Proyecto Cocabono y Ecobono:
Una Alternativa Bursátil a los Cultivos Ilícitos en la Amazonia Colombiana
(Versión para
discusión Septiembre 2000)
Santafé de Bogotá, Colombia
Introducción
El fenómeno
del cambio climático global como un desequilibrio de la biosfera se
relaciona con el incremento en el volumen de emisiones de gases que
resultan de la combustión de derivados del petróleo y de otras
actividades humanas. La característica esencial de dicho fenómeno es la
elevación general de la temperatura del planeta por lo cual se conoce
también como efecto invernadero.
Desde
la Declaración de
la Haya de 1989, las Naciones Unidas se hicieron
responsables por el combate a la emergencia ambiental que genera el
efecto invernadero y para ello fue creada
la Convención de Cambio Climático.
En 1997, en el ámbito de la Convención de Cambio
Climático de las Naciones Unidas se fijaron límites o cuotas de
emisiones de gases para los países más industrializados del planeta, a
través del Protocolo de Kioto. Allí fueron propuestos algunos mecanismos
para alcanzar los limites trazados; entre estos mecanismos se encuentra
el comercio de permisos de emisión y la financiación de proyectos de
inversión en países en vías de desarrollo como compensación a los
excesos en las emisiones de los países más industrializados. El
desarrollo técnico de los mecanismos propuestos es objeto de
consideración en las Conferencias de la Convención de Cambio
Climático (COP5), las cuales se reunen cada dos años.
El gobierno colombiano podría
adoptar una propuesta bajo la forma de dos tipos de contrato a ser
ofrecidos al mercado global de emisiones, para ser transados
internacionalmente. En el presente documento se presentan las
características de dos tipos de contrato que serían ofrecidos desde
la Amazonia
colombiana, buscando con ellos diseñar e implementar un programa piloto de
comercio de emisiones atmosféricas, que al mismo tiempo se constituya en
un mecanismo de erradicación de los cultivos ilícitos en la región
amazónica de Colombia y de conservación del bosque húmedo tropical.
Estos dos tipos de contrato son el Cocabono y el Ecobono.
El proyecto piloto de comercio de
emisiones se iniciaría para
la Amazonia
colombiana con el Cocabono que se ofrecería por única vez, como un
instrumento que eliminará de manera radical los cultivos ilícitos en la Amazonia colombiana. Se
prevé que para el año de finalización de los contratos del Cocabono no
existirá ningún cultivo ilícito en la Amazonia colombiana. Aquellos productores que
incumplan los términos del Cocabono y mantengan cultivos ilícitos en sus
parcelas podrán ser clasificados como narcocultivadores y bajo esta
condición recibirán el consecuente tratamiento penal que impone el
derecho nacional e internacional. A partir del segundo año solamente
serán emitidos contratos del tipo Ecobono, con el cual se remunerará a
los productores de bosque por los costos de oportunidad de conservar el
bosque. El lanzamiento del Ecobono garantizará que los cultivos ilícitos
no aparezcan nuevamente ni se desplacen a nuevas zonas dentro de
la Amazonia y de esta forma se asegure la conservación
del bosque aún no intervenido.
Con el fin de caracterizar el
modelo de oferta de contratos para la conservación ambiental de la Amazonia colombiana, el
documento se ha dividido en cinco secciones, de las cuales la primera es
esta introducción. En la segunda parte se presentan las características
del efecto invernadero y la contribución de los bosques como sumideros
de carbono. La tercera parte describe las características de los
mecanismos propuestos por el Protocolo de Kioto para la reducción de las
emisiones de gases que incrementan el efecto invernadero. La cuarta
contextualiza la situación ambiental de
la Amazonia
colombiana, su aporte global como sumidero de CO2 y la amenaza
ambiental que representa la proliferación de cultivos ilícitos. La
quinta sección desarrolla la propuesta de contratos para la conservación
de la Amazonia colombiana, que
el país sometería a discusión en la próxima Conferencia de la Convención de Cambio
Climático en octubre de este año. Se espera que dicha intervención en el
concierto internacional sea a su vez resultado de un consenso que se
logre entre el gobierno colombiano y las FARC-EP (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo).
