CAPÍTULO 6

PROPUESTA PARA EL USO ALTERNATIVO DE LA ESPECIE CANNABIS SATIVA EN COLOMBIA


Oscar López

 

 

Introducción

¿Qué pasaría si con el objeto de salvar el planeta y frenar el efecto invernadero se prohibieran todos los combustibles fósiles y sus derivados, así como la tala de árboles para la fabricación de papel?. En este caso, sólo quedaría una sola fuente natural renovable anualmente con capacidad para suministrarnos la mayor parte del papel, la tela y los alimentos que consumimos; una única fuente de estas características que así mismo podría adaptarse a las necesidades domésticas, de transporte y de energía industrial que se imponen en nuestro mundo, además de posibilitar, al mismo tiempo, una disminución en los niveles de contaminación, la regeneración del sustrato terrestre y un saneamiento integral de la atmósfera. Un recurso natural que sería, ni más ni menos, que la misma fuente natural universal de todos los tiempos: el cáñamo, "Cannabis" o, en otras palabras: la marihuana.

JACK HERER " El emperador está desnudo."

Este capítulo, como se comentó en la introducción general, esta parte no corresponde a la información ya existente en libros y páginas de Internet sobre la Cannabis sativa, no se trata de describir estructuras o mencionar ciertas técnicas de cultivo. Lo que viene a continuación, aunque minúsculo en su  volumen -si lo comparamos con el resto del escrito- constituye la parte esencial y original del trabajo. Toda la información que se ha recopilado y expuesto anteriormente ha sido con el fin de crear un marco de referencia sobre el cual sustentar esta propuesta. De esta manera, se pretende diseñar un proyecto –del cual este capítulo constituye un esbozo- que permita, bajo el amparo y supervisión del gobierno colombiano (p.265), sembrar cultivos de Cannabis sativa con fines de producción diferentes al psicoactivo, dada las condiciones de legalidad en el momento. Un proyecto cuyo principal objetivo –al menos en este momento– no es la producción a gran escala de materiales extraídos a partir de esta planta con la utilización de maquinaria tecnificada. Tampoco promete constituir una solución económica para el país. Su principal y más crítico objetivo, es demostrar que los cultivos de marihuana pueden ser utilizados en vez de ser erradicados, que se puede obtener un valor agregado diferente al psicoactivo y constituya un paso en el sentido de la solución del conflicto. 

Es posible diseñar este proyecto bajo un esquema integrado que permita la participación de los colombianos, sobre todo de los sectores más afectados y pobres del país (comunidades campesinas, negras e indígenas) que actualmente se encuentran pasando serias dificultades por las circunstancias actuales generadas por el conflicto de las drogas. Por otro lado no se descarta la posibilidad que con el tiempo, la extracción de productos a partir del cáñamo pueda tecnificarse y constituya quizás una fuente de ingresos nacional, todo esto dependerá de cómo se desarrollen las cosas en el futuro.

 

1          La situación de la marihuana en Colombia

De todos es sabido la situación actual de los cultivos de marihuana en nuestro país. En el capítulo quinto dedicado precisamente a este tema queda expuesto claramente que, salvo el consumo privado, la prohibición de la marihuana es total a todo nivel. De acuerdo a las leyes de nuestro gobierno nadie puede sembrar plantas de marihuana, nadie puede poseer semillas en su casa o en algún sitio de almacenaje, nadie puede cultivar Cannabis sativa en extensiones importantes de terreno, ni puede distribuir, vender o comprar marihuana a ninguna persona, portar una cantidad superior a 20 gr. de hierba y mucho menos fumarla en un lugar público. Todo esto esta totalmente prohibido y existen sanciones penales para cada una de las infracciones y centros de salud encargados de la recuperación de los drogodependientes. Sin embargo, tampoco es un secreto para nadie que en Colombia se siembra, se cultiva, se produce, se distribuye, se comercializa y se consume (aún en público y dentro de las universidades) marihuana en casi todo el territorio colombiano. De hecho el efecto de la prohibición sobre esta planta la ha convertido en un producto fuera de lo normal[1].

Debido a que todo el esquema productivo se ha desarrollado al margen de la ley, el precio de la marihuana a nivel local y mucho más en el exterior se ha incrementado a sumas mucho más elevadas que su costo real. Esto ha generado, con el paso del tiempo, que miles de personas se hallan integrado al negocio más fructífero y de por sí arriesgado consistente en satisfacer la demanda de lo que constituye un artículo prohibido, en este caso, la marihuana. Se podría pensar que este negocio se ha desarrollado y crecido con el tiempo por la ineficacia de los organismos de control o por el bajo presupuesto de nuestro país para hacer frente a tan compleja situación. Esto puede ser cierto en parte, este imperio que todos conocemos como narcotráfico (convertido hoy en la multinacional más poderosa gracias a otra de las plantas prohibidas en el país) no es manejado por unos cuantos granjeros o campesinos al margen de la ley, se encuentra bajo el amparo de los diversos grupos armados del país, que han logrado tener una presencia y poder fuera del límite histórico gracias al inmenso capital aportado por el negocio. Capital que ha sido distribuido a todos los sectores de la población, ha alimentado familias de políticos y militares de más alto rango, reflejando una integración del negocio en nuestra sociedad difícil siquiera de imaginar.

