La guerra tóxica contra las drogas
Herbicida GM asociado con poderoso hongo
Jeremy Bigwood
CounterPunch, 23 de agosto de 2003´
Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Cunde
la alarma entre científicos por la relación entre la aplicación de un
herbicida común a las cosechas de alimentos y la resultante proliferación de
hongos en la cosecha. Se señala que el popular producto de Monsanto
Roundup, que contiene un producto químico llamado glifosato aumenta el
tamaño de las colonias del hongo Fusarium, un género de mohos a menudo muy
tóxicos que ocurren naturalmente en los suelos naturales y que invaden
ocasionalmente los cultivos, pero que generalmente es controlado por otros
microbios. Si esas afirmaciones corresponden a la realidad, no sólo
cuestionan el principal herbicida utilizado en el mundo, sino que también
ponen en peligro la aceptación mundial de la línea bandera de los cultivos
genéticamente modificados de Monsanto "Roundup Ready".
"Parece que el trigo tratado con glifosato sufre niveles más elevados de
una enfermedad tóxica de hongos conocida como Fusarium head blight
que los campos de trigo a los que no se ha aplicado glifosato" dijo la
científica Myriam Fernández del Semiarid Prairie Agricultural Research
Centre en Swift Current, Saskatchewan, en una reciente entrevista.
Fernández agregó: "Aún no hemos terminado con el análisis de cuatro años de
datos o escrito el estudio". Aunque la investigación de Fernández
recientemente llegó a los titulares en todo Canadá, no fue la primera en
discutir la relación entre las fórmulas de herbicidas que contienen
glifosato y el refuerzo de hongos potencialmente tóxicos, pero fue la
primera en informar sobre la posibilidad de daños potencialmente tóxicos a
las cosechas, causados en el trigo y en la cebada, dos de los cultivos más
importantes de Canadá.
Según el doctor Harvey Glick, jefe de Asuntos Científicos de Monsanto, que
mantiene su actitud crítica: "Parece ser que la Dra. Fernández hizo un
estudio sobre el terreno basado en los niveles de Fusarium y luego sobre los
factores que podrían estar relacionados. Así que, por lo que veo, no fue de
causas y efectos. Es sólo que vieron que en su área de estudio que algunos
campos tenían niveles más elevados de Fusarium, por la razón que sea, y
luego consideraron una lista de factores que podrían tener que ver y que uno
de ellos fue que en esos campos se utilizó Roundup el año anterior.
Puede ser así, pero, durante las últimas dos décadas, varios científicos de
Nueva Zelanda a África han notado e investigado la relación entre el
glifosato y Fusarium a través de experimentos en pequeña escala en la
relativa oscuridad de sus laboratorios y que han informado sobre los
resultados de su trabajo a través del mundo oculto de las publicaciones
académicas. El resultado de todo este trabajo, es "sólo menos de 50 trabajos
científicos", dice el doctor Robert Kremer, un especialista en suelos de la
Universidad de Missouri. Este conjunto de trabajos muestra un aumento en
Fusarium u otros microbios después de la aplicación de glifosato.
El Dr. Glick de Monsanto no está de acuerdo: "Roundup tiene más de 30
años y los científicos han estado estudiando todos los aspectos de su uso
por lo menos durante ese período. Así que existe una tremenda cantidad de
información. Y por eso existe un nivel tan elevado de confianza en que el
uso de Roundup, basado en todo este trabajo previo, no tiene ningún
impacto negativo en los microbios del suelo... Y gran parte de ese material
ha sido publicado".
La continua investigación del Dr. Kremer trata del efecto de la relación
entre el glifosato y Fusarium sobre la soya, y también sobre la soya "Roundup
Ready". Monsanto ha estado produciendo una serie de semillas
genéticamente modificadas "Roundup Ready " para varios cultivos
incluyendo algodón, soya, trigo y maíz, para ser utilizadas exclusivamente
con su exitoso herbicida de glifosato, Roundup. Los cultivos "
Roundup Ready" no son afectados por el herbicida Roundup, que
destruirá todas las plantas competidoras en el mismo terreno como ser las
malezas. Como son genéticamente modificados, no han sido fácilmente
aceptados en numerosos países fuera de EE.UU., y están prohibidos en Canadá
y Europa.
El Dr. Kremer estableció en sus experimentos con soya "Roundup Ready"
que "el glifosato parece estimular el Fusarium en el área de las raíces de
las plantas", en tal grado que considera que el aumento de los niveles de
Fusarium es "el modo secundario de acción del glifosato" Aunque encontró
colonias de Fusarium en las raíces de sus plantas, que podrían reducir
potencialmente la cosecha, no las encontró en la soya cosechada. A pesar de
ello, expresó su preocupación por las consecuencias de esa acumulación de
Fusarium en el suelo.
El Dr. Kremer también señaló: "No vimos el refuerzo del Fusarium cuando se
utilizaron otros herbicidas". Sin embargo, en el caso de cultivos de "Roundup
Ready", Roundup tiene que ser utilizado exclusivamente como
herbicida, o en combinación con otros productos químicos. La utilización
exclusiva de otros herbicidas constituiría una violación de contrato.
