edición.
(4) En Colombia existen, entre otras las siguientes instituciones: Umatas, Inspecciones de Policía, Secretarias del medio Ambiente, Secretarías de agricultura, Ministerio del Medio Ambiente, Ministerio de Minas, Ecopetrol, Corporaciones Autónomas Regionales, Contralorías Departamentales y Distritales, Fiscalías, Jueces Penales, Instituciones educativas y clases de ecología y facultades de medio ambiente.
(5) Don Antonio Caballlero, columnista de la Revista Semana No. 1323, de Bogotá, hace el siguiente comentario: “Se están acabando los pájaros, los caracoles de jardín, las mariposas. Todavía sobrevive un oso panda en el zoológico de Viena, y queda un cóndor en el escudo de Colombia, al lado del cuerno de la abundancia. Todo lo demás se acabó ya, o está acabándose, salvo las cucarachas. Y los seres humanos, claro. Porque la raíz del problema es la multiplicación desaforada de nuestra especie. El resto –el cambio climático, la desertificación, el descongelamiento de los polos, la contaminación, el agotamiento del agua dulce– es sólo consecuencia del crecimiento de la raza humana. Como a la ostra aquella, nos lo hemos comido todo”. Así como los grandes capitales se apropian de los recursos naturales y generan contaminación, así las ciudades que han crecido sin planeación, de alguna manera aumentan el riesgo de generación de contaminantes.
(6) Por la cual se concedieron facultades extraordinarias al Presidente de Colombia para expedir el Código de Recursos Naturales, conforme al Art. 76 de la Constitución de 1886.
(7) Como lo reseñé, soy abogado conocedor en gran parte del derecho civil, de familia y de menores.
(8) FRADIQUE-MENDEZ, Carlos. Coplas vegunas.
(9) El Apocalipsis es el último libro de la Biblia Cristiana y revela la manera como serán los juicios de Dios sobre el mundo y la Iglesia, cuando la vida de esta tierra se termine. ¿Y si en ese entonces no habrá tierra, ni habrá vida, para qué los juicios y a quienes se juzgará?
(10) La suma de los años en cada calendario es caprichosa. El mundo occidental acepta que estamos en año 2007, luego de Cristo, pero bien se podría tener otro referente y estar en el año 5000 o 1500.
(11) Vale la pena consultar en Internet, para informarse sobre esta importante discusión de la que debe salir una respuesta para solucionar los problemas que genera el calentamiento global.
(12) “La justicia asfixiada.” Editorial El Tiempo de Bogotá, del 28 de Septiembre de 2007. Y reza: “Para imaginar el grado de asfixia de la justicia penal colombiana por el alud de casos acumulados, basta con saber que en el 2005 ya había cerca de 800.000 procesos represados. Con la llegada del sistema oral se agilizó el tiempo de resolución, aunque también aumentó el número de denuncias -una señal de confianza, es verdad-. Pero eso, sumado a que no en todos los campos penales se aplica la oralidad, ha llevado a que el número de procesos estancados siga creciendo por encima de 100.000 cada año.
(13) El Señor Presidente de la República, Dr, Alvaro Uribe Vélez, afirma que su generación no ha tenido un solo día de paz completa. En suma son seis décadas, y más, de conflictos que han dejado cuantiosas pérdidas, muchas de ellas irremediables, en el medio ambiente.
(14) Entre ellos La Vega.
(15) Unidad Municipal de Atención Técnica Agropecuaria.
(16) Es fácil consultar textos sobre la explotación del petróleo en el Catatumbo y los llanos orientales y del carbón en la costa del mar Caribe. En la actualidad hay un debate entre el Ministerio de Minas y el del Medio Ambiente, respecto a la construcción de un nuevo puerto carbonero en Santa Marta. Una de las discusiones se dio entre la jefe de licencias del Minambiente y un representante de los afectados por la polución por el transporte del carbón en tren. La funcionaria afirma que la licencia para tender la línea férrea habilita al tren para transportar el carbón y la comunidad considera que el tren carbonero necesita de una licencia especial. La discusión lleva cerca de cinco años y mientras tanto el tren sigue contaminando. Nada es más parecido a una escena Kafkiana.
(17) Nota de Relatoría: Ver Sentencias C 411 de 1992, C 058 de 1994, C 423 de 1994, C 519 de 1994, C 528 de 1994, C 305 de 1995, C 328 de 1995, C 495 de 1996, C 535 de 1996, C 126 de 1998 y C 1063 de 2003 de la Corte Constitucional y consultar los 8, 49, 58 INCISO SEGUNDO, 79,80 88, 95.8, 268.7, 317, 332, 334, 339, 340 y 366 de la Constitución.”
(18) Mientras doy la revisión final a este trabajo, por la televisión informan que hay un grave incendio en el cerro El Cable, tutelar de la sabana de Bogotá y que fue provocado por “unos pelaos que subieron, prendieron esa vaina, y como no la pudieron controlar, se volaron”. La magnitud del daño está por establecerse. Hasta ahora van arrasadas 29 hectáreas de flora y fauna.
(19) En nota de El Tiempo de
Bogotá, 1 de septiembre, se informó: “Incendios en Europa, huracanes
en el Caribe, inundaciones en Asia y sequías en Australia están
conectados. ‘El tiempo es limitado. Debemos actuar ahora para evitar
las peores consecuencias del cambio climático’, concluyeron expertos
en Viena.
El clima mundial se llenó de desastres superlativos: tras una semana
combatiendo el fuego, Grecia decretó catástrofe nacional por los
peores incendios de su historia. En Rumania, 520 personas se
desmayaron por temperaturas récord que llevaron los termómetros
arriba de 40 grados, al tiempo que 600 personas murieron debido a
torrenciales aguaceros en Corea del Norte. El mes pasado, ‘Dean’ se
convirtió en el primer huracán de categoría cinco que golpea suelo
estadounidense desde ‘Andrew’, en 1991.
Esas consecuencias explican el clima cada vez más feroz, dice
Gustavo Wilches-Chaux. El experto en gestión de riesgos asegura que
los efectos del calentamiento global sobre el planeta ya se ven.
“Hablamos del cambio climático y pensamos en algo que pasará en el
2050, y resulta que esos efectos ya están ocurriendo. El combustible
de los huracanes es el agua caliente y cuando viene una tormenta
tropical a una olla de agua caliente, es como si llegáramos con una
antorcha a un tanque de gasolina”, dijo el especialista payanés.
El meteorólogo Max Henríquez explica que esto ocurre porque el clima
global es un sistema y cada acción provoca una consecuencia. “La
atmósfera, que determina el clima, es un gas que envuelve a todo el
planeta. Lo que pasa en un lado afecta a otro, no se puede parcelar”,
indicó.
(20) Decreto con fuerza de ley No 2811 de 1974, el cual debe integrarse con las nuevas normas que protegen el ambiente. En verdad, las normas abundan y los hechos faltan.