Doctor
Luis Pérez Gutiérrez
Gobernador de Antioquia
Calle 42b Nº52-106
Centro departamental “José María Córdova”
La Alpujarra-Medellín
ASUNTO:
Derecho de Petición Público, para
invocar el Principio de Precaución,
y el Principio de Democracia; los derechos fundamentales a la vida, la salud y
el goce de un ambiente sano; para eliminar la aplicación del “Glifosato,
Glufosinato de Amonio, Paraquat” como herbicidas en la totalidad del territorio
antioqueño, bien sea mediante aspersiones aéreas o en forma manual, tanto para
suprimir cultivos de cuya producción se hace un uso ilícito, como para mantener
cultivos agrícolas libres de plantas arvenses (malezas)
Respetado señor Gobernador:
Lilliam
Eugenia Gómez Álvarez, ciudadana colombiana, identificada, con cédula número
32’407.248, actuando en calidad de presidente de Consejo Seccional de
Plaguicidas de Antioquia, atendiendo los argumentos expuestos en el comité
técnico de este Consejo, reunido extraordinariamente el día de hoy, me permito
presentar ante usted un Derecho de Petición con fundamento en el artículo
23 de la Constitución política de Colombia, Ley 1755 de 2015 y las demás normas
complementarias.
El Consejo Seccional de Plaguicidas del Departamento de Antioquia es un ente de
carácter asesor para el Departamento, creado por el Decreto 1843 de 1991 por el
Ministerio de Salud, y está integrado
como aparece en el encabezado.
En sesión
extraordinaria de 19 de enero de 2017 se acordó acudir ante usted con el
objetivo de solicitar la prohibición de asperjar de manera aérea cualquier
herbicida debido a que las fichas técnicas de ninguno de ellos
permite este tipo de aplicación; asimismo, el código de conducta de la
FAO y la norma andina, vinculantes en nuestro ordenamiento jurídico no
contemplan este tipo de aspersiones; del mismo modo prohibir el uso de “Glifosato,
Glufosinato de Amonio, Paraquat” de manera manual el cualquier práctica agrícola
en nuestro departamento.
Sustentamos las peticiones
en los pronunciamientos de la Honorable Corte Constitucional y El Consejo de
Estado, los cuales son vinculantes para los servidores públicos.
El principio de precaución
es de rango constitucional lo que “le impone a las autoridades el deber de
evitar daños y riesgos a la vida, a la salud y al medio ambiente en virtud del
carácter ecológico de la Constitución Colombiana.
El
principio de precaución ha sido ampliamente desarrollado por la jurisprudencia
de la Corte Constitucional en
sentencias, tales como: C-528 de 1994, C-073 de 1995 y C-293 de 2002, en la cual
la Alta Corporación concluyó que de conformidad con el artículo primero numeral
sexto de la Ley 99 de 1993, este principio aplica de la siguiente manera,
“cuando
la autoridad ambiental debe tomar decisiones específicas, encaminadas a evitar
un peligro de daño grave, sin contar con la certeza científica absoluta, lo debe
hacer de acuerdo con las políticas ambientales trazadas por la ley, en
desarrollo de la Constitución, en forma motivada y alejada de toda posibilidad
de arbitrariedad o capricho”.
La Corte estableció cinco elementos que se deben cumplir para aplicar el
principio de precaución:
“1. Que exista peligro de daño; 2. Que éste sea grave e irreversible; 3. Que
exista un principio de certeza científica, así no sea ésta absoluta; 4. Que la
decisión que la autoridad adopte esté encaminada a impedir la degradación del
medio ambiente; 5. Que el acto en que se adopte la decisión sea motivado”[1].