La propuesta aquí delineada
pretende ser el instrumento para comprometer a la comunidad
internacional ante la ubicuidad de la demanda de cocaína, y a partir de
estos mecanismos, contribuir a la generación de espacios para la
negociación de la paz entre el gobierno y las FARC.
Cambio climático global
La regulación
natural de la temperatura del planeta se realiza a través de los gases
que conforman la atmósfera terrestre. Estos gases son transparentes a la
radiación solar visible pero son grandes absorbentes de los rayos
infrarrojos emitidos por la tierra. Los gases que producen el efecto
invernadero existen naturalmente en la atmósfera y absorben más del 90%
de la radiación emitida por el planeta. El calor es atrapado en la
atmósfera por los gases permitiendo que la tierra alcance una
temperatura promedio en la superficie de 15ºC que garantiza la vida en
la tierra.
La concentración de los gases que
producen el efecto invernadero se ha incrementado a lo largo de los
últimos 200 años como consecuencia de las actividades industriales y
agrícolas. Esto está conduciendo a un calentamiento global que afecta
los patrones climáticos y el nivel de los mares. En consecuencia, las
actividades agrícolas y pecuarias son alteradas de la misma manera que
cualquier actividad humana, además de comprometer los niveles de riesgo
y seguridad de los asentamientos humanos por incremento en los desastres
naturales como inundaciones, avalanchas, etc.
El más conocido de los gases
invernadero es el CO2 emitido a la atmósfera a una tasa
superior a los 6.000 millones de toneladas al año por la quema de
combustibles fósiles.
Otros gases invernadero que han
incrementado su nivel en la atmósfera son: metano, nitroxido,
methil-cloroformo, ozono, carbon-tetracloride, monóxido de carbono y un
conjunto de clorofluorocarbonos, particularmente CFC-11 y CFC-12. Estos
gases son emitidos en menores cantidades, pero algunos son los mayores
absorbentes de las radiaciones infrarrojas aportando considerablemente
al calentamiento global. La política pública se ha ocupado
principalmente del CO2 porque se conocen mejor sus fuentes,
los sumideros o agentes secuestradores y su ciclo de vida.
Los países industrializados han
sido los mayores responsables por la acumulación de gases invernadero,
mientras que los países en vías de desarrollo aportan los principales
sumideros a través de sus bosques.
El comercio de emisiones de
gases
Desde 1991 el
Secretariado de la Conferencia de las
Nacionales Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD) ha
desarrollado investigaciones sobre la viabilidad de un sistema global de
comercio de las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El Protocolo de Kioto autorizó tres
mecanismos de implementación cooperativa de forma que se pueda asegurar
el logro de los objetivos globales de disminución de gases que
incrementan el efecto invernadero al menor costo posible:
A continuación
se presentan las características de los tres mecanismos de cooperación
incorporados por el Protocolo de Kioto.
Los Mecanismos de Desarrollo
Limpio establecen la creación de certificados que serían
otorgados a países que financien proyectos que favorezcan la reducción
de emisiones de carbono. Dichos proyectos serán ejecutados en países no
industrializados y podrán incluir proyectos de secuestro de gases a
través de actividades de reforestación de bosques.
Bajo el mecanismo de
Implementación Conjunta se establecen proyectos de conservación
en los países desarrollados para ser financiados por países que adhieran
el Protocolo de Kioto.
El Comercio de Permisos de
Emisión da la posibilidad de un comercio voluntario de permisos
entre los países signatarios del Protocolo de Kioto, un grupo de 39
miembros de la Convención de Cambio
Climático conocido como Anexo B.
La existencia de los tres
mecanismos señalados da a los agentes privados y a los gobiernos
flexibilidad para determinar sus propias alternativas y opciones
tecnológicas para establecer el patrón de reducción de emisiones a ser
adoptado al menor costo.
En el éxito de cualquiera de los
mecanismos señalados son determinantes los costos de transacción, las
incertidumbres y riesgos inherentes a cada uno. Además, todos involucran
la participación de agentes privados en el comercio de emisiones, como
un factor favorable a la eficiencia del sistema.
