LA ORGANIZACIÓN
INDÍGENA DE COLOMBIA - ONIC - CONVOCA
A LAS ORGANIZACIONES
SOCIALES, SINDICALES, CAMPESINAS, POLÍTICAS, DE JÓVENES Y MUJERES,
DE DERECHOS HUMANOS Y AL PUEBLO COLOMBIANO EN GENERAL A LA
GRAN MINGA POR LA DIGNIDAD Y LA VIDA
Contra los atentados a
la vida e integridad de que son víctimas los pueblos indígenas y distintos
sectores sociales del país, la militarización de la vida, el perdón y olvido
para los responsables de crímenes de lesa humanidad.
Contra el continuo
desmonte de la Constitución de 1991 que amenaza con reducir las garantías
constitucionales y legales a todos los ciudadanos, recorta funciones a los
organismos de control y vigilancia, limita la tutela en defensa de los
derechos fundamentales y aprueba el estatuto antiterrorista.
Contra el ALCA y el TLC que amenaza a nuestros territorios indígenas, los recursos naturales y de biodiversidad que existen en ellos y el conocimiento tradicional, afectando también a todos los colombianos y entregando nuestra soberanía nacional.
Por esto nos movilizaremos al lado de distintos sectores y organizaciones sociales y demócratas del país que vemos necesario enfrentar este proyecto de muerte. En distintas regiones del país se realizarán movilizaciones el 16 DE SEPTIEMBRE. Contamos contigo!
POR LA VIDA Y DIGNIDAD
Principios:
Este es un mensaje de convocatoria desde los pueblos indígenas que tiene raíces en nuestra voz y nuestra memoria colectiva, pero que no pretende imponerse. Los pueblos necesitamos solidaridad recíproca y unidad, caminar juntos para defender la vida, la justicia, la alegría, la autonomía y la libertad. Partimos de estos principios:
Lo que sucede hoy en nuestro país y en nuestros territorios es grave, no da espera y debemos movilizarnos de inmediato.
La situación de emergencia se debe a un problema de fondo y por eso la acción inicial es parte de una lucha a mediano y largo plazo.
Las movilizaciones urgentes no son el comienzo ni el final del camino, sino una etapa del proceso que se propone construir en minga alternativas indígenas y populares para que otro país justo, democrático, respetuoso y en paz sea posible.
Es contrario a la verdad que este Gobierno haya alcanzado o esté logrando la paz, la justicia y el bienestar y que ande por buen camino. Ya estamos sumergidos en la guerra y en una crisis sin precedentes que empeoran con las políticas que se vienen implementando con el falso argumento de superarlas.
Las comunidades, organizaciones y pueblos indígenas vivimos en carne propia esta realidad y por eso queremos que el país y el mundo sepan que estamos inconformes con el modelo que se implementa en nuestro país y con sus consecuencias.
Como pueblos ancestrales autónomos rechazamos la intención y la práctica irresponsable y criminal del Gobierno que pretende involucrarnos en la guerra imponiéndonos la disyuntiva de colaborar con las fuerzas armadas o de lo contrario, ser perseguidos y criminalizados como presuntos colaboradores de la insurgencia. En vez de protegernos, el Gobierno y las fuerzas militares son un factor de terror y maltrato en contra de nuestros pueblos.
Igualmente, una vez más rechazamos la arrogancia, el autoritarismo, la intimidación, los abusos y los crímenes cometidos por la insurgencia contra nuestra organización y nuestras comunidades.
Reconocemos, respetamos y compartimos la inconformidad y la lucha de otros sectores y procesos populares y nos comprometemos a coordinarnos y a trabajar en unidad y solidaridad recíproca con ellos desde nuestra autonomía.
Rechazamos por principio y por experiencia cualquier intento de cooptación, apropiación, manipulación o explotación de nuestro proceso.
Nos distanciamos de quienes aseguran que solo es posible el desarrollo y el bienestar aplicando las fórmulas y las recetas del mercado multinacional global. El deterioro de las condiciones de vida y la creciente pobreza e inseguridad de los pueblos es evidencia de lo contrario. Como pueblos indígenas reconocemos en estas promesas la versión actualizada de la vieja estrategia de exterminio y dominación que vienen aplicando desde la conquista. Recurrentemente nos han dicho que por nuestro bien debemos ser exterminados y que no hay lugar para nosotros en el presente ni en el futuro. Hoy como siempre reiteramos que no hay presente ni habrá futuro sin nosotros porque defendemos la vida, el equilibrio y la armonía. Aseguramos con el peso de nuestra experiencia que sí hay alternativas y es necesario que las encontremos reuniéndonos según nuestros usos y costumbres para soñar y trabajar juntos y desde lo propio consolidar nuestros Planes de Vida.