EL CONSEJO DE ESTADO, Sección Tercera, en sentencia de enero de 2013, con
ocasión de una acción de reparación directa adelantada para reclamar los
perjuicios causados a un predio ubicado en el departamento de Caquetá por
actividades de fumigación de cultivos ilícitos realizadas en 1999, se refirió a
los daños causados al ecosistema por el uso del glifosato. Allí, entre otras
cosas, dicha corporación concluyó que “en el expediente reposan elementos de
juicio que permiten inferir razonablemente que la aspersión aérea de glifosato
generó daño en el predio de los demandantes y afectó el medio ambiente” y,
además, afirmó “el daño de tipo ‘ecológico’ que, en palabras de los propios
peritos, sufrieron los bosques del predio del demandante”.
El territorio antioqueño consta de ecosistemas estratégicos que requieren
especial atención de las autoridades departamentales tales como el bosque seco
tropical, las zonas de humedales y recarga de aguas, asimismo las zonas de
páramos pues su existencia es vital para la vida del Departamento y requieren
acciones urgentes; el contacto de esta parte del territorio antioqueño con
sustancias xenobióticos representan un peligro grave e irreversible.
La Corte Constitucional considera que en las zonas de
gran
biodiversidad, los ecosistemas requieren atención especial y protección
reforzada, para salvaguardar las especies y los ciclos ecológicos que allí se
producen; de igual manera, las comunidades asentadas allí carecen de
posibilidades para ser estudiadas y sus territorios de ser evaluados de manera
particular con evidencia técnica y científica de los daños producidos por las
aspersiones con glifosato.
La Alta
Corporación reconoce la obligación de las autoridades de combatir los cultivos
de uso ilícito en todo el territorio nacional pero NO bajo el argumento que “un
riesgo mayor justifica un riesgo menor”. Más aún, cuando ese “riesgo menor”
derivado de las aspersiones aéreas con glifosato, puede llegar a ser muy
profundo y con consecuencias irreversibles. Por este motivo, la Corte
Constitucional exhorta a adoptar
mecanismos adecuados para lograr una protección efectiva del medio ambiente y de
la salud de las comunidades que habitan las regiones en las cuales se realizan
estos cultivos, explorando alternativas de erradicación menos lesivas.
Las
razones fácticas por las cuales se presenta este derecho de petición consisten
en obtener del Gobernador de Antioquia, máxima
autoridad del Departamento, la protección de los derechos de la población
antioqueña a la vida, la salud, a la protección de los Ecosistemas que permitan
a las personas el goce de un ambiente sano, mediante la eliminación de la
aplicación aérea de herbicidas, de cualquier tipo y para cualquier uso (cultivos
agroindustriales, cultivos de cuya producción se hace un uso ilícito) de
conformidad con la Resolución 1214 del 30 de septiembre de 2015, expedida por el
ANLA y la recomendación del Ministerio de Salud y Protección social para
eliminar el uso de “Glifosato”
mediante aspersiones aéreos.
Los
motivos por los cuales la aspersión aérea es altamente dañina para los
ecosistemas colombianos y los países vecinos son los siguientes:
·
La altura
de vuelo de las aeronaves está totalmente en contra de la ficha técnica de cada
uno de estos productos, que son recomendados para ser aplicados con pantalla o
aspersión tipo trapeadora a 40[2]
centímetros del suelo.
·
La
topografía del terreno colombiano, altamente montañoso, lo que caracteriza su
relieve quebrado y abrupto, razón por la cual, la deriva que consiste en que
partículas llevadas por el viento a grandes distancias arrastran pequeñas gotas
del producto asperjado, afectando la biodiversidad, al contaminar tanto flora
como fauna y asimismo los cultivos agrícolas, alimenticios y de pan coger,
sustento de la población colombiana. Igualmente el patrimonio natural
representado en suelo, aire y agua son altamente vulnerados al contaminarse con
este tipo de tóxicos.
A
continuación pasamos a hacer un análisis del “Glifosato,
Glufosinato de Amonio,
Paraquat, entre otros“, los cuales debido a su toxicidad, no deben ser aplicados
en ningún tipo de cultivo de forma aérea.