Amazonia Colombiana: Cultivos ilícitos en el bosque
húmedo tropical
La Amazonia
es un área de interés para la comunidad internacional debido al valor
estratégico de su biodiversidad y a la riqueza multicultural de sus
pueblos. Adicionalmente, como relicto de las áreas boscosas del planeta
posee un papel destacado en el equilibrio ambiental global y por ello la
amenaza de su destrucción tiene un trasfondo ambiental que está más allá
de la contemplación bucólica y del proteccionismo a ultranza:
la Amazonia
es un sumidero importante de CO2 para el planeta y por tanto un
espacio valioso para la regulación del efecto invernadero.
La principal amenaza a la
conservación del bosque húmedo tropical en
la Amazonia
colombiana está dada por la proliferación del monocultivo de la coca,
dirigido hacia la elaboración de cocaína para los mercados
internacionales. Es un problema con consecuencias ambientales sobre los
ecosistemas naturales y que atenta contra su condición de gran
secuestrador de gases invernadero.
La Amazonia
colombiana está conformada por los Departamentos de Amazonas, Caquetá,
Putumayo, Guaviare, Guainía y Vaupés, una región donde se la concentran
las principales zonas de cultivo de coca del país.
Por otro lado, el problema de los
cultivos ilícitos se expresa para la región y para el país bajo la forma
de un conflicto armado donde participan grupos alzados en armas de
izquierda y ultraderecha, además de la participación constitucionalmente
conferida a las Fuerzas Armadas de Colombia. En
la Amazonia
colombiana se ha configurado un territorio de guerra con tres bandos,
donde la población local indígena y campesina asentada en la región, es
víctima de la lucha armada por el control económico de la siembra de
coca y la elaboración de la droga y por el control territorial entre los
diferentes grupos político-militares.
En el plano internacional, la
erradicación del cultivo de coca se constituye en una de las metas de la
política antidrogas de los EE.UU. y de Europa, bajo el objetivo
estratégico de disminuir la disponibilidad de drogas golpeando cada
vínculo de la cadena, desde el cultivo, hasta la producción y el tráfico.
Constatando que a medida que hay abundancia de drogas se incrementa su
uso y cuanto menor es la disponibilidad de drogas menos personas las
usan, el gobierno estadounidense busca una reducción neta en el nivel
mundial del cultivo de coca, entre otros. La política norteamericana
afirma que:
"Para que
los esfuerzos por reducir la oferta tengan éxito es clave obtener el
control del cultivo y producción de drogas ilegales. El suministro de
cocaína y heroína puede ser golpeado fácilmente durante su cultivo y
producción. Estos cultivos requieren una gran fuerza laboral que trabaja
en campos fácilmente identificables de coca y amapola, en cambio,
requieren un gran volumen de precursores químicos".
Gráfico 1
Fuente:
(www)Embajada de los EE.UU. en Bogotá
Adicionalmente, EE.UU. ha planteado
como objetivo el apoyar y complementar los esfuerzos de los países de
origen y fortalecer la voluntad política y la capacidad de estos países
de controlar las drogas.
Coincidentemente, las FARC-EP, han
propuesto la conformación de un gobierno nacional que se comprometa a la
"Solución
del fenómeno de producción, comercialización y consumo de narcóticos y
alucinógenos, entendido ante todo como un grave problema social que no
puede tratarse por la vía militar, que requiere acuerdos con la
participación de la comunidad nacional e internacional y el compromiso
de las grandes potencias como principales fuentes de la demanda mundial
de estupefacientes".
Por lo
anterior, la conformación de un portafolio bursátil para la conservación
de la Amazonia colombiana merece el apoyo
internacional al constituirse en una política de control directo sobre
las áreas cultivadas. Dicha propuesta deberá estar respaldada por el
gobierno nacional y por la guerrilla como un acuerdo dentro del proceso
de negociación entre el gobierno y las FARC.