Hoy, la estrategia de nuestro gobierno continúa apuntando al mismo objetivo: Reducir progresiva y sistemáticamente las causas y manifestaciones del problema de las drogas en forma articulada a la política de paz. Para llegar a cumplir este objetivo, el gobierno colombiano ha desarrollado cuatro puntos principales de acción que constituyen la base de acción para enfrentar el actual problema de la droga en el país: 1) Desarrollo alternativo, 2) Reducción de la oferta de drogas, 3) Fortalecimiento jurídico e institucional y 4)Reducción de la demanda.

Dejando de lado que tan eficiente, justificada o bien direccionada pueda ser la estrategia de nuestro gobierno, vale hacer particular hincapié en cual es la realidad actual respecto a la cantidad de droga cultivada en el territorio colombiano. La respuesta es que los cultivos de coca nunca han disminuido[2], todo lo contrario, han aumentado progresivamente (similar a una gráfica de productividad de una exitosa empresa) esto gracias a las ricas zonas naturales que tenemos los colombianos y que ofrecen un excelente ambiente para estos monocultivos clandestinos.

Es importante aclarar que, si bien cierto que la productividad de la marihuana en Colombia ha disminuido ostensiblemente comparada con los cultivos actuales de coca, no es precisamente por la eficacia de los organismos de control. En los años setenta la bonanza de la marihuana llegó a niveles muy altos y gran parte del territorio colombiano fue cultivado para satisfacer precisamente la gran demanda de Estados Unidos. Hoy Estados Unidos importa una pequeña cantidad en comparación con esos días de abundancia, esto quizá tenga que ver con el hecho de que el mayor productor mundial de marihuana en la actualidad sea este país del norte.

En conclusión, todo el esfuerzo y el capital invertido durante más de medio siglo en la campaña de la Lucha Contra la Droga[3] tanto por nuestro país como por su principal inversionista del norte, representa, a juicio personal, una serie de pequeñas victorias dentro de una gran derrota.

Actualmente la situación en cuanto a producción de cultivos de Cannabis sativa no representa un conflicto tan grande como en otras épocas cuando su porcentaje de producción era significativo. En los últimos años la producción ha disminuido concentrándose mayormente en el abastecimiento local. El mismo director del programa RUMBOS[4], Augusto Pérez,  mencionó en una entrevista pública que las leyes y el manejo de los cultivos de Cannabis sativa en Colombia podrían cambiar en el futuro, no así los cultivos de coca.

 

2          El problema de ilegalidad del cultivo de Cannabis sativa y el debate de su legalización

Para muchos es conocido el problema principal que surge cuando se habla de cultivar marihuana, simplemente el cultivo de esta planta está prohibido y quien lo haga se arriesga a recibir el peso de la ley estipulada para esta clase de delito, aún más en estos momentos, cuando el cultivo de plantas ilícitas está siendo relacionado directamente con el terrorismo.

Dado que llevamos siglos prohibiendo diferentes sustancias sin ningún éxito y con muchas consecuencias, han surgido diversas posiciones opuestas a la prohibición de la marihuana. Llámese legalización, despenalización, descriminalización o narcóticos por prescripción, las ideas opositoras al régimen prohibitivo de la marihuana apuntan a un ablandamiento de las restricciones para cultivar, producir y consumir esta planta. Sin ahondar en la definición de estos conceptos que aún no son lo suficientemente claros, es entendible que la legalización de la marihuana involucraría aspectos de libre comercio, producción y consumo por parte de los habitantes de su territorio. Hasta que punto se daría esta supuesta legalización es un punto aún de candente debate.

Según nuestros legisladores, la legalización de la marihuana u otras sustancias no es la forma para solucionar el conflicto actual de la droga en Colombia. Se sostiene que la legalización de las drogas traería consecuencias mucho más profundas que la misma prohibición, como el aumento en el consumo, el aumento de conductas criminales, la aprobación legal de una actividad autodestructiva y una vía libre a los grupos armados que se autofinancian de estas sustancias, entre otros argumentos. Entrar a analizar cada una de estas razones sería infructuoso en el sentido que este trabajo no promulga, ni la prohibición, ni la legalización de la marihuana. Simplemente se trata de mostrar aquí la posición de nuestro gobierno respecto a la legislación sobre esta planta. Así queda entendido que pasará algún tiempo para que el debate sobre legalización y prohibición sea trascendido por completo.