Los argumentos para
sustentar las bondades de las aspersiones aéreas del Glifosato y ahora de la
nueva molécula, Glufosinato de Amonio, como herramientas para erradicar los
cultivos de uso ilícito o mejoramiento de los cultivos agroindustriales se
refieren siempre su baja toxicidad para la salud humana, el incremento de
cobertura desde el aire, necesidad menor de mano de obra. Pero se omite aclarar
que si bien la toxicidad aguda puede ser baja, la crónica no se puede evaluar,
con certeza, catalogar de igual forma. Un segundo asunto que es necesario tener
presente es que se mencionan el Glifosato, y el Glufosinato de Amonio como si
fueran aplicados solos, cuando es sabido que van acompañados de ingredientes
llamados inertes, pero que no lo son tanto. Y un tercer asunto de mucha
importancia es el impacto en el ambiente, escasamente tenido en cuenta pero
trascendental para el desenvolvimiento de la vida presente y futura, incluida la
humana. En cuanto al Paraquat, la decisión es mucho más grave ya que NO posee
antídoto específico (Al igual que el Glufosinato de Amonio) y los daños por la
persistencia del producto pueden durar tiempo indefinido en los ecosistemas y en
la salud humana, el daño es irreversible ya que destruye las vías respiratorias,
razones suficientes para eliminar del territorio antioqueño la aplicación de
estas sustancias de cualquier forma (asperjada o terrestre), de uso
agroindustrial o ilícito.
Nos proponemos entonces
tratar abordar cada uno de los tres aspectos.
Respecto a la toxicidad
crónica
Glifosato:
Estudios científicos independientes y envenenamientos generalizados en América
Latina (resultantes de la aplicación aérea) están comenzando a revelar los
verdaderos efectos de los herbicidas a base de glifosato.
Envenenamientos
generalizados se han producido en América Latina como resultado de las
aspersiones aéreas de los cultivos de soja GM, y de los cultivos de coca en
Colombia, efectos que se están reportando hasta
Un grupo de 17 expertos de
la Organización Mundial de la Salud – OMS de 11 países trabajó en la evaluación
del potencial carcinogénico de 5 plaguicidas organofosforados: Tetraclorvinfos,
Paratión, Malatión, diazinón, y
Glifosato. En mayo de 2015 publicaron los resultados en la revista
científica The Lancet Oncology[4].
Todos los plaguicidas evaluados mostraron relación con problemas graves a la
salud, pero el caso del Glifosato desató una alarma global porque es el
herbicida con mayor volumen de producción y uso en el mundo, y porque
instituciones de salud y empresas aseguran que es de baja peligrosidad.
En contraste, el grupo de
expertos dictaminó que existen pruebas suficientes de que el Glifosato puede
causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de
carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin). Para esto último, se basaron
en estudios de exposición a Glifosato de agricultores en Estados Unidos, Canadá
y Suecia. Si hicieran estos mismos estudios en Suramérica, donde se planta el
mayor volumen de soya transgénica resistente a
este producto, o específicamente en Colombia donde se han asperjado
1.753.386[5]
hectáreas de cultivos de uso ilícito, los resultados serían aún más graves, ya
que las aspersiones aéreas y la falta de control están mucho más extendidas.
El grupo de OMS encontró
además suficientes evidencias de daños al ADN y daños cromosómicos en células
humanas in vitro, o sea, en pruebas de laboratorio. Son síntomas relacionados al
desarrollo de cáncer.
Glufosinato de Amonio:
Este compuesto trae riesgos inaceptables para
los seres humanos, especialmente para el desarrollo neurológico del feto, la
biodiversidad agrícola, y para el mismo ecosistema. La exposición del operario
durante la aspersión de los cultivos es altamente inaceptable, incluso cuando se
lleva puesta la ropa de protección. Las formulaciones son más tóxicas para los
seres humanos y el ecosistema acuático que el ingrediente activo solo, pero hay
poca información disponible al público de estos ingredientes “inertes, o
adyuvantes”, en los productos formulados[6].