Desde la década pasada el gobierno
colombiano ha buscando desarrollar y poner en práctica diferentes
alternativas productivas a la coca, pero hasta el momento ninguno de
dichos programas ha logrado el éxito esperado. Las limitaciones de
acceso y la falta de infraestructura en la Amazonia conllevan
incrementos en los costos de la producción agropecuaria regional para
los productos convencionales. Y paradójicamente, esta situación de
aislamiento es la que hace de
la Amazonia
un lugar atractivo para la siembra de cultivos ilícitos tropicales, porque
limita la ubicación y destrucción de los cultivos por parte de las
autoridades. Los cultivadores indígenas y campesinos, al no encontrar
alternativas económicas legales, se ven forzados por la necesidad a
incluir la coca con fines comerciales en sus parcelas.
No ha sido posible desarrollar
alternativas agropecuarias que satisfagan los niveles de rentabilidad
económica generados por el cultivo de coca, bajo las condiciones de
aislamiento y falta de infraestructura imperantes en
la Amazonia. La
experiencia acumulada en la región ha demostrado la paralización y
abandono de los proyectos alternativos a la coca cuando los subsidios
oficiales son suspendidos. Los costos de transporte desde la Amazonia hasta los
mercados nacionales de productos agropecuarios son supremamente altos,
haciendo que los costos de producción y comercialización estén muy por
encima del promedio nacional, llevando al fracaso los proyectos
alternativos.
A los altos costos de transporte se
suman las limitaciones ambientales a la conservación de la Amazonia. Propuestas
de desarrollo agrícola y pecuario extensivas están descartadas por
implicar la deforestación y eliminación de grandes zonas del bosque
húmedo tropical. Así, cualquier alternativa a la coca debe considerar la
conservación del sistema boscoso natural y la aplicación de tecnologías
productivas diferentes al monocultivo por atentar contra la
biodiversidad. Estas razones se traducen en mayores incrementos en los
costos de producción, que reducen aún más la competitividad de los
productos amazónicos.
La creación de subsidios a los
productos agropecuarios es un tema ya largamente debatido y en general
se considera una alternativa de corto plazo, en cuanto se implementan
ajustes sectoriales y/o estructurales sobre el mercado agropecuario.
Entre tanto, los productos amazónicos carecen de competitividad frente a
aquellos producidos en otras regiones del país (y/o del mundo) y sus
sustitutos.
Se constata la baja (y
prácticamente nula) viabilidad de cualquier alternativa agropecuaria al
cultivo de la coca en la Amazonia y por otro lado,
resalta la importancia de la conservación del bosque húmedo tropical
como sumidero de los gases que producen el efecto invernadero. El
Cocabono entraría a resolver este dilema a través de un contrato que
remunere los costos de oportunidad del productor de coca. Es decir, los
países industrializados adquirirían bonos de conservación de la Amazonia colombiana a
precios subasta que tendrían su límite más bajo en función de los
ingresos que los productores de hoja de coca dejan de percibir al
sustituir los cultivos de coca por bosque tropical.
El cultivo de la coca implica la
destrucción, durante el año de establecimiento de los cultivos, de entre
160.000 y 240.000 hectáreas de selva tropical de
la Orinoquia y
la Amazonia, equivalentes al 30% de la tasa de
deforestación anual estimada para Colombia.
Se estima que el monocultivo de
arbustos coqueros, le ha representado al país una pérdida de 380
toneladas por hectárea de biomasa para un déficit acumulado de 60.8 a
91.2 millones de toneladas de biomasa que se han convertido en cenizas y
sedimentos a cuerpos de agua. En la Amazonia colombiana, la
deforestación asociada a cultivos ilícitos compromete entre 96 y 120
especies arbóreas con más de 500 individuos por hectárea, lo que
significa perder 150 m3/Ha de madera.
Según cifras del gobierno
estadounidense a pesar de la fumigación de unas 27.000 hectáreas de coca
en 1995 la superficie cultivada aumentó de 44.500 hectáreas en 1994 a
50.900 en 1995. Los datos de 1995 del gobierno norteamericano se basan
en imágenes satelitales de 560.000 hectáreas de los departamentos de
Caquetá, Guaviare y Putumayo. De las imágenes recopiladas se decidió
analizar el 10% de la superficie con base en la densidad de los cultivos.
De lo anterior se deduce que los datos son netos de erradicación.
