dra helena de groot adelanta investigación
sobre la genotixicidad del glifosato
Helena
Groot de Restrepo, del laboratorio de genética humana
de la
Universidad de los Andes, adelanta una investigación para
estudiar la genotoxicidad de la sustancia.
Y el Instituto
Nacional de Salud también acaba de iniciar otro estudio que
apenas está en la fase preliminar y cuyos resultados se conocerán en marzo de
2006.
Según el informe de la OEA, el glifosato tiene baja
toxicidad en otros organismos que no son el objetivo de la fumigación, excepto
en las plantas verdes.
No es cancerígeno ni mutagénico y tampoco es lesivo para la
reproducción, por lo menos de los mamíferos que han sido involucrados en los
experimentos para estudiar sus efectos. Con respecto a los humanos, señala el
informe, “no se le considera nocivo, excepto por la posibilidad de irritación
ocular transitoria y probablemente cutánea”.
Sin embargo, en el ámbito internacional, el glifosato
ha sido asociado con múltiples afecciones y en Colombia, en el
Ministerio Público, existen cientos de quejas de población
afectada por las fumigaciones. Entre los estudios internacionales, se destaca
uno realizado en Minnesota, el cual señala una
posible asociación entre el glifosato y el déficit de
atención e hiperactividad en niños de agricultores que lo aplicaban. En Ontario (Canadá), también se hizo una asociación entre la
presentación de abortos tardíos y el uso del glifosato.
En el mismo sentido, se han hecho reportes de casos de intoxicación
humana en los que se observó neumonitis tóxica después de la exposición y una
serie de intoxicaciones en Taiwán, de las cuales se encontró que el 68% de los
pacientes presentaba lesiones esofágicas, el 72% gástricas y el 16% duodenales.
El informe de la OEA analiza cada uno de esos efectos, y señala:
“Se han publicado en la literatura varios reportes anecdóticos de intoxicación
humana con glifosato y sus formulaciones. En algunos
casos son informes de un
evento único. En uno de tales casos se observó neumonitis
tóxica después de la exposición, pero no se suministró información sobre cómo
pudo haberse presentado la exposición aérea y los resultados no concuerdan con
lo que se conoce sobre la toxicidad por inhalación de la formulación y las
pruebas del producto como se
usa en Colombia”.
La genotoxicidad
El informe concluye que no se ha encontrado que el glifosato
sea genotóxico, mutagénico o cancerígeno. No es teratogénico o tóxico para el desarrollo, excepto con
grandes exposiciones. Sin embargo, recomienda, con base en un análisis
realizado en cinco regiones colombianas, que se adelanten estudios más
pormenorizados para determinar si existe relación con los mayores tiempos para quedar en
embarazo, en mujeres jóvenes sin antecedentes de infertilidad, y el uso del glifosato.
Cada uno de esos tópicos fue objeto de observaciones por parte de los expertos de la Universidad Nacional,
quienes señalan que casi la mitad de las citas que utilizan los autores para
demostrar la inocuidad del glifosato se refieren a investigadores
cuyos trabajos se realizaron al
amparo de Monsanto, la empresa
productora del herbicida. Entre tanto, el estudio que adelanta el equipo de
investigadores, liderado por Helena Groot de
Restrepo, se centra en la
búsqueda de la genotoxicidad de la sustancia, es decir,
su efecto sobre el ADN.
“Tenemos resultados preliminares que señalan que existe algún efecto genotóxico en líneas celulares, pero para estar
completamente seguros necesitamos hacer más ensayos. También encontramos que,
una vez que el ADN se daña, la sustancia no interfiere en los mecanismos de
reparación del ADN. Por lo tanto, finalmente, no habría ningún daño”.
La investigadora enfatiza en que el estudio se adelanta en laboratorio, a partir de microplacas para cultivos celulares y con
una metodología denominada “Ensayo del cometa”, mediante la cual se observa el
ADN dañado migrando y tomando la forma de un cometa.
“La experimentación es invitro. No hemos estudiado la
población expuesta. Además, usamos la sustancia activa pura, mientras que en
las aspersiones va mezclada con otros surfactantes.
Más adelante trabajaríamos con los surfactantes para
ver cómo se comporta el material genético”.
En lo que tiene que ver con las concentraciones de la sustancia, utilizadas
para el estudio, Groot de Restrepo anota que la
situación es distinta a
la del estudio de la toxicidad. “En la genotoxicidad
se establecen rangos de concentraciones de tal manera que las células
sigan viviendo pero que tengan algún efecto, por lo tanto, como mínimo, se
necesita una sobrevivencia del 80% del material. En
cambio, la medición del efecto tóxico se trabaja sobre la célula completa”.
Hasta el momento, cada estudio plantea nuevos interrogantes, lo que hace
suponer que aún falta mucho camino por recorrer para determinar si el glifosato tiene o no efectos sobre la salud humana.
Inicio • Iniciativas • Ponencias • Documentos • Mama Coca • Imprimir