Drogas: ¿cambio de paradigma?
Baldomero Cáceres
Santa María
Psicólogo social
En la segunda mitad de los
60, a
raíz de la aparición del estupendo libro La
Estructura de
las Revoluciones Científica (Thomas
Kuhn, 1962) se propagó el término paradigma (y “cambio de paradigma”)
aludiendo al marco de referencia del pensamiento científico, a la teoría
dominante que plantea preguntas y orienta investigaciones de acuerdo a ella.
Se popularizó luego para aplicarse a todo cambio de modelo, estilo o moda.
En la exposición de Kuhn, cuando la ciencia “normal”
se confronta con observaciones de casos “anómalos”,
esto es en desacuerdo con lo que cabía esperar de la teoría dominante,
entonces se requiere un nuevo paradigma que a su vez da inicio a una
revolución científica. Esta impone un nuevo lenguaje y varía sustancialmente
el objetivo de la investigación.
Los estudiantes que treinta años atrás se reunían al final de la tarde a
fumar marihuana, al fondo del campus de la Universidad Nacional
Agraria- tomo mi experiencia personal como ejemplo- contradecían el
estereotipo de tales “drogadictos”.
Buenos estudiantes y deportistas, con su comportamiento hablaban más bien
del carácter al menos inocuo si no beneficioso de la hierba. El análisis
documental retrospectivo del juicio psiquiátrico sobre el coqueo andino
(fallo de la O.M.S, 1952) me sirvió de
fundamento suficiente para descartar, por analogía, la condena de la hierba,
la que he venido consumiendo con regularidad desde entonces.
En nuestro caso, hablando de la hoja
de coca., sí se ha logrado cambiar el lenguaje psiquiátrico que veía en su
uso habitual una “toxicomanía” y
que ahora es percibida como
recurso tradicional andino, alimento y medicina.
En tal medida se ha producido ya una
“revolución científica” que ha de
reorientar la investigación, aunque las instituciones comprometidas con el
anterior paradigma psiquiátrico rehúsen, por ahora, oficializar el cambio y
proceder a plantear las investigaciones debidas, superando los prejuicios
respaldados, hasta hoy día, por la
propia Organización Mundial de la Salud mediante su Comité de Expertos. Lejos de
pensar en una vacuna contra la cocaína (lo que se ensaya) se debiera
investigar, sin las anteojeras psiquiátricas,
la función que cumple el complejo de
la hoja de coca en el sistema nervioso y el organismo. Sería ideal que la Universidad Peruana Cayetano Heredia, por ejemplo,
asumiera la tarea., librándose de la tutela psiquiátrica.
Venga al caso la introducción para presentar un ejemplo de abuso del
lenguaje. La Comisión Latinoamericana
sobre Drogas y Democracia, respaldada por destacadas personalidades, entre
las cuales Mario Vargas Llosa,
“después
de un año de estudios, entrevistas, reuniones y debates”,
se
dirigió “a la opinión pública y a los
gobiernos de América Latina, a las Naciones Unidas y a la comunidad
internacional proponiendo un nuevo paradigma sustentado en tres
grandes directrices: Tratar el consumo de drogas como una cuestión de salud
pública. Reducir el consumo mediante acciones de información y prevención.
Focalizar la represión sobre el crimen organizado.”.Si se acepta el
“paradigma” del consumo como “problema
de salud”, manteniéndose entonces el reto de disminuir el consumo y
reprimir el crimen organizado, ¿qué tiene de nuevo el planteamiento para
presumir de ser un “nuevo paradigma”?
Dado que los miembros de
la Comisión
no son exactamente especialistas en el tema, cabe destacar que el
asesoramiento fue prestado por los expertos del TNI, Tom Blickman y Martin
Jelsma, quienes en un artículo conjunto
La reforma de las políticas
de drogas. Experiencias
alternativas en Europa y Estados Unidos (Nueva
Sociedad No
222, julio-agosto 2009) comentando la propuesta que
ellos mismos aportaron, afirman temerariamente que “el
cambio profundo de paradigma … se habría dado al pasarse “de
la tolerancia cero a la reducción del daño”. Destacan los articulistas
que “La
declaración sostiene que la solución de largo plazo pasa por la reducción de
la demanda en los países consumidores”.
Es
indudable, por confesa, la responsabilidad del TNI en la
Declaración de la Comisión presidida por los ex.presidentes.
Confirmándola Bickman y Jelsma se jactan
:”Transnational
Institute (TNI) aportó algunos principios rectores originales del nuevo
paradigma presentado por la comisión”.
El paradigma, en realidad, es el de
considerar al consumo de “drogas”
prohibidas como una enfermedad “mental”
(tal fue considerado el coqueo andino cuando en el Perú se dictó el D.L 22095 en
1978, aún vigente) por lo que se considera como objetivo reducir el consumo. El
dogma psiquiátrico de la “adicción”
como patología, le sirve de sustento.
En un editorial de Revista Colombiana de Psiquiatría, don Carlos
Gómez-Restrepo, su Director-Editor (Rev.
Colomb. Psiquiat.,
vol. 38 / No. 1 / 2009) con el título “Un nuevo paradigma en drogas y
democracia, se abre el debate”, ha expresado su inquietud profesional: “¿Cómo
transformar a los adictos en pacientes, cuando conocemos las dificultades que
interponen las personas con mayor grado de adicción a aceptar el tratamiento?
“
Con
gran desparpajo, cubierto por el manto sacerdotal de su profesión, se atreve
a decir que “La marihuana es, de
lejos, la droga más difundida en América Latina. Su consumo tiene un impacto
negativo sobre la salud, inclusive la salud mental”.
Si el
uso regular de marihuana es ya un síntoma de “enfermedad
mental”, según el manual de los modernos inquisidores y la ley,
evidentemente el doctor Gómez tendría razón, pues
la descriminalización
ocasionaría un impacto “negativo”
en la estadística de consumo, mal llamada “epidemiología”.
Consumir coca o marihuana es una enfermedad sólo para la concepción psiquiátrica
de la enfermedad “mental”. De ahí que
la superación del juicio psiquiátrico sobre el coqueo andino como “toxicomanía”,
lograda en Bolivia y el Perú, bien pudo haber inspirado un real cambio de
paradigma a la Comisión Latino
Americana que, al obviar la consideración del tema de la salud, ha mantenido un
marco de referencia cuyo cambio es necesario y viable, de acuerdo a la razón y
la experiencia.
Resumen: El dilema.
CAMBIO
REAL DE DE PARADIGMA
O
REDUCCION DEL DAÑO Y CONTINUACIÓN DE
LA GUERRA A
“LAS DROGAS” Y AL NARCOTRÁFICO.
junio 2012
©2012
Mama Coca. Favor compartir esta información y ayudarnos a divulgarla citando a
Mama Coca.