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Declaración de 
Valencia 2012.
Las personas 
presentes* en Valencia (España), los días 9 y 10 de noviembre, convocadas por 
OCDI (Observatorio Cultivos Declarados Ilícitos) preocupadas por el proceso de 
discusión en torno a los principios rectores que orientaran la temática del 
Desarrollo Alternativo, que serán aprobados en el ICAD (Conferencia 
Internacional sobre Desarrollo Alternativo), hemos concordado hacer la siguiente 
declaración:
Habiendo accedido 
al borrador de la Declaración Ministerial de Lima sobre el Desarrollo 
Alternativo observamos que se otorga preeminencia a las convenciones 
internacionales y los organismos de control de drogas sobre la lucha contra la 
pobreza, los Objetivos de Desarrollo del Milenio y la Declaración Universal de 
los Derechos Humanos en relación a los cultivos con fines ilícitos.
Constatamos que el 
borrador de la Declaración Ministerial de Lima presenta generalidades, 
repeticiones, incoherencias y presenta un sesgo andino, que contrastan con los 
aportes del taller ICAD Tailandia 2011, y de expertos y oficiales de distintas 
áreas geográficas, y con los avances reflejados en el documento E/cn.7/2012/8* 
del Consejo Económico y Social de Naciones Unidas, que son concretos y 
coherentes.
Tras la revisión 
del borrador de la Declaración Ministerial de Lima destacamos que
·      
La 
integralidad se limita a plantear el Desarrollo Alternativo casi exclusivamente 
para la reducción de cultivos con fines ilícitos ignorando el contexto más 
amplio de desarrollo social, económico y cultural.
·      
La 
definición del papel del Estado tiene su énfasis en el control y la aplicación 
de la ley. Sin embargo creemos que el énfasis debería situarse, siempre, en el 
papel de promotor del desarrollo humano garantizando los derechos fundamentales 
en las zonas con problemas de cultivos con fines ilícitos.
·      
Valoramos 
que el borrador reconozca la importancia fundamental de una secuencia correcta 
en la implementación de los programas de Desarrollo Alternativo, entendiendo que 
la reducción de los cultivos es una consecuencia del desarrollo integral. 
·      
Consideramos fundamental que el Estado asuma el papel adecuado en la prevención 
y resolución de conflictos generados en el marco de las políticas de reducción 
de cultivos con fines ilícitos, reconociendo que a menudo la intervención de los 
cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ha sido inadecuada y contraproducente. 
·      
Exigimos un 
explicito reconocimiento del derecho al uso tradicional de las plantas 
declaradas ilícitas. 
·      
Exigimos 
que se garantice el derecho al acceso y uso de la tierra por parte de los 
pequeños agricultores.
·      
Recomendamos que se capitalicen las experiencias y lecciones aprendidas y buenas 
prácticas logradas en los 30 años de Desarrollo Alternativo.
·      
Exigimos 
que la cooperación internacional y los Estados no condicionen la participación 
en programas de desarrollo a la erradicación previa. 
·      
La 
legitimidad del Estado, los esfuerzos de agencias internacionales y entidades 
que apoyan el medioambiente y las economías campesinas, se vulneran cuando de 
forma simultanea se aplican programas de erradicación con programas de 
desarrollo alternativo.
·      
El borrador 
aspira a un modelo único de desarrollo agroempresarial (que, entre otras 
modalidades, promociona los monocultivos) en el marco de la Organización Mundial 
del Comercio y los tratados de libre comercio, que excluye el acceso a los 
factores productivos que garanticen la sostenibilidad de las economías 
campesinas.
·      
Notamos con 
preocupación que no se menciona la mitigación y adaptación al cambio climático, 
así como tampoco la importancia de procesos de ordenamiento territoriales. Las 
políticas de Desarrollo Alternativo deberían tener en cuenta aspectos 
ambientales y sociales que impliquen al Estado y el sector privado 
inversionista, y no sólo a los agricultores.
* Provenientes de 
América Latina, África, Asia y Europa, algunos de ellos participantes en 
Tailandia 2011.