 

3          ¿Como afrontar el problema de la marihuana?

Al analizar superficialmente el problema de los cultivos de marihuana en Colombia cualquiera pensaría que nos encontramos en un punto muerto. Por un lado es imposible, dadas las circunstancias actuales, proponer la legalización de la marihuana para llevar a cabo proyectos de producción o investigación a partir de la explotación de esta planta. Por otro lado, resulta igualmente imposible -al menos para el que escribe- desarrollar cultivos clandestinos de marihuana con el mismo fin, teniendo en cuenta las condiciones actuales de prohibición en Colombia.

Sabiendo que la marihuana es una planta de rápido crecimiento, que no amerita mayor inversión y que puede cultivarse en casi todo el territorio, resulta evidente que al quemar los cultivos de Cannabis sativa lo único que se está logrando es invertir grandes cantidades de capital para erradicar una planta que simplemente es imposible de erradicar (lo mismo pasa con la coca y la amapola). Es importante tener en cuenta que aunque el consumo de alcohol (una droga) genera a nivel social innumerables problemas, la mejor solución no es erradicar todos los cultivos de caña de azúcar, además, porque de estos cultivos pueden obtenerse otros productos diferentes al alcohol. Lo mismo pasa con los cultivos de Cannabis, son la fuente de la marihuana (una droga) pero también de muchas otras materias primas (fibra, aceite, semilla...) (p. 207,223).

Como se mencionó anteriormente la erradicación de los cultivos de Cannabis sólo representa una gran inversión de capital (capital que representa una mayor deuda con otros países) a un saco sin fondo como lo ha demostrado la historia. Estos cultivos, a pesar de producir una droga que puede generar problemas derivados de su consumo, pueden también generar materiales potencialmente aprovechables (tanto o más que el azúcar de caña) y de los cuales se puede sacar un valor agregado.

Entonces, ¿cómo afrontar el problema actual de la marihuana en Colombia? Esta es una interrogante que quizás no sea resuelta dentro de algún tiempo, sin embargo, parece haber una forma de dar un primer paso en lo que posiblemente constituya un aporte a la solución del conflicto.

Como se mencionó anteriormente, la investigación e información disponible sobre la Cannabis sativa en aspectos como el cultivo y la producción de materia prima es casi nula en Colombia. Por esto, es necesario desarrollar cultivos experimentales que permitan evaluar y monitorear las condiciones de desarrollo de la plantas y las características de las mismas. A partir de la información obtenida de estos cultivos experimentales se podrá construir una base práctica y realista para el manejo alternativo de los cultivos ilícitos de Cannabis sativa en Colombia.

Es importante anotar que la propuesta diseñada aquí constituye sólo un esbozo de lo que pudiera considerarse como un plan de manejo integral totalmente estructurado. El hecho de no tener la información suficiente para estructurar completamente esta propuesta se explica por las restricciones existentes hoy en torno al cultivo y producción de materias primas a partir de la Cannabis sativa (pág.291). Sin embargo, a pesar de no contar con una metodología detallada sobre cuales son las condiciones de cultivo de esta planta en Colombia, es posible sentar algunas bases generales que permitan ilustrar el objetivo de esta propuesta.

 

4          Una propuesta alternativa al actual manejo de los cultivos de marihuana en Colombia

Teniendo en cuenta la política implementada por nuestro gobierno en lo concerniente a la marihuana y su corto alcance en lo que respecta a la solución del conflicto, es necesario diseñar un manejo alternativo de los cultivos de Cannabis sativa con un objetivo diferente a la erradicación de los mismos.

De esta manera y dadas las condiciones actuales respecto a los cultivos ilícitos de Cannabis sativa, es posible diseñar un modelo integral que permita extraer materia prima del cáñamo, cuyo cultivo signifique una opción ecológicamente viable, que involucre a comunidades de las diferentes etnias y que no represente altos costos de inversión. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que para hacer realidad un proyecto de esta naturaleza, resulta indispensable saber que materia prima puede ser producida exitosamente por las plantas de nuestro territorio. ¿Cómo implementar un proyecto social que involucre el cultivo de Cannabis sativa para la extracción de fibra o producción de semilla, cuando no sabemos las condiciones locales de producción de dicha materia prima en Colombia?,  ¿por donde empezar entonces?. 