Asumiendo que exista una efectividad del 40% en las fumigaciones, quiere
decir que la superficie en el Guaviare disminuyó en unas 8.000 hectáreas
entre 1994 y 1995.
Se estima que de 1980 a 1990 la
superficie de coca pasó de los insignificantes cultivos tradicionales de
las comunidades indígenas de ciertas regiones a casi 25.000 hectáreas,
la gran mayoría concentrada en los departamentos de
la Amazonia colombiana. Y para 1994, aunque la cifra
oficial es de 45.000 hás., estudios independientes afirman que se
encuentra entre 70 y 83 mil hectáreas, como se presenta en el siguiente
cuadro:
CULTIVOS DE COCA - ESTIMATIVOS DE VARIOS ESTUDIOS DE 1994
|
Nombre
|
Documento Conpes
|
Grupo de Dublin
|
INL
|
Uribe/ PNUDMIN
|
Uribe/ PNUDMAX
|
Min %
|
Max %
|
Caquetá
Putumayo
Amazonas
Guainía
Guaviare
Vaupés
|
6800
2224
800
750
16563
1250
|
24000
3424
800
750
21288
12550
|
11700
5000
0
0
30600
0
|
11700
5000
800
750
30600
1250
|
20706
15281
800
750
24481
1250
|
16.7
7.1
1.1
1.1
43.7
1.8
|
25.5
18.8
1.0
1.0
26.1
1.5
|
Total Colombia
|
36954
|
80959
|
49300
|
70072
|
83507
|
|
|
Fuentes:
DIRECCIÓN NACIONAL DE ESTUPEFACIENTES: Plan Nacional para la Superación del
Problema de la
Droga.
CONPES: Programa de Desarrollo Alternativo, 12 de
Octubre de 1994.
GRUPO DE DUBLÍN: El Desarrollo Alternativo en Colombia. Informe y
recomendaciones sobre proyectos en ejecución y las solicitudes
presentadas por el gobierno colombiano al Grupo de Dublín, Octubre de
1994.
BUREAU OF INTERNATIONAL NARCOTICS AND LAW ENFORCEMENT AFFAIRS (INL).
Datos suministrados por la oficina de NAS, Embajada de los EEUU en
Bogotá. Los datos de INL solo aplican a los especificados en la columna
y son netos después de la erradicación de 4.904 Ha. Para corregir esta
situación al Guaviare se le sumaron 4.300 hás., superficie que se
destruyó entre noviembre y diciembre de 1994.
Nota: La columna de Mínimo se
refiere a los datos del INL más las regiones no evaluadas mientras que
la de Máximo hace referencia a los cálculos del autor con base en la
información regional.
La Embajada
de los Estados Unidos en Santafé de Bogotá, Colombia, sostiene que para
1997 existían 79.500 hectáreas de coca en el país:
Cuadro 1
Los datos de
las diferentes fuentes apuntan hacia las 80.000 hectáreas de coca en el
país, concentradas en la región amazónica. Tomando este dato como
referencia, el gobierno colombiano emitiría Cocabono hasta por 80.000
hectáreas que se colocarían en el mercado internacional para ser
ofrecidos al sistema de comercio de emisiones de gases.
El valor base para la subasta de
los Cocabonos tendría que tomar como punto de partida el costo de
oportunidad del productor de hoja de coca. Esto significa que el valor
anual de un Cocabono deberá ser equivalente a los ingresos que el
productor deja de recibir en un año por no cultivar una hectárea de
coca. El valor de mercado de conservar una hectárea de bosque húmedo
tropical durante un año en una región cultivadora de coca, es igual,
entonces, al monto de los ingresos netos al productor de hoja de coca
durante un año.
Cocabono
La sustitución
de cultivos ilícitos por bosque húmedo tropical solamente será atractiva
para el campesino e indígena de la Amazonia, si le es
posible devengar un ingreso mayor o igual al mínimo que recibiría si
continuara produciendo hoja de coca.
La producción de hoja de coca es
intensiva en mano de obra mediante el trabajo de los recolectores o
raspachines quienes cosechan la hoja de coca entre tres y seis veces
al año.