Los efectos crónicos son
principalmente neurológicos y reproductivos. El Glufosinato de Amonio es
estructuralmente similar al neurotransmisor Glutamato, e interfiere con su
correcto funcionamiento. El cerebro en desarrollo es particularmente
susceptible: el herbicida tiene efectos graves en el desarrollo embrionario
temprano, incluyendo daño al cerebro y del tubo neural. Provoca la pérdida de
muchos fetos y daños a los que efectivamente nacen, incluyendo labio leporino.
También se reportan efectos transgeneracionales en la función cerebral4.
La Autoridad Europea de
Seguridad Alimentaria sugirió clasificar el Glufosinato como una sustancia que
“puede causar daños fetales” y “puede afectar la fertilidad”. El estudio de la
EFSA del año 2005 establece claramente que el “efecto crítico del Glufosinato de
Amonio, es un efecto profundo sobre la toxicidad reproductiva”[7]
Este herbicida también es
persistente; se ha descubierto que es frecuente en espinacas, rábanos,
zanahorias y trigo que se plantaron 120 días después del tratamiento del
herbicida. Su naturaleza persistente también puede ser observada en su vida
media, que varía de 3 a 70 días, dependiendo del tipo de suelo y el contenido de
materia orgánica[8].
Los residuos pueden permanecer en los alimentos congelados durante un máximo de
dos años y el producto químico no se destruye fácilmente con la cocción del
alimento en agua hirviendo4. La Agencia de Protección del Medio
Ambiente (en inglés: Environmental Protection Agency – EPA) clasifica el
producto químico como "persistente" y "móvil" basado en su falta de degradación
y la facilidad de transporte a través del suelo.
Paraquat[9]:
Es el herbicida con más alta
toxicidad aguda comercializado a través de los últimos 60 años en el mundo. Sin
embargo es uno de los herbicidas más usados en el Mundo. De hecho, en el año
2002 fue prohibido por su riesgo inaceptable en los efectos adversos a la salud,
sin embargo la presión de la industria química provocó la reversión de esta
medida en 2006.
Hoy día el paraquat ha sido
prohibido, o excluido su uso en cerca de 36 países (incluidos los países de la
Unión Europea), principalmente por razones de salud.
La Organización Mundial de
la Salud - OMS clasifica al paraquat como Clase II, moderadamente peligroso;
pero PAN cree que debería ser de Clase I debido a su toxicidad aguda, efectos
retardados y la falta de un antídoto.
El Paraquat provoca grandes
daños en las mitocondrias de las células a través de la producción de radicales
libres y el estrés oxidativo, lo que resulta en la interrupción de procesos
bioquímicos importantes y causa muerte celular.
Existe evidencia
considerable de que el Paraquat puede causar la aparición o acelerar el
desarrollo, de la enfermedad de Parkinson; que en cuanto mayor sea la exposición
mayor es el riesgo; y puede haber un lapso de tiempo entre la exposición y el
desarrollo de los síntomas; y que las primeras exposiciones son los más
perjudiciales. Los fetos y los niños están en mayor riesgo. Las mujeres
embarazadas y los niños no deben ser expuestos a esta sustancia química. El
Paraquat atraviesa la placenta y puede causar una intoxicación aguda, incluida
la muerte del feto o efectos crónicos que pueden persistir durante toda la vida.
La Agencia de Protección
Ambiental de California afirma que el Paraquat puede penetrar en el sistema
nervioso, es un neurotóxico, y generar impactos en las funciones cerebrales. La
exposición al producto, incluso en dosis relativamente bajas, durante los
períodos críticos en la infancia puede afectar negativamente al desarrollo de
las funciones cerebrales.