 

4.1      Parcela experimental de cultivo de Cannabis sativa

La Cannabis sativa es una planta de la cual se derivan diversidad de materias primas a partir de las cuales pueden obtenedse una gran diversidad de productos. Para explorar el uso potencial de la Cannabis sativa, se hace necesario un cultivo experimental de esta especie que permita evaluar su potencial de uso y las condiciones básicas para el desarrollo y producción de sus materias primas. Dado que en Colombia se cultiva marihuana hace bastante tiempo, puede contarse con un tipo de planta bien adaptada, con periodos de vida definidos y cultivadores de gran experiencia.

Lo que se pretende con una parcela experimental es demostrar el valor agregado que puede obtenerse de los cultivos de Cannabis sativa. Los cultivos serán desarrollados en un clima determinado con miras a la producción de ciertas materias primas. Con el adecuado desarrollo de esta plantas, el monitoreo de las condiciones ambientales y la evaluación de la materia prima obtenida, se podrá estimar cuantitativamente su producción y potencial de uso que puede representar. La parcela experimental entonces constituirá el primer paso a seguir para desarrollar posteriormente un plan de manejo integral para los cultivos de marihuana en Colombia.

 

Etapas de la parcela experimental

Las etapas de la parcela experimental constituirán las fases en las que será dividido el cultivo de Cannabis sativa para la implementación de metodologías y el seguimiento del mismo. Cada fase o etapa constituirá una parte fundamental en la realización de la parcela. Haciendo posible con el avance de la investigación la elaboración de guías  metodológicas a lo largo cada etapa.

 

   Etapa 1º

Reconocimiento local de los cultivos de Cannabis sativa en el territorio

 Antes de escoger el lugar para establecer la parcela experimental de Cannabis sativa es recomendable hacer una evaluación de diferentes cultivos ubicados en el territorio colombiano. Esto permitirá tener una mejor percepción sobre las características de dichos cultivos y la forma de desarrollarlos. Para cumplir con este propósito, se realizará una revisión a diferentes tipos de cultivos en el país (dependiendo de las condiciones de seguridad en las zonas) con el fin de evaluar y determinar que características de las plantas (altura, tallos, flores...) se expresan en mayor proporción de acuerdo a las condiciones climáticas y de suelo donde han sido desarrolladas.

En dicha revisión se recolectarán los datos que permitan cumplir con el objetivo propuesto, conocer a fondo los cultivos de Cannabis sativa en nuestro país. Aquí se expone la información que se tomará de cada cultivo:

Ø       Zona de cultivo: descripción general de la zona y sus condiciones climáticas y de suelo.Materia prima extraída del cultivo: marihuana, fibra, semillas, otros.

Ø       Estado del cultivo: fase de crecimiento del cultivo. 

Ø       Individuos: distancia de cultivo entre plantas, altura, número aproximado por metro cuadrado.

Ø       Características de los individuos: evaluación y medición de tallos, altura promedio, características de sus hojas, y todo aspecto que resulte relevante en este aspecto.

Ø       Estructura(s) más desarrollada(s): para determinar que partes de la planta están mas desarrolladas. Dependiendo del cultivo puede ser el tallo, las flores, las hojas o sus semillas.

Ø       Condiciones generales del cultivo: métodos de sembrado, evaluación de riego, iluminación, abono, plagas, etc., en dicho cultivo.

A partir de esta información se determinara donde y con que fin establecer la(s) parcela(s) experimental(es) para la evaluación del crecimiento, potencial de uso y capacidad de producción de la especie Cannabis sativa.

 

  Etapa 2º

Establecimiento de la parcela experimental

Existen dos tipos de cultivos experimentales de Cannabis sativa para producir diferentes materias primas. Estos tipos de cultivo varían básicamente en las condiciones ambientales bajo los cuales son desarrollados. En climas cálidos, las plantas de Cannabis sativa tienden a desarrollar hojas grandes, baja estatura y mas ramificaciones; mientras que en climas mas fríos las plantas tienden a crecer en altura y a desarrollar tallos mas gruesos y menos ramificados. A partir del primero puede obtenerse principalmente una buena producción de semilla; del segundo puede obtenerse principalmente fibra.

Se debe aclarar que lo anterior corresponde a información obtenida de otros países respecto a sus cultivos de Cannabis sativa (a falta de información publicada en el nuestro).  Aunque el comportamiento de los cultivos en nuestro territorio pueda resultar similar al de otros países, será necesario una evaluación local para tener una información consistente. Las consideraciones de cultivo como terreno, iluminación, abono, riego, distancia de siembra, entre otras, para el establecimiento de la parcela experimental, estarán sujetas a las consideraciones tratadas en el capítulo de cultivo (pág.82) y su modificación en campo o en el transcurso del proyecto, estarán sujetas al conocimiento y experiencia de cultivadores de Cannabis sativa en el país.