Por lo tanto, si Roundup aumenta los niveles de Fusarium, los
cultivos de " Roundup Ready" que utilizan Roundup como
herbicida, podrían convertirse en desastres potenciales, aumentando los
niveles de Fusarium en el suelo a niveles tan críticos que podría producir
una epidemia y transmitirse de un campo a otro en un área considerable.
En un reciente artículo titulado "Algodón GM culpado por la enfermedad",
Farm Weekly , una publicación australiana, predijo que "hasta un 90 por
ciento de la zona algodonera podría ser inundada en la próxima década por
Fusarium, el patógeno marchitador transmitido por el suelo" debido al
algodón "Roundup Ready" (Algodón RR).
La contaminación de cereales por Fusarium, tales come el Fusarium Head
Blight (FHB) en el trigo y la cebada que la Dra. Fernández está estudiando
en Saskatchewan ha causado serias pérdidas de cultivos. Aproximadamente un
quinto de la cosecha de trigo en Europa es perdido cada año en Europa por el
FHB, y en Michigan, se estimó que entre un 30 y un 40% de los cultivos
fueron destruidos durante 2002 por la plaga. Cuando el moho pasa sin ser
detectado a la cadena alimenticia, las epidemias de Fusarium pueden tener
efectos aún peores: una epidemia de Fusarium en cereales fue considerada
responsable por miles de muertes en Rusia durante los años 40 y más
recientemente en 2001, causó una serie de defectos mortales al nacer entre
mexicano-estadounidenses consumidores de tortillas en Brownsville, Texas.
Cuando es cultivado en platos Petri, Fusarium puede mostrar diversos
colores, que varían a menudo de color naranja a salmón, y tiene diferente
apariencia en diferentes cereales y en diferentes etapas de su ciclo de
vida. En el trigo y en el centeno puede aparecer con un color blanco
terroso; en el centeno como un óxido negro y en la avena puede verse cerca
de negro o de un color naranja rojizo. Pequeñas cantidades de contaminación
de granos son invisibles al ojo humano, y hay que realizar tests químicos
para detectarla. Ya que esos tests son pagados por el agricultor, hay
pequeñas cantidades que llegan continuamente a los productos alimenticios
comerciales. A niveles más elevados puede convertirse en un problema serio.
El hongo Fusarium puede producir una serie de toxinas que no son destruidas
en el proceso de cocción, tales como vomitoxina que, como su nombre sugiere,
causa generalmente vómitos y no la muerte, y compuestos más letales que
incluyen la fumonisina, que puede causar cáncer y defectos al nacer y el muy
mortífero agente de guerra química, la fusariotoxina, llamada más a menudo
toxina T2.
Durante 2000, el Congreso de EE.UU. planeó la utilización del hongo Fusarium
como un agente de control biológico para destruir cultivos de coca en
Colombia y otro hongo para destruir adormideras en Afganistán, pero esos
planes fueron rechazados por el presidente Clinton que estaba preocupado de
que el uso unilateral de un agente biológico sería percibido por el resto
del mundo como guerra biológica. Las naciones andinas, incluyendo Colombia,
donde iba a ser utilizado en la guerra de la droga contra los cultivos de
coca prohibieron su uso en toda la región. Sanho Tree, director del
Instituto de Estudios de Política del Proyecto de Política de la Droga
comentó sobre el uso de un producto químico que produce un microorganismo
prohibido: "EE.UU. ha suministrado decenas de miles de galones de Roundup
al gobierno colombiano para su uso en la fumigación aérea de cultivos de
coca. Hemos estado utilizando una flota de aviones de fumigación para lanzar
cantidades sin precedentes de glifosato sobre cientos de miles de acres en
uno de los ecosistemas más delicados y biodiversos del mundo. Este fútil
esfuerzo ha hecho poco por reducir la oferta de cocaína en nuestras calles,
pero ahora vemos que un posible efecto secundario de esta campaña podría ser
el comienzo de una epidemia de Fusarium en la cuenca del Amazonas. La guerra
de la droga ha tratado en vano que la cocaína no llegue a las narices de la
gente, pero podría, en su lugar, abrasar los pulmones de la tierra".
Por el vínculo entre el glifosato y el Fusarium, la Unión Nacional de
Agricultores de Canadá ya se está oponiendo a la introducción del trigo "Roundup
Ready" genéticamente modificado, y este tema no muestra indicios de
desaparecer. Sólo el tiempo dirá si Monsanto podrá "arreglar" los problemas
de los cultivos de"Roundup Ready" con más ingeniería genética -esta
vez para controlar el Fusarium- o si su principal herbicida y su línea
bandera de cultivos de "Roundup Ready" serán rechazados por los
agricultores de nuestros días.
Jeremy Bigwood es un escritor e investigador independiente especializado en
América Latina. Una versión más breve de este artículo fue publicada por
IPS.