Respecto a los ingredientes
“inertes”
Todo producto pesticida contiene, además del ingrediente "activo", otras
sustancias cuya función es facilitar su manejo o aumentar su eficacia. En
general, estos ingredientes, engañosamente denominados "inertes", no son
especificados en las etiquetas del producto. En el caso de los herbicidas con
Glifosato, se han identificado muchos ingredientes "inertes". Para ayudar al
producto a penetrar los tejidos de la planta, la mayoría de sus fórmulas
comerciales incluye una sustancia química surfactante. Por lo tanto, las
características toxicológicas de los productos de mercado son diferentes a las
del Glifosato solo.
La formulación herbicida más utilizada (Round-Up) contiene el surfactante
polioxietileno-amina (POEA), ácidos orgánicos de glifosato relacionados,
isopropilamina y agua; produciendo
una mayor toxicidad aguda que el Glifosato solo. De hecho la cantidad requerida
para ocasionar la muerte en ratas es tres veces menor que la de glifosato puro.
La siguiente lista de ingredientes inertes identificados en diferentes fórmulas
comerciales en base a glifosato se acompaña con una descripción clásica de sus
síntomas de toxicidad aguda. Los efectos de cada sustancia corresponden, en
algunos casos, a síntomas constatados en el laboratorio mediante pruebas
toxicológicas en altas dosis. La mayoría de síntomas se compiló a partir de
informes elaborados por los fabricantes de las diferentes fórmulas[10].
·
Sulfato de amonio: Irritación ocular, náusea, diarrea, reacciones alérgicas
respiratorias. Daño ocular irreversible en exposición prolongada.
·
Benzisotiazolona: eccema, irritación dérmica, fotorreacción alérgica en
individuos sensibles.
·
3-yodo-2-propinilbutilcarbamato: Irritación ocular severa, mayor frecuencia de
aborto, alergia cutánea.
·
Isobutano: náusea, depresión del sistema nervioso, disnea.
·
Metil pirrolidinona: Irritación ocular severa. Aborto y bajo peso al nacer en
animales de laboratorio.
·
Ácido pelargónico: Irritación ocular y dérmica severas, irritación del tracto
respiratorio.
·
Polioxietileno-amina (POEA): Ulceración ocular, lesiones cutáneas (eritema,
inflamación, exudación, ulceración), náusea, diarrea.
·
Hidróxido de potasio: Lesiones oculares irreversibles, ulceraciones cutáneas
profundas, ulceraciones severas del tracto digestivo, irritación severa del
tracto respiratorio.
·
Sulfito sódico: Irritación ocular y dérmica severas concomitantes con vómitos y
diarrea, alergia cutánea, reacciones alérgicas severas.
·
Ácido sórbico: Irritación cutánea, náusea, vómito, neumonitis química, angina,
reacciones alérgicas.
·
Isopropilamina: Sustancia extremadamente cáustica de membranas mucosas y tejidos
de tracto respiratorio superior. Lagrimeo, coriza, laringitis, cefalea, náusea.
Respecto al impacto ambiental
GLIFOSATO
Los efectos ambientales del glifosato que generan una mayor preocupación son
aquellos que se producen en un nivel sutil, y pueden resultar en una irrupción
significativa de los ecosistemas acuáticos y terrestres, incluyendo los
agroecosistemas.
Los suelos
El glifosato es relativamente persistente en el suelo, en climas fríos, en los
que todavía se encuentran residuos hasta 3 años después de la aplicación. Es
menos persistente en climas más cálidos, con una vida media de entre 4 y 180
días. Se inmoviliza en las partículas del suelo, y se pensaba que en estas el
glifosato no era biológicamente activo dentro del suelo, y que no se filtraría
en las aguas subterráneas. Sin embargo, hoy se sabe que fácilmente puede ser
reabsorbido por las plantas o filtrarse, lo que indica un mayor riesgo de
contaminación de las aguas subterráneas. Además puede reducir el nitrógeno y
fosfato disponibles para la fertilidad de los suelos.