Teniendo que cuenta que para este momento del trabajo ya se ha recolectado suficiente información sobre diversos aspectos de cultivo de Cannabis sativa en diferentes puntos del territorio, será posible establecer una metodología adecuada para el establecimiento de la parcela experimental de dicha especie. Si el análisis de los datos colectados en la primera etapa genera la información deseada, se podrá establecer la parcela en un lugar específico donde el cultivo estará enfocado a la producción de una materia prima específica. Por ejemplo, si se logra determinar que en un determinado sitio de Colombia, que tiene unas condiciones climáticas y de suelo ya conocidas, los cultivos de Cannabis sativa producen tallos gruesos y altos, se enfocará entonces el cultivo experimental a la producción y obtención de fibra en condiciones ambientales similares.

Por otro lado, si los datos colectados no arrojan información concluyente, se establecerá el cultivo experimental en una zona determinada del país donde se evaluará la producción de dicho cultivo. Por ejemplo, si no se logra definir en que condiciones ambientales se puede cultivar Cannabis sativa para la producción de fibra o de semilla, será necesario establecer un lugar determinado, evaluar sus condiciones ambientales y establecer un cultivo experimental para observar, en principio, el comportamiento de dicho cultivo. A partir la información obtenida por este método será posible determinar la orientación de producción que tendrá el cultivo en dicha región, esto es, producción de tallos, hojas, semilla, entre otros. Es importante anotar que para escoger el tipo de terreno y clima sobre el cual se desarrollará la parcela experimental, se tendrá en cuenta también la literatura y asesoría disponible de otros países cultivadores Cannabis sativa.

Área de la parcela: El área establecida inicialmente para el cultivo experimental será de 20 m2, esta área podrá ser modificada con base en la evaluación y observación de los cultivos ya existentes en el país de acuerdo con la información obtenida en la primera etapa. Podrán establecerse una o más de una parcela experimental con el fin de obtener la mayor cantidad de información posible para el cultivo de esta planta.

   Etapa 3º

Resultados obtenidos de la parcela experimental

La tercera etapa de la parcela experimental será la publicación y divulgación de la información y los resultados obtenidos a partir de las dos etapas anteriores. A partir de dichos resultados se diseñara la primera parte del manejo alternativo para los cultivos de Cannabis sativa en Colombia, esto si la información obtenida de la investigación lo permite.

 

4.2     El aporte potencial del cultivo de Cannabis sativa en Colombia

El hombre, hace ya mucho tiempo, descubrió la forma de cultivar una planta como la Cannabis sativa. Su cultivo se extendió por todo el mundo y a través de los años su uso se diversificó. Algunos aprovecharon sus propiedades narcóticas, otros se concentraron en la explotación de fibra para infinidad de aplicaciones y la obtención de semilla con fines alimenticios. Hace poco surgió la tecnología necesaria para desarrollar otros productos a partir de esta planta como plásticos, combustible, materiales de construcción y artículos de cosmética, entre otros.

Sin embargo, por razones económicas principalmente, Colombia sólo cultiva Cannabis sativa para obtener marihuana, ese producto embriagante tan conocido en nuestra sociedad. Poco se sabe de sus cualidades como cultivo y como fuente de otras materias primas de gran utilidad; es quizás por esta razón que las políticas implementadas hasta ahora sólo se han enfocado en un objetivo principal, erradicar la planta de nuestro territorio.

Partiendo de dicha hipótesis, se hace necesario exponer los aspectos más relevantes acerca de las cualidades del cultivo de Cannabis sativa y el beneficio potencial que podrían los colombianos obtener de él. Un componente ecológico, uno social y uno económico, reúnen de forma sustancial el aporte que este tipo de cultivo podría generar en un futuro para el país:

 

4.2.1      Componente ecológico

Este es quizá uno de los puntos más fuertes en lo que respecta al cultivo de Cannabis sativa si se le compara con otros cultivos como el café o el algodón en el país. Aspectos como resistencia a plagas, poca necesidad de abono y estructuración del suelo, hacen de este tipo de cultivos una opción no sólo viable sino recomendada para tener en cuenta en otros tipos de cultivo.

 

4.2.1.1           Resistencia a plagas

Los  cultivos de Cannabis sativa son resistentes a la mayoría de plagas que atacan los cultivos. Los países que llevan cultivando cáñamo por algún tiempo han establecido métodos de siembra para estas plantas, eliminando casi por completo el problema de los patógenos en sus cultivos. Algunas hierbas invasivas pueden afectar este tipo de cultivos pero existen procesos sencillos para enfrentar dicho problema.