Rechazamos las medidas legislativas y administrativas, los programas, planes y proyectos impulsados impulsadas por el gobiernos y las empresas privadas nacionales y multinacionales sin consulta previa ordenada por la ley 21/91 y que afectan a los pueblos indígenas y sus territorios.
El triunfo de la vida sobre la muerte depende de que la fuerza de las armas sea superada por la unidad de las conciencias. La única manera de superar la pesadilla de horror que ocupa el poder es educar, madurar y liberar la conciencia de la gente en defensa de la vida.
Como siempre, hemos consultado y seguiremos escuchando a los mayores para saber que nos acompaña nuestra fuerza espiritual ancestral en equilibrio y armonía con todos los seres de la vida.
Objetivos de la Minga
Es necesario hacer claridad en algunos aspectos relacionados con los objetivos planteados. Aunque se hacen unas exigencias inmediatas, estas son inseparables e integrales a los objetivos de largo plazo que se persiguen con la Minga. Tener éxito frente a las exigencias urgentes no es el propósito de la Minga. En este sentido también es necesario aclarar que con la marcha y con la movilización inicial no termina la Minga. Teniendo en cuenta estas clarificaciones, se plantean los siguientes objetivos:
1. Para el Movimiento Indígena hacia adentro:
Convocar una Minga que respondiendo a la grave amenaza que representa para la vida de las comunidades indígenas la agresión neoliberal que enfrentamos, nos comprometa con un proceso de formación y lucha que nos lleve a hacer conciencia de la agresión, resistirla y construir alternativas de vida desde lo propio.
2. Desde el Movimiento Indígena hacia fuera:
Plantear exigencias de carácter urgente encaminadas a detener políticas, procesos y proyectos que amenazan la supervivencia y la seguridad de nuestros pueblos, organizaciones y comunidades.
Establecer instancias y mecanismos de articulación y convergencia con otros procesos y organizaciones populares que nos posibiliten trabajar y actuar unidos para fortalecer la resistencia y construir alternativas que hagan posible un país diferente.
Fortalecer la solidaridad recíproca con pueblos y procesos de las Américas y del mundo que comparten la resistencia y nuestra lucha por un mundo posible y necesario.
La Historia es memoria que muestra el camino:
Desde nuestro origen somos pueblos de la vida. Nacimos con todos los seres vivos. Nuestros Dioses nos enseñaron a convivir en el territorio para defender el equilibrio y la armonía. Somos pueblos ancestrales y originarios. Los conquistadores trajeron a estas tierras su proyecto de muerte. Vinieron con afán de robarse la riqueza y explotarnos para acumular. El Proyecto de Muerte es la enfermedad del egoísmo que se vuelve odio, guerra, mentiras, propaganda, confusión, corrupción y malos gobiernos. Los pueblos indígenas somos pueblos en RESISTENCIA. No nos han dejado descansar. En cada época de agresión utilizaron estrategias diferentes para exterminarnos o someternos. Siempre nos tocó defendernos empezando por descubrir lo que había detrás de la máscara de mentiras y promesas con las que llegaron a robarnos y matarnos, según ellos "por nuestro bien". Para cada agresión hemos tenido que diseñar otra forma de resistencia. Aquí estamos y aquí nos quedamos. Tuvimos que resistir al conquistador asesino con las armas. En la colonia usamos las letras y la religión para llegar al monarca y obtener reconocimiento para nuestro territorio. En la república impedimos que nos convirtieran en esclavos de terratenientes rescatando primero nuestra conciencia milenaria de indígenas y levantándonos desde el hambre y el dolor para recuperar nuestras tierras. Nos unimos alrededor de una plataforma de lucha sustentada sobre los principios de UNIDAD, TIERRA Y CULTURA. Rescatamos la TIERRA DE LA GENTE PARA LA GENTE. Luego nos comprometimos con avanzar hacia la AUTONOMÍA a través de la reflexión, la conciencia y la participación para formarnos como GENTE PARA LA TIERRA con formas de gobierno e instituciones propias. Pero ahora reconocemos una amenaza mayor y nos corresponde organizarnos para resistirla y pervivir.