Agua
El Glifosato es soluble en agua y se disipa lentamente en las partículas de
sedimento o en suspensión del agua. A pesar de que se descompone por fotólisis y
degradación microbiana, puede ser persistente durante algún tiempo en el medio
acuático, con una vida media de hasta de 5 meses, y todavía estar presente en el
sedimento de un estanque después de 1 año.
Los residuos de Glifosato se han encontrado en una amplia gama de desagües,
arroyos, ríos, lagos y, en muchos países, incluyendo Canadá, China, Francia,
Países Bajos, Noruega, EE.UU. y el Reino Unido. El uso urbano en los laterales
de vías y ferrocarriles está contribuyendo de manera significativa a esta
contaminación, en especial en los residuos encontrados en las plantas de
tratamiento de lodos y aguas
residuales. La contaminación de los 'vernal pools'-piscinas que son poco
profundas y desaparecen en clima seco son una preocupación para los anfibios,
para lo cual estas fuentes de agua son críticas.
Residuos de glifosato también se han encontrado en aguas subterráneas en Canadá,
Dinamarca, los Países Bajos y EE.UU. Han sido detectados en el medio marino
frente a la costa atlántica de Francia; y en la lluvia en Bélgica y Canadá.
Resistencia
Veinticuatro malezas en 14 países han desarrollado resistencia al glifosato. La
mayor parte de esta resistencia ha sido causada por el uso repetido de glifosato
en cultivos transgénicos y la agricultura sin labranza. Algunas son resultado de
una exposición gradual de las especies de malezas y otras al flujo de genes de
cultivos transgénicos a especies botánicas emparentadas de malas hierbas. Este
último, se ha observado con la remolacha azucarera en Francia, la canola en
Canadá y en pastos (Agrostis), maíz y
soja en EE.UU. Ahora, incluso la industria agroquimica Monsanto recomienda el
uso de otros herbicidas, además de glifosato en cultivos Roundup-Ready (cultivos
genéticamente modificados para ser tolerantes a Roundup), para retardar la
aparición de resistencia en las malezas.
Efectos del cambio climático
Se esperan una serie de efectos adversos del glifosato con el incremento del
cambio climático: temperaturas más altas incrementarán, con el glifosato, la
reducción de la clorofila y los carotenoides en algas verdes de agua dulce,
aumentarán la toxicidad para los peces, y la susceptibilidad a
Fusarium en los cereales.
GLUFOSINATO DE AMONIO
Persistencia en el suelo
El glufosinato se ha encontrado en los suelos canadienses después de 113 días
(Cox 1996 citando Smith & Belyk 1989); y en suelos de invernadero después de 172
días (Cox 1996 citando la EPA 1988d). La vida media en suelos de viñedos de
California ha sido reportada entre 12-70 días, con un promedio de 40 días (Cox
1996 citando US EPA, 1992b). Otras vidas medias varían de 3-20 días, con la
degradación más rápidamente a temperaturas altas (KEMI 2002a; HSD 2003).
Aumenta su persistencia en los suelos arenosos y con bajo contenido de carbono
(Allen-King et al 1995). La degradación se produce en gran medida por vía
microbiana (HSD 2003). Sin embargo AESA (2005) describe el Glufosinato como de
baja persistencia, y sus metabolitos el MPP y MPA como de baja a moderada
persistencia, y el metabolito NAG formado en plantas transgénicas como de muy
baja persistencia en el suelo con condiciones aeróbicas. La degradación es mucho
más lenta en condiciones anaeróbicas, con la vida media (DT50) calculado en 388
días (KEMI 2005).
Movilidad en el suelo
Los estudios de laboratorio indican que el glufosinato y sus metabolitos,
especialmente el MPP, tienen de moderada a alta movilidad en los suelos,
especialmente los suelos arenosos (EFSA, 2005). KEMI (2002a) identificó un alto
potencial en ambos (glufosinato y sus metabolitos) para lixiviarse en suelos
arenosos. Sin embargo los estudios de campo son limitados y no lo han encontrado
lixiviándose de manera significativa (HSD 2003; 2002a de Kemi). La mayoría de
los residuos se encuentran entre los 0-30cm superiores del suelo, pero se ha
encontrado hasta los 150 cm (KEMI 2005).