 

4.2.1.2           Cultivo orgánico

Los cultivos de Cannabis sativa no necesitan el constante aporte adicional abono como otros cultivos, estas plantas creen rápidamente extrayendo gran cantidad de nutrientes del suelo que después retornan al mismo cuando la planta esta en su etapa madura. En Colombia no se acostumbra fertilizar los cultivos de Cannabis sativa por las buenas condiciones del suelo y aunque así lo requiriese, de forma tradicional, algunos cultivadores han acostumbrado fertilizar el suelo con estiércol animal, orina y excrementos humanos mezclados con agua.

 

  Estructurador y recuperador del suelo

La Cannabis sativa actúa como estructurador y regenerador de suelos erosionados. Sus poderosas raíces se extienden en el terreno compactando y aireando el suelo; así mismo, los cultivos de cáñamo pueden ser cultivados y rozados posteriormente para nutrir terrenos con deficiencia de nutrientes. Esto permitiría utilizar este tipo de cultivos para la recuperación suelos donde halla la necesidad de reforestar.

 

  Rotación de cultivos

Dado su rápido crecimiento, los cultivos de Cannabis sativa pueden rotarse con cultivos de subsistencia como el maíz , yuca o papa, entre otros. Los cultivos de Cannabis sativa toman una gran cantidad de nutrientes durante su desarrollo, pero los devuelven al suelo en su última etapa de crecimiento, de esta manera, no generan un desequilibrio significativo para el cultivo posterior. En el capítulo de cultivo (p.109,121) se expresa esta condición: “El cultivo de Cannabis sativa puede desarrollarse en el mismo terreno por varios años consecutivos y en rotación con otras cosechas. El cultivo de cáñamo responde bien en ambas formas, como cultivo anterior o posterior a la mayoría de cultivos.

 

  Conservación de áreas protegidas

Una hectárea de cáñamo puede producir tanto papel como cinco hectáreas sembradas de árboles para el mismo fin. Las implicaciones de esta proporción hacen pensar fácilmente en un programa de conservación de bosques y selvas protegidas, utilizando cultivos de Cannabis sativa como fuente principal de papel. Si este proceso se llegara a implementar en Colombia el impacto ambiental sería significativo a nivel de programas de conservación y recuperación de zonas actualmente explotadas para la obtención de papel.

 

Componente económico

Es importante establecer que debido a que en Colombia no se tienen estudios sobre producción de materias primas a partir de cultivos de Cannabis sativa, tampoco existen estudios que midan un impacto económico concreto a partir de dicha producción. Sin embargo, pueden mencionarse ciertos aspectos económicos que estarían relacionados directamente si se establecieran cultivos de cáñamo con fines productivos o de subsistencia.

 

4.2.2.1           Cultivos de producción y subsistencia

Los cultivos de Cannabis sativa pueden estar orientados a la producción y transformación de materia prima o ser desarrollados como cultivos de subsistencia. La diferencia básica entre estos dos tipos de cultivo se basa principalmente en el capital de inversión. Los cultivos orientados a la producción necesitan inversiones iniciales importantes porque en ellos, la maquinaria resulta indispensable si se quiere ser competitivo. En este sentido el cultivo de cáñamo sería tratado como cualquier cultivo comercial, con estándares de calidad y comercialización del producto a nivel nacional e internacional. Hablando de los cultivos de subsistencia la inversión resulta mínima porque el cultivador no necesita maquinaria, ni químicos para fertilizar o abonar sus cultivos. Este tipo de cultivos estaría orientado a satisfacer necesidades alimentarias (producción de semilla, p.225), principalmente con la posibilidad de ampliar la producción a la venta local.

 

4.2.2.2                        Valor agregado vs. erradicación

La única estrategia del gobierno colombiano hoy respecto a los cultivos de Cannabis sativa está encaminada a la erradicación de los mismos. Para llevar a cabo esta imposible misión el gobierno invierte cierto capital aportado por el Plan Colombia. Este capital debe cubrir todos los gastos derivados de esta actividad como traslado de sus fuerzas, mantenimiento de equipos, combustible, municiones, operativos de inteligencia y vigilancia, y todo lo que pueda generar un costo para hacer posible dicha erradicación. Dado el rápido desarrollo de los cultivos y la tecnología moderna al servicio de éstos, puede decirse que nuestro gobierno invierte todo ese capital en saco roto, ya que mientras erradican un cultivo (muchas veces puesto como señuelo por los mismos cultivadores clandestinos), se desarrollan otros más escondidos en periodos de tiempo muy corto. Es posible sin embargo argumentar que este accionar del gobierno ha tenido resultado porque los cultivos de marihuana en la actualidad son muy pocos comparados con épocas pasadas. Esto en parte es cierto, pero la principal razón no es la efectividad de nuestras fuerzas para erradicarlos, lo que pasa es que nuestro mayor cliente en otras épocas (Estados Unidos) ya no necesita comprarle marihuana a Colombia simplemente porque él se ha convertido en el primer productor mundial de la planta.