El Cocabono debe incluir la
remuneración a la mano de obra, como factor de producción de la hoja de
coca, para que la población no propietaria de los predios no se
convierta en un factor de presión contra la erradicación de la hoja. Si
los raspachines no son absorbidos por el Cocabono, surgirían presiones
para continuar con el cultivo de la coca por el desempleo generado al
liberar a los recolectores de hoja de sus tareas.
La estimación de los costos de
oportunidad al productor a partir de los ingresos netos, incluye la
remuneración al factor trabajo y de esta manera son considerados en
términos contables los raspachines.
El Cocabono debe garantizar la
transformación de los raspachines en fuerza de trabajo para la
conservación del bosque, empleándose en las tareas de reforestación y
monitoreo. Y esto sería posible mediante las dinámicas productivas para
la conservación que puedan ser implementadas por los pequeños
productores de bosque, otrora productores de coca.
Actualmente, los pequeños
productores han verticalizado en sus parcelas agrícolas la primera fase
del proceso de producción de cocaína, esta es, la transformación de la
hoja en pasta base. El procesamiento de la pasta base de coca está
integrado a las actividades de la finca, al punto que es el producto
final para la comercialización y por tanto es el único parámetro para la
determinación de los ingresos del productor de hoja.
Los ingresos y costos de producción
por hectárea de hoja de coca a precios de 1997 se presentan en el Cuadro
No.2.
Si bien es posible que el período
rentable se repita subsecuentemente durante varios años, la eliminación
de cultivos mediante fumigación con glifosato ha llevado a la iniciación
reiterativa de los cultivos. Como consecuencia de las fumigaciones, la
reproducción del ciclo productivo de los dos primeros años descrito en
el Cuadro 2 puede tomarse como patrón de la estructura de ingresos y
costos del productor de coca.
Cuadro 2
Ingresos al productor por hectárea de coca en pesos
colombianos de 1997
|
|
1er
año
|
2º año
|
Costo fase agrícola
Costo mano de obra en fase agrícola
Costo insumos agrícolas
Costo procesamiento de pasta base
Costo mano de obra en procesamiento
Costos insumos para procesamiento
Costos totales (agrícolas y de procesamiento)
Participación de costos agrícolas
Participación de los costos de procesamiento
Gramos de pasta base producidos
Precio del gramo de pasta base al productor
Ingreso bruto
Ingreso neto
Rentabilidad
|
3.155.780
1.906.500
1.249.280
988.830
176.590
812.240
4.144.610
76%
24%
4.050
875
3.543.750
-600.860
-17%
|
4.938.880
3.992.000
946.880
3.738.240
561.440
3.176.800
8.677.120
57%
43%
15.840
875
13.860.000
5.182.880
37.5%
|
Fuente:
Arcila, Oscar; Rodríguez, Adriana. Estudio de caso de la producción de
coca en el Departamento del Guaviare. Instituto Amazónico de
Investigaciones Científicas Sinchi. 1997
El ingreso neto de los dos primeros
años, descontando la pérdida del primer año por $600.869 es de
$4.582.020. Lo que representa un ingreso neto mensual de $190.917, que
para 1997 equivalía a 190 dólares americanos. Si el productor cuenta con
cinco hectáreas de coca, como es el caso del promedio de los pequeños
productores campesinos e indígenas, su ingreso neto mensual estará cerca
de los mil (1.000) dólares americanos. Y por tanto este deberá ser el
valor base de subasta de un contrato anual de Cocabono para la
transformación de una hectárea de coca por una hectárea de bosque húmedo
tropical o para su conservación.
Ecobono
La región
amazónica es una reserva natural de la nación cuyo principal aporte está
dado por bienes y servicios ambientales prestados a la nación y al mundo,
pero hasta ahora no valorados a precios de mercado.
El Ecobono busca solucionar está
situación a través de un contrato que pague a los pobladores amazónicos
por la conservación del bosque húmedo no intervenido y por la
conservación de las parcelas reforestadas luego de la eliminación de los
cultivos de coca.