Contaminación del agua subterránea
Puede contaminar aguas subterráneas donde hay contenidos bajos de arcilla y
carbono orgánico (HSD 2003). El MPP puede contaminar las aguas subterráneas en
zonas vulnerables (EFSA, 2005).
Agua
Es muy soluble en agua, y no se degrada por fotólisis o hidrólisis en el agua.
La vida media en el agua es mayor a 300 días; el rango de valores de KOC
(coeficiente de adsorción de carbono orgánico) indica que puede tener menor a
mayor absorción de sólidos en suspensión y sedimentos; y por lo tanto pueden ser
persistentes en el agua. No es probable que se volatilice de la superficie (HSD
2003). El glufosinato y el metabolito MPP son descritos por KEMI (2005) como
"eco toxicológicos relevantes para las aguas superficiales y los sedimentos".
Biodegradación
El Glufosinato de amonio no se biodegrada fácilmente (EFSA 2005).
Aire
El Glufosinato de amonio tiene baja volatilidad y persistencia corta en la
atmósfera por lo que se espera que las concentraciones en el aire son
insignificantes (EFSA 2005).
Plantas
De Snoo et al (2002) concluyeron que el Glufosinato de amonio puede causar
efectos adversos sobre la vegetación fuera de los cultivos como consecuencia de
la deriva. En sus experimentos encontraron efectos fitotóxicos significativos en
la vegetación no objetivo, una disminución de la biomasa de la vegetación, y una
pequeña disminución en el número de especies y la cobertura vegetal,
especialmente para las monocotiledóneas.
La EPA ha identificado al glufosinato como de "alto potencial de riesgo para las
plantas sensibles", basada en la evidencia científica del daño a las plantas a
niveles subletales (Lee et al 2005).
PARAQUAT
El paraquat es descrito por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
– EPA como "extremadamente tóxico y biológicamente activo para las plantas y los
animales"; y por la Autoridad de Gestión del Riesgo Ambiental de Nueva Zelanda
como "muy ecotóxico para el medio acuático". Se han registrado malformaciones
teratogénicos en peces y anfibios, hormonas alteradas en las ranas, y es
genotóxico en renacuajos. Los anfibios están en riesgo con el paraquat, a través
de los residuos en las plantas, y la reducción de las fuentes de alimento y
hábitat derivados de las aspersiones de hasta 300 metros de distancia, y el
transporte aguas abajo del paraquat en el sedimento. Las plantas acuáticas
pueden concentrar altos niveles de paraquat. Las algas planctónicas son muy
sensibles al paraquat y puede causar perturbaciones ecológicas significativas en
los ecosistemas de agua dulce a través de alteraciones en la composición de
especies, que podrían resultar en la pérdida de la biodiversidad, las
floraciones de algas nocivas, la enfermedad y la disminución de las pesquerías.
El Comité Científico de la Comisión Europea de las plantas expresó su
preocupación por los efectos del Paraquat en liebres y aves. Llegaron a la
conclusión de que "se puede esperar que cause efectos letales y subletales y
esto es confirmado por los informes de campo". Follajes recientemente tratados
pueden inducir la muerte en conejos, y en especial las liebres.
La EPA de Estados Unidos llegó a la conclusión de que el Paraquat es
moderadamente tóxico para las aves, y que puede afectar a la reproducción o la
capacidad de eclosión de los huevos cuando las aves adultas están expuestas.
También provoca alteraciones endocrinas en las aves.
El Paraquat es tóxico para algunos hongos y bacterias del suelo, pero también
puede aumentar las poblaciones de algunos patógenos del suelo.