Si nuestro gobierno colombiano utilizara los cultivos de marihuana confiscados para obtener de ellos algún valor agregado (textiles, plástico, material de construcción, aceite, etc.) se podría generar un beneficio económico doble, evitar la pérdida constante de capital en rozar y quemar plantas y obtener de este valor agregado cierta utilidad aunque fuese mínima. 

 

4.2.2.3           Cultivos de cáñamo legales vs. ilegales

En  este punto es crítico hacer la distinción que a nivel económico significa tener un cultivo legal comparado con uno clandestino. Esto con la finalidad de dar claridad a quienes vean los cultivos de marihuana legales como una opción económica rentable. Sería injusto decir que sembrar Cannabis sativa en condiciones legales es un gran negocio, tampoco sería justo decir que no vale la pena intentarlo, lo que ahora se puede decir con seguridad es que Colombia sabe muy poco de sus cultivos de marihuana.

Quien cultiva marihuana en estos momentos, es decir, bajo las leyes de prohibición, obtiene una rentabilidad del negocio que puede superar a la rentabilidad obtenida a partir de cualquier cultivo legal que exista en Colombia. Cualquier producto que sea prohibido, en este caso la marihuana, tendrá siempre un valor en el mercado negro mucho mayor que si se vendiera el mismo producto en condiciones legales. Cuando un consumidor de marihuana compra la hierba en el mercado negro se le está cobrando todo el riesgo y capital invertido para que esa mercancía llegue finalmente a sus manos. Estamos hablando de sobornos a organismos de control (fuerzas militares, aduanas, retenes, etc.), vías clandestinas de distribución, infinidad de intermediarios en cada etapa de la comercialización, entre otros. Por esto pensar que un cultivo de marihuana bajo condiciones legales reporte el mismo beneficio que uno clandestino resulta simplemente imposible, por eso se dice que la prohibición históricamente no ha sido una ley sino más bien un negocio.

Se diría entonces que es inútil implementar cultivos de marihuana con aprobación del gobierno cuando los clandestinos reportan miles de veces más utilidades. Pero, ¿a dónde se va ese gran flujo de dinero?, ¿quién se beneficia con la prohibición? No se podría decir específicamente a quienes (porque son muchos), lo que si es seguro es que esos grandes capitales no son destinados ni a la salud, ni a la educación, ni a programas de inversión social para el pueblo colombiano. Los cultivos de marihuana amparados por la ley para la producción de materias primas podrían dar poco o mucho beneficio (eso primero hay que averiguarlo), pero al menos ese poco o gran beneficio que se obtenga puede ser invertido en programas de salud, educación e inversión social de forma similar a como se hace con parte del capital obtenido por la venta de una droga legal como el alcohol.

 

Componente social

Hablar del componente social de una propuesta como la expuesta en este capítulo es hablar de lo que un manejo integral del problema de la marihuana en Colombia podría generar. En este sentido, manejar los cultivos de marihuana en nuestro país con la finalidad de aprovechar su potencial de uso significaría un cambio interesante de observar. Las fuerzas militares no atacarían a los campesinos cultivadores, ni quemarían los cultivos de marihuana, su función en tal situación correspondería a la protección de esos campesinos cultivadores así como la vigilancia para el desarrollo de dichos cultivos. Los cultivos de marihuana se verían en los márgenes de las carreteras principales del país, similar a como se ven los cafetos o los campos de caña de azúcar en la actualidad. De esta manera como no habría necesidad de ocultar dichos cultivos, tampoco lo habría de internarse en bosques y zonas vírgenes de nuestro territorio para cultivarlos. Dado que estamos hablando de un “modelo de manejo integrado” se consideraría la producción y transformación de la materia prima como un proceso en varias etapas donde participarían cultivadores, distribuidores y empresarios participantes del negocio. Hasta este punto es claro que las proyecciones siempre resultan alentadoras y sin mayores consecuencias, a veces, demasiado buenas para ser creídas (véase el Plan Colombia). Sin embargo, las proyecciones deben ser realizadas y someter la propuesta a un debate general que la evalúe a profundidad. Con todo, la propuesta alternativa para el manejo de los cultivos de marihuana en Colombia sólo es una idea cuyo paso concreto se basará en la información obtenida de la parcela experimental implementada.

A pesar de que esta propuesta propone mecanismos de acción que difieren del actual manejo de los cultivos de marihuana en Colombia coincide literalmente con el objetivo social que nuestro país se propuso al principio de su lucha contra las drogas:

“Reducir progresiva y sistemáticamente las causas y manifestaciones del problema de las drogas en forma articulada a la política de paz”.