El precio mínimo del Ecobono será
el correspondiente al costo de oportunidad de conservar el bosque. En el
caso de la Amazonia colombiana, los
ingresos que los productores de bosque dejan de recibir por la
conservación de la selva es el equivalente a los ingresos que
devengarían en caso de incurrir en el cultivo de la coca. Por esta razón,
el precio de subasta del Ecobono deberá ser el mismo precio del Cocabono.
La diferencia entre los dos contratos estará dada por el hecho de que el
Cocabono tendrá una vigencia única de un año, mientras que los contratos
por Ecobonos podrán ser redimidos al final de cada vigencia.
Para evaluar el impacto económico
del Ecobono en la Amazonia colombiana es
preciso considerar las dimensiones territoriales de la región, sus
características poblacionales y los efectos sobre la dinámica político
administrativa regional.
La región amazónica de Colombia es
un área que comprende los Departamentos de Caquetá, Amazonas, Putumayo,
Guaviare, Guainía y Vaupés en un total de 403.350 km2 es
decir, 40.335.000 hectáreas.
Cuadro 3
Población y Extensión Territorial por Departamento
|
Departamento
|
Población 1985 (1)
|
Hectáreas (2)
|
Hectáreas por Habitante
|
Caquetá
Putumayo
Amazonas
Guainía
Guaviare
Vaupés
|
264.507
174.219
39.937
12.345
47.073
26.178
|
8.896.500
2.488.500
10.966.500
7.223.800
4.232.700
6.526.800
|
33,63
14,28
274,59
585,16
89,92
249,32
|
Total
|
564.259
|
40.334.800
|
71,48
|
(1) Arenas,
M., Restrepo, M., Vélez, M. Visión General. En: Niños y Mujeres
en la
Amazonia Colombiana. Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia Unicef,
Oficina de Area para Colombia y Venezuela. Bogotá, 1993.
(2) Roldán, R. Reconocimiento Legal de Tierras a Indígenas en Colombia.
En: Reconocimiento y Demarcación de Territorios Indígenas en la Amazonia. Fundación
Gaia, Cerec. Bogotá, 1993.
En esta área el estado ha
reglamentado 5.356.500 hectáreas como Parques Nacionales Naturales y
Reservas Nacionales Naturales, y 18.724.540 hectáreas como resguardos
indígenas (Cuadro No.4). Estas áreas están cubiertas casi en su
totalidad por bosque basal amazónico, evolutivamente maduro, y enfrentan
distintos tipos de amenazas a su conservación, tales como la
deforestación para narcocultivos y la extracción comercial de madera,
entre otros.
El resto de la Amazonia, es decir, 16.253.960 hás está bajo
diferentes regímenes de tenencia (posesión, propiedad particular,
propiedad pública y reserva forestal) y comprende desde ecosistemas
andino-amazónicos, piedemonte y llanura de bosques basales. Esta porción
soporta a la mayoría de la población amazónica y presenta la mayor
deforestación de la región y es, consecuentemente, también la más
amenazada en la actualidad por los procesos extractivistas y de
narcocultivos. A esta porción en particular se aplicaría preferentemente
el ecobono, de acuerdo a los criterios internacionales sobre el comercio
de emisiones.
Cuadro 4
Número de Resguardos y Hectáreas Adjudicadas en la Amazonia
|
Departamento
|
Resguardos
|
Hectáreas
|
Caquetá
Putumayo
Amazonia
Guainía
Guaviare
Vaupés
|
17
12
18
25
6
2
|
588.578
62.250
7.798.279
6.849.400
71.936
3.354.097
|
Total
|
80
|
18.724.540
|
Fuente:
Useche, M., Cañón, A., de
la Cruz, L., Giraldo, C. En: En: Niños y Mujeres
en la Amazonia Colombiana.
Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia Unicef,
Oficina de Area para Colombia y Venezuela. Bogotá, 1993.
Precisar el área que sería elegible
para integrar un portafolio de oferta de ecobonos requiere estudios
técnicos detallados, según las exigencias de este tipo de mercados,
previos a las operaciones de colocación. Estos estudios comprenden desde
actualizaciones de la información ecológica a partir de las
investigaciones existentes, obtención y procesamiento de imágenes
satelitales, formación de precios del ecobono, estudios catastrales y
estudios sobre tenencia de predios, entre otros, hasta acuerdos y
mecanismos para el monitoreo, la verificación y la certificación de las
áreas ofrecidas en el ecobono.