Incidentes de envenenamiento incluyen peces, perros, liebres, vacas y ovejas;
también han ocurrido muchas intoxicaciones deliberadas de perros.
Desde el CSPA recomendamos que se prohíba el uso de herbicidas, sus componentes
y afines para la aspersión aérea:
a)
Para los cuales Colombia
no disponga de métodos para la desactivación
de sus componentes, con el fin de evitar que sus residuos remanentes causen
riesgos para el medio ambiente y la salud pública.
b)
Para los cuales
no exista un antídoto o tratamiento eficaz
en Colombia.
c)
Que revelen características
teratogénicas, mutagénicas o cancerígenas,
de acuerdo con resultados actualizados de investigación de la comunidad
científica.
d)
Que provoquen
trastornos hormonales, daños en el sistema reproductivo,
de acuerdo con los procedimientos e investigación actualizados de la comunidad
científica.
e)
Que sean
más peligrosos para los humanos
que las pruebas de laboratorio
con animales hayan sido capaces de demostrar, de acuerdo con criterios
científicos técnicos y actualizados.
f) Cuyas características causen
daños a los Ecosistemas colombianos.
Respetado señor Gobernador, le presento mis consideraciones distinguidas.
Lilliam
Eugenia Gómez Álvarez
Presidente
CSPA
PhD.
Eco-Etología, Ing. Agrónoma
Asesoría
Jurídica: Gloria M, Múnera C. - abogada especialista derecho ambiental
[1]
Corte Constitucional. Sentencia C-293 de
[2] Las recomendaciones de varias fichas no superan los 40 cm. GLIFOSATO AGROGEN 747 SG – NUFARM COLOMBIA S.A. FICHA TECNICA COMERCIAL. Aplicar sobre malezas en activo crecimiento, que posean al menos de 2 a 6 hojas verdaderas con buena área foliar para asegurar penetración, pero en lo posible de no más de 40 centímetros de altura. GLUFOSINATO DE AMONIO. BURNER 150 SL – PROFICOL ANDINA B.V. Aplicación: utilizando pantallas de aplicación, para proteger el cultivo no blanco de control, del efecto del producto. GLUFOSINATO DE AMONIO. LIBERTY – BAYER. Se recomiendan las aplicaciones de LIBERTY con equipos terrestres provistos de un buen sistema de agitación. Aplicar volúmenes de 100 a 150 litros de agua por hectárea, con una presión de 40 a 70 libras/pulg2 usando pastillas abanico plano 8002, 8003 y 11002 y 11003; para lograr 40 - 50 gotas/cm2. PARAQUAT AGROGEN 200 SL – NUFARM COLOMBIA S.A. Aplicar sobre plantas fotosinteticamente activas, que posean buena área foliar para asegurar contacto, pero en lo posible de no más de 20 centímetros de altura. En cultivos establecidos aplicar dirigido al surco y usar pantallas para evitar contacto con el cultivo.
[3] Watts, Meriel. "Glyphosate Monograph". Pesticide Action Network Asia and the Pacific, 2010
[4] http://www.thelancet.com/journals/lanonc/article/PIIS1470-2045(15)70134-8/abstract
[5] Cálculo sobre la base de UNODC, “Colombia Monitoreo de Cultivos de coca, junio de 2006” y UNODC, “Colombia Monitoreo de Cultivos de Coca 2012”, junio de 2013.
[6] Watts, Meriel. "Glufosinate Ammonium Monograph". Pesticide Action Network Asia and the Pacific, 2015.
[7] EFSA 2005, op cit, Pág. 17.
[8] "Glufosinate ammonium fact sheet". Pesticides News No.42. Retrieved March 2015.
[9] Watts, Meriel. “Paraquat Monographic” Pesticide Action Network Asia and the Pacific, 2010.
[10] Kaczewer, J. 2002. Toxicología del glifosato: riesgos para la salud humana. Agora Philosophica 3:115-124
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