 

5        Restricciones actuales para el uso de la Cannabis como planta útil.

El cultivo de Cannabis sativa afronta en la actualidad una mayor dificultad de desarrollo que cualquier otro cultivo considerado como legal. Sólo otras dos plantas (coca y amapola) se encuentran en peores condiciones respecto al cultivo de marihuana en Colombia. Desde el comienzo de este trabajo, hasta este punto, se ha tratado de exponer las cualidades del cultivo y uso de la especie Cannabis sativa con fines alternativos al psicoactivo. Se ha expuesto su cualidad como cultivo ecológico y sus innumerables aplicaciones potenciales. Por ahora, toda esa información sólo constituye la versión de otros países y personas que ya han cultivado y experimentado tales aplicaciones en otros lugares.

Como se mencionó anteriormente, un plan de manejo alternativo para los cultivos de Cannabis sativa nunca estará completo sin la información básica que pueda obtenerse de los cultivadores locales y los cultivos en si mismos. Por esto, es importante señalar cuales restricciones aparecen como los factores más limitantes respecto al cultivo y uso de la Cannabis sativa en Colombia como planta útil:

 

5.1     Factor legal

Una de las razones predominantes sobre la imposibilidad de diseñar un plan de manejo alternativo para la Cannabis sativa es su condición legal. Dado que esta planta se encuentra prohibida hace más de medio siglo, la investigación sobre algunos temas relacionados con esta planta ha sido verdaderamente insignificante. Así, Colombia lleva cultivando hace décadas una planta de la que no sabe casi nada. Algunas razones pueden explicar el hecho de que en nuestro país no se hable públicamente sobre algunos aspectos relacionados con la Cannabis. 

 

5.2     La imposibilidad de visitar los cultivos

Siendo el cultivo de Cannabis sativa ilegal, las personas relacionadas con esta práctica se convierten automáticamente en delincuentes, individuos al margen de la ley. Estas personas, gracias al enorme capital aportado por el negocio, han logrado  autoabastecerse del armamento e inteligencia necesarios para hacer frente a la fuerza oficial del país. Actualmente en Colombia existen grupos armados cuya financiación en el pasado la constituyó el cultivo de Cannabis sativa a gran escala y que en el presente ha sido reemplazada por otra planta mucho más rentable para el negocio, la coca. Tanto los cultivos de coca como los de marihuana se encuentran hoy en zonas donde la influencia de estos grupos es mucho mayor a la del Estado. Visitar un cultivo de Cannabis sativa en estos momentos constituye un riesgo que pocos investigadores estarían dispuestos correr.

 Aún sabiendo que existen lugares con muy poca vigilancia (lejos de todos los grupos incluyendo los oficiales) done se cultiva marihuana, existe poca posibilidad de encontrar una persona que gustosa y confiadamente indicara, a quien se lo preguntase, la descripción y ubicación precisa de su cultivo clandestino.   

 

5.3     Restricción de la información

Ya que en nuestro país está restringido el cultivo de esta planta, no existe información (científica) derivada de este tipo de práctica. Aspectos como las condiciones ideales de crecimiento, el área promedio de cultivo, la utilización o no de abonos, la forma de cosecha, los periodos de crecimiento, los posibles patógenos, etc..., permanecen hoy vedados para el público en general, y vigentes en los círculos clandestinos cercanos al cultivo de la planta. Una de las alternativas para superar este inconveniente de desinformación consiste en viajar directamente a los territorios de cultivo y obtener la información de primera mano, esto tendría que realizarse bajo la protección del gobierno.

 

5.4     Sólo se cultiva marihuana

En nuestro país sólo se cultiva Cannabis sativa para obtener marihuana. La información sobre cultivos de cáñamo con fines de producción de fibra o semilla, bajo condiciones específicas en nuestro territorio simplemente no se ha generado todavía. En este sentido, todo el trabajo se encuentra por hacer.

 

5.5     Poca rentabilidad del cultivo legal

Los cultivos de Cannabis sativa que más rentabilidad pueden generar son aquellos clandestinos con fines psicoactivos. El precio de cualquier cosa ilegal (en este caso la marihuana) siempre será mayor que el precio de la misma cosa en condición legal. Por tanto, ningún cultivador estará dispuesto a sembrar, en las condiciones actuales de prohibición, un cultivo de Cannabis sativa para obtener fibra o aceite de las semillas, proceso que en principio exige más inversión e investigación que rentabilidad.     

 

5.6     Factor social

Existe en Colombia un conocimiento acumulado de las últimas generaciones sobre el tema de la Cannabis sativa, a la que todo el mundo se refiere como marihuana. La actual percepción general y oficial es considerar esta planta como