Dado el potencial de oferta de
ecobonos que presenta la Amazonia, hay que
suponer que tales rentas tendrían un considerable impacto sobre los
ingresos nacionales, públicos y privados, los cuales sin duda
contribuirían a solucionar los graves déficits fiscales de los entes
territoriales y, lo que sería más importante, abrirían una nueva, lícita
y duradera fuente de ingresos para los habitantes de la Amazonia.
El sistema de contratos
Cocabono - Ecobono
El objeto del
Cocabono es sustituir las plantaciones de coca inferiores a 5 hectáreas
en la Amazonia por bosque nativo. El objeto del
Ecobono es remunerar por los bienes y servicios ambientales de la
conservación del bosque húmedo tropical en la Amazonia amenazados por
la expansión de los cultivos de coca. El sistema funcionará mediante un
mercado de commodities por la no-cosecha de la hoja de coca que operará
a través de bolsas de valores internacionales.
De esta manera se espera captar
mediante mecanismos de mercado no burocráticos, ni clientelistas, los
recursos que los agentes privados y públicos de la comunidad
internacional y de la sociedad colombiana, aporten a la solución de los
problemas de la droga.
El sistema de contratos que se
propone para la erradicación de los cultivos ilícitos y la conservación
de la Amazonia colombiana
tiene las ventajas de un programa de capitalización y comercio, con
bajos costos de transacción y bajos riesgos. La estructura del sistema
financiero del Cocabono - Ecobono debe definir el límite de las
capitalizaciones y la autenticidad de los contratos, y de esta forma no
será necesaria la certificación de las transacciones entre el
inversionista y el oferente del contrato. Esta modalidad asegura la
reducción de los costos de transacción y la transparencia del sistema.
La confiabilidad del sistema es
esencial y para ello el continuo monitoreo y el diseño de métodos
efectivos de verificación son fundamentales. Las imágenes de satélite
acompañadas de verificaciones en campo son instrumentos que deben
relacionarse, para medir con exactitud el volumen de carbono que está
siendo absorbido mediante cada uno de los bonos.
Igualmente el desarrollo de las
transacciones debe ser información disponible al público, a través de
reportes ágiles y efectivos, de manera que pueda verificarse la
propiedad de los bonos.
El sistema debe ser capaz de ser
sometido a revisiones nacionales e internacionales para asegurar su
funcionamiento y el cumplimiento de los compromisos que implican los
contratos. Y deberá acogerse a los lineamientos que en materia de
certificación sean establecidos en el ámbito de
la Convención
de Cambio Climático de las Naciones Unidas.
El incumplimiento a los términos de
conservación ambiental contratados mediante el Cocabono y el Ecobono
acarreará la pérdida del derecho a participar en nuevas transacciones y,
además, obligará a la reposición de las pérdidas incurridas en absorción
de carbono y en gastos financieros, sin perjuicio de otras implicaciones
legales.
El sistema de contratos Cocabono -
Ecobono que se ha concebido como una alternativa a los cultivos ilícitos
en Colombia y como un mecanismo para la conservación ambiental, ha sido
presentado en este documento de manera ilustrativa para ser considerado
por el gobierno nacional y las FARC-EP, en primera instancia. Los datos
presentados aquí tienen un desfase considerable y son el compendio de
metodologías diversas, por lo cual no pueden asumirse como los valores
definitivos de los bonos.
En caso de que el gobierno
colombiano adopte la propuesta aquí planteada, sería preciso establecer
un mecanismo de gestión y coordinación para la formulación del proyecto
técnico dirigido a la cuantificación exacta del valor de los bonos y al
diseño de los mecanismos financieros y administrativos para su ejecución.
Estas actividades tendrán que realizarse con la participación y el apoyo
de las entidades sectoriales o especiales concernidas por el tema. La
operación propiamente financiera de oferta y colocación de los bonos en
el mercado internacional, el gobierno podrá hacerla por sus propias
instancias o contratarla con firmas especializadas.
www.viaalterna.com.co
|