En cada época nos solidarizamos con otros pueblos oprimidos y excluidos con quienes compartimos la lucha y el sufrimiento y también recibimos solidaridad a manos llenas. Recogemos en la memoria de la historia una cosecha de gratitud y unidad que nos ha costado mucho. Por eso sabemos que no estamos solos para enfrentar la mayor amenaza que hemos sufrido hasta el momento. Comprender y enfrentar las estrategias del proyecto neoliberal requiere que sumemos capacidades, compartamos conocimientos y trabajemos juntos. Llamamos de nuevo a todos los pueblos y organizaciones a que nos levantemos al mismo tiempo y paso a paso cada vez más unidos y numerosos, por nuestros derechos y por el de cada pueblo.
Con la misma fuerza con la que rechazamos la agresión neoliberal, rechazamos también la imposición por las armas de ideologías, la intimidación, la represión y las ordenes autoritarias del movimiento insurgente que pretenden negarnos la identidad como pueblos e irrespetan y violentan nuestra libertad para resistir y rebelarnos con autonomía.
La memoria nos enseña y nos muestra el camino: todos resistimos juntos la agresión que nos maltrata, pero cada uno respeta la diversidad y la diferencia para que la tierra del futuro sea un tejido de conciencias colectivas y de autonomías en equilibrio y armonía con todos los seres de la vida.
Lo Urgente Reclama Movilización Inmediata
EL RIESGO ACTUAL ES GRAVE. ESTAMOS OBLIGADOS A HACER EXIGENCIAS PARA DETENER PROYECTOS EN CURSO QUE AMENAZAN NUESTRAS CONQUISTAS Y NIEGAN NUESTROS DERECHOS. LA MINGA SE INICIA CON UNA MOVILIZACIÓN PACÍFICA. NOS LEVANTAMOS EN CONTRA DE:
1. La guerra y a la represión
Señalamos y rechazamos lo siguiente:
La implementación de la Política de Seguridad Democrática en nuestro territorio.
El irrespeto y violación al Derecho Constitucional de nuestros pueblos en el territorio autónomo, lo mismo que a la jurisdicción y a las autoridades propias.
Los atropellos y las violaciones a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario que vienen cometiéndose de manera sistemática y creciente contra nuestro pueblo.
La presión por parte del Presidente y del Gobierno para involucrar nuestra organización, nuestros lideres y a la Guardia Indígena en el conflicto armado.
La represión, intimidación, irrespeto a nuestras autoridades y territorios, atropellos y maltratos por parte de la insurgencia.
El uso de la población civil como escudo en zonas de conflicto y la transformación de pueblos y veredas en escenarios de combate.
La intimidación, las amenazas, el irrespeto, la intromisión en nuestros asuntos internos y a nuestras autoridades, lideres y comuneros por parte de la policía y de las fuerzas armadas, incluyendo amenazarnos permanentemente con la llegada de paramilitares.
Las acusaciones falsas a nuestra organización, lideres y comuneros de responder ordenes y colaborar con la insurgencia.
El desmantelamiento progresivo por parte del Gobierno de programas y políticas necesarias para la protección de la vida y la realización de nuestros derechos colectivos y de los derechos humanos.
El desarrollo e imposición de políticas y proyectos económicos y productivos que amenazan con destruir la naturaleza y la vida en nuestros territorios.
También rechazamos la intimidación, el abuso y las acciones criminales por parte de la insurgencia contra nuestros mayores, lideres y comuneros, pretendiendo someternos o castigarnos como colaboradores de las fuerzas armadas del Estado.
2. El paquetazo de La Contra Reforma Constitucional que impone el Gobierno para entregarle el país y su gente a intereses económicos globales
Pretenden quitarnos la tutela como defensa de derechos populares y colectivos para convertirla en un instrumento para la protección de comerciantes, empresas y mercaderes.
Nos imponen el estatuto de muerte y terror que llaman antiterrorista, para privarnos de libertad y para matar, arrestar y desplazarnos con impunidad como lo vienen haciendo.
Modifican el artículo 286 de la Constitución para quitarnos el derecho ancestral al territorio que es nuestro desde el comienzo de la vida.
Pretenden imponer la re-elección para que el Presidente que es agente de la muerte complete el trabajo de someternos.
Aprueban una ley de Alternatividad Penal que garantiza la impunidad de los paramilitares y los remunera por sus crímenes.
Dan prioridad a los planes económicos sobre el bienestar de los pueblos, privatizan las instituciones públicas y acaban con la salud, la educación, la vivienda, la justicia y todo lo que obliga al Estado a proteger la vida y los derechos del pueblo.
Nos cierran los espacios de participación y decisión.
3. Los Tratados de Libre Comercio y el Área de Libre Comercio de las Américas que se negocian a espaldas del pueblo para convertir nuestro país en un componente de la máquina productiva de las multinacionales. Cuando lo firmen, nada será nuestro. Nada. Quieren patentar toda la vida en este país para hacer negocio con ella. Ni lo que comemos, ni la tierra donde nacimos y de donde venimos, ni nuestros hijos que pasaran a ser esclavos, ni nosotros mismos convertidos en esclavos y extranjeros en lo que era nuestro país. Los que negocian nos dicen que es inevitable esta entrega y esta muerte porque ellos van a recibir pago a cambio de entregar lo que es nuestro.
Nuestra agenda de lucha incluye unas demandas inmediatas, pero simultáneamente propone y convoca alianzas populares amplias a partir de esta movilización para diseñar y poner en marcha una agenda popular de corto, mediano y largo plazo.
Demandas y objetivos inmediatos
1. Frente a la Represión y la Guerra:
Iniciar de inmediato los procesos que lleven a una salida negociada al conflicto armado.
Establecer procesos de negociación en el ámbito regional y nacional en donde los representantes y las propuestas de paz de las organizaciones indígenas y populares tengan un carácter protagónico.
Cese al fuego y acuerdo humanitario con mediación y supervisión de organismos internacionales con credibilidad y legitimidad.
Verdad, Justicia y Reparación Integral a las comunidades, familiares y víctimas del conflicto.
Acompañamiento, observación y solidaridad internacional permanentes en el territorio.
Replantear el supuesto proceso de negociación con los paramilitares para evitar la impunidad, garantizar que sea real y transparente y proceder en justicia contra quienes han financiado, promovido y participado en estas actividades desde dentro y fuera del Estado.
Respeto, garantías y recursos para el manejo autónomo y solidario de los recursos, instituciones y servicios públicos y colectivos esenciales para garantizar la vida, el bienestar y la seguridad de la población (salud, educación, justicia, vivienda).
Liberar las corporaciones públicas, en particular a las ambientales, del control clientelista y corrupto al servicio de intereses particulares y ponerlas bajo la orientación democrática y transparente de organizaciones comunitarias con adecuado respaldo técnico.
Suspender inmediatamente las fumigaciones e impulsar erradicación concertada de los cultivos de uso ilícito.
Respeto al derecho fundamental a la consulta previa a los pueblos indígenas con la ley 21/91 y en consecuencia derogatoria inmediata del decreto 1320 de 1998.
2. Frente al Paquetazo de las Contrarreformas Constitucionales
Exigir al Congreso de la República no aprobar las reformas antidemocráticas e impopulares a la Constitución de 1991 y respetar los derechos adquiridos consolidados en esta y respetar la voluntad popular expresada en el rechazo al referendo de Octubre del 2003.
3. Frente a la negociación del Tratado de Libre Comercio y el ALCA
Que se desarrolle un proceso nacional para informar a la ciudadanía sobre este proceso, de manera que puedan conocer y debatir sus implicaciones y riesgos de manera transparente y crítica.
Que la continuación de las negociaciones quede supeditada a que se convoque a la ciudadanía a que exprese su opinión informada sobre la conveniencia o no del TLC a través de un referendo popular sobre el tema con carácter decisorio.
Que la ciudadanía esté debidamente informada y pueda participar de manera directa y con carácter decisorio en estas negociaciones.
Que en ningún caso sean sujeto de negociación temas esenciales para la soberanía nacional y el bienestar y seguridad de los pueblos como el de las patentes a la vida, los alimentos y la soberanía alimentaria, la privatización de instituciones y servicios esenciales entre otros.
Que cualquier tratado que se firme o acuerdo al que se llegue como resultado de un proceso de negociación viciado por la falta de transparencia, de participación democrática o que vaya en detrimento del bienestar de la población y de la naturaleza pierda su validez y lleve a sanciones y reparaciones en justicia de acuerdo con mecanismos expeditos, transparentes y democráticos bajo la supervisión de organizaciones populares con apropiado respaldo técnico.
Las Marchas por La Vida y la Dignidad
El 12 de Septiembre nos concentraremos para iniciar las marcha. Marcharemos unidos por etapas hacia las ciudades en una celebración de la vida y la resistencia. Desde el encuentro inicial y en cada etapa, realizaremos actividades de intercambio y solidaridad entre los pueblos. En esta celebración de la vida, compartiremos nuestras expresiones culturales, nuestras experiencias de vida, nuestro dolor, nuestra inmensa alegría, nuestra vocación de libertad y nuestra propuesta al país y al mundo. Marcharemos y construiremos el sueño en la realidad para que ya no se detenga nunca más. Al terminar la marcha, dejaremos definido de común acuerdo y anunciaremos el proceso que debe seguir para avanzar en la construcción solidaria del Plan de Vida desde y entre los Pueblos. Estamos cansados de esperar y de sufrir. Por fin llega la hora de los pueblos y de la vida. Llamamos a hombres, mujeres, niñas, niños, ancianos y ancianas, organizaciones e instituciones en toda Colombia y en el mundo a que marchen, intercambien y construyan la propuesta en paz, del país y del mundo que debe ser y que se cansó de esperar.
Las Estrategias Actuales del Proyecto de Muerte
En esta nueva época de agresión, el Proyecto de Muerte que nos amenaza viene con el nombre de Globalización y Neo-liberalismo. Se nos impone con las políticas de Seguridad Democrática y Estado Comunitario del Gobierno actual. La Seguridad Democrática nos mete en la guerra para que unos pocos se queden con nuestra riqueza mientras destruyen nuestras culturas. Nos obligan a ser informantes, a meternos en los grupos armados o a ser soldados campesinos. El Estado Comunitario trae leyes que le entregan la naturaleza y los pueblos trabajadores a las multinacionales para que se sigan enriqueciendo con nuestra miseria.
La agresión que enfrentamos es muy poderosa. Es difícil de ver, de entender y de resistir y tiene medios para meterse en todas partes. Nos hemos dado cuenta de que:
A través de la PROPAGANDA nos muestran un mundo falso. Nos entretienen, nos duermen, ocultan verdades, informan mentiras y nos meten en la cabeza que no pasa nada, que el hambre y la muerte y el desempleo y el desplazamiento y la guerra y las masacres y las torturas son necesarias, o son inventos de terroristas o son un problema de otros, de los que algo deben. Solo las víctimas saben, pero la verdad de los inocentes sacrificados no se conoce porque no es noticia lo que no le conviene a los poderosos que son dueños de la maquinaria de propaganda. La propaganda está en los medios de comunicación, los anuncios publicitarios, los discursos y las promesas de los políticos, los programas educativos y en casi todo lo que vemos y escuchamos y hasta lo que comemos y como nos vestimos. La propaganda sirve para que no entendamos, para que nos dé vergüenza ser nosotros y pertenecer a nuestras culturas. Con propaganda nos roban la imaginación y los sueños y perdemos el derecho de pensar por nosotros mismos, de cuestionar y de tener conciencia. Ciegos, ignorantes y entretenidos, nos vamos convirtiendo en consumidores, en esclavos tontos que sueñan con escaparse al circo de fantasías o al paraíso de ilusiones que es privilegio reservado para los que tienen dinero para comprarlo. Y la propaganda funciona. Creemos las mentiras. Elegimos a los que nos explotan, apoyamos la guerra contra nosotros y contra nuestras familias, aceptamos los proyectos con los que nos roban, compramos lo que nos venden y perdemos lo que tenemos por tratar de ser otros.
A través del TERROR, de la REPRESIÓN y de la GUERRA, las fuerzas del Estado y los paramilitares que actúan en complicidad con estas, convierten en criminal al que piensa y protesta, asesinan impunemente a quienes alzan la voz o se organizan o desplazan a los que viven en un territorio en el que hay riquezas que quieren para explotar. Estos grupos armados matan campesinos, indígenas, sindicalistas, estudiantes, hombres, mujeres, niños y niñas inocentes. Pero el terror da resultado. Les sirve. A sangre y fuego se quedan con la riqueza y someten en silencio a la mayoría. Sin embargo la propaganda del Gobierno y de sus aliados dice que la guerra es contra el narcotráfico, contra el terrorismo, por la defensa del orden, la democracia y la justicia social.
Con el tiempo, la insurgencia que surgió como una necesidad legítima de resistencia popular armada, parece haberse confundido. El discurso de defensa a los derechos del pueblo contra los opresores se contradice en la práctica con el irrespeto y la agresión contra los procesos populares en resistencia. Son muchos las comuneros y líderes asesinados y maltratados por estas fuerzas.
El campo de batalla de los adversarios en combate está en los cuerpos de la gente del pueblo
A fuerza de balas y mentiras los guerreros y sus cómplices convencen al mundo que en Colombia la única vía es la fuerza. El capital multinacional acumula ganancias con la guerra y los gobiernos apoyan la militarización y el tráfico de armas. La ciudadanía del mundo manipulada y confundida es indiferente en su gran mayoría o apoya a alguna facción armada sin escuchar los gritos de dolor del pueblo. De nosotros piensan: son terroristas y narcotraficantes. A pesar de esto una minoría solidaria nos escucha y apoya.
A través del denominado ajuste estructural, que incluye las REFORMAS y TRATADOS ECONÓMICOS, POLÍTICOS Y LEGALES y de la corrupción que siempre ha existido, el capital multinacional, sus instituciones y sus representantes, transforman el Estado a través de sus gobernantes, para que no responda a su obligación de proteger a la gente, garantizar nuestros derechos, redistribuir la riqueza y promover la democracia y la libre expresión. El Gobierno vende baratas las instituciones y los servicios públicos a empresas privadas convirtiendo todos estos servicios en negocios rentables y en privilegios para quienes puedan pagarlos. Entrega la riqueza, los recursos naturales y ofrece gente a bajo precio o regalada en el mercado mundial del trabajo para que las multinacionales puedan explotar al pueblo. Como esto causa hambre, desempleo y desesperación, la protesta, el crimen, la violencia social y política crecen y el Gobierno responde con propaganda contra los que llama criminales y con más medidas de guerra y represión. De esta manera el capital multinacional y sus agencias e instituciones, los gobernantes y los ejércitos que sirven sus intereses, son parte de una estructura de crimen global organizado que sirve para acumular poder y riqueza a costa y en contra de los pueblos y de la vida en la tierra. Hoy en día, hace falta hacer conciencia de que o se está con los pueblos en la protección del tejido de autonomías para la vida, o se está con el poder multinacional y en contra de los pueblos y de la vida.
Esta agresión, nos confunde, lo reconocemos y tenemos que salir de la trampa en la que nos hacen caer. Cuando no tenemos propuestas propias terminamos negociando las del otro. Cuando esto pasa, ya no somos nosotros: somos ellos. Nos hemos vuelto una parte del sistema, del crimen global organizado. Corremos detrás de recursos y de las leyes que nos imponen. Cada cual por su lado en las oficinas y frente a los funcionarios. Con el tiempo, la autonomía deja de tener sentido, porque la verdad es que nos van convirtiendo en burócratas y a la gente la acostumbran a mendigar la limosna que da el Gobierno. A fuerza de ponernos a negociar sin tener propuestas propias, el sistema se está apropiando de nuestros procesos y va apropiando de nuestras organizaciones. Vemos que lo mismo les sucede a otros sectores y organizaciones populares por efecto de la propaganda, del terror y de las reformas, no solo en Colombia sino en toda Latino América y el mundo.
Pero también sabemos que no estamos solos frente a la agresión y que no somos los únicos que hemos decidido resistir. Los pueblos están despertando. Bolivia, Venezuela, Ecuador, Brasil, Chiapas y muchos más dan testimonio vivo de esta verdad. Para enfrentar al sistema hay que consolidar una propuesta propia. Solo entonces tendremos la fuerza para negociar. Sin propuesta ni fuerza, solo podemos seguir negociando nuestra destrucción. El Proyecto de Muerte debe ser resistido mientras simultáneamente consolidamos el Plan de Vida de los Pueblos.
Comité ejecutivo
ONIC
Actividades:
El día 13 de septiembre del territorio Nasa (Santader de Quilichao) sale una marcha hacia Cali y el día 16 de septiembre se une con la jornada nacional de protesta contra el gobierno de Uribe Vélez.
En Bogota hay una concentración y el día 16 que se une con la jornada nacional de protesta contra las medidas del gobierno de Álvaro Uribe Vélez.
En la costa norte se realizarán concertaciones y movilizaciones en Riohacha y Barranquilla.
Con alegría informamos que en una gran minga el día de hoy dimos inicio al recorrido de este Congreso Itinerante por Territorio, vida y dignidad.
Desde el día de ayer llegamos delegaciones de comunidades indígenas, organizaciones sociales y campesinas de todo el Departamento del Cauca y de varias regiones del País. Nos congregamos en el Territorio de Convivencia, Diálogo y Negociación de La María y en Santander de Quilichao hermanos y hermanas indígenas Eperara Siapidara de la Costa Pacífica; Nasas de Tierradentro, Caldono, Norte del Cauca, Departamento del Valle, Occidente del Cauca, Departamento del Huila y Reasentamientos; Guambianos del Oriente del Cauca; Yanaconas del Macizo Colombiano; Awa del Sur de Nariño; Emberas de los ríos Verde y Sinú del Departamento de Córdoba;
Embera Chamí del Departamento de Caldas; Coconucos del Centro del Departamento del Cauca; Destechados de la ciudad de Popayán; Campesinos del CIMA en el Macizo Colombiano; Afrocolombianos de la cuenca del río Patía; indígenas Kamsá e Inga del Putumayo.
Somos más de 25.000 personas que hasta el momento nos hemos movilizado para manifestarnos contra el Tratado de Libre Comercio y el ALCA, contra la guerra que afecta nuestras vidas y contra las reformas que día a día el gobierno y el Congreso realizan a la Constitución Política limitando los derechos. Es nuestra reacción contra un gobierno que descalifica la expresión social. Ha manifestado que nuestra marcha es injusta, innecesaria, que no tiene razones para realizarse. Será que no es suficiente la perspectiva de perder nuestros territorios con el TLC y el ALCA? O la cantidad de muertos que hemos puesto los indígenas, afrocolombianos, campesinos y sectores populares en esta guerra de la que no queremos ser parte? No será un motivo suficiente la limitación de nuestros derechos con las reformas que se han hecho a la Constitución Política y que en la práctica han desmantelado lo que en su momento fue un gran acuerdo nacional?
Queremos seguir manifestándonos en contra de este conflicto armado.
Queremos reivindicar nuestra autonomía frente a los actores del mismo.
Estamos en nuestra propia lucha contra los hechos que nos niegan la posibilidad de una vida digna. No creemos en la fuerza de las armas.
Creemos en la fuerza de un pueblo convencido de su proyecto de vida. Un fuerza que nos ha permitido resistir los embates de aquellos que quieren suplantarnos, bien sea a nombre de proyectos alternativos o de la seguridad del Estado. Una fuerza que nos permitió liberar a Arquímedes, nuestro alcalde secuestrado por la guerrilla y que nos permite hoy expresarnos como pocas veces se ha hecho en este país.
La organización del evento no ha presentado mayores dificultades. La guardia indígena controla la entrada y salida de personas. Las diferentes delegaciones llegaron con los productos de sus parcelas. La comisión de salud atiende los pocos casos de enfermedades que se han presentado.
Hacia las 8 y media de la mañana las delegaciones que nos congregamos en La María salimos a encontrarnos con quienes se han concentrado en Santander de Quilichao. Allí haremos un recorrido por la ciudad para luego salir caminando hacia Villa Rica, población afrocolombiana que se encuentra a 40 kilómetros en la vía hacia Cali.
Hay solamente una cosa que nos entristece: nuestro compañero Alcibíades Escué lleva 13 días privado injustamente de su libertad. Pero también por él estamos marchando. Que sepa que no está solo. Que nuestras energías se dirigen a que todos los que como él se encuentran injustamente privados de la libertad por cualquiera de los actores del conflicto sean liberados.
Septiembre 14 de 2004
Consejo Regional Indígena del Cauca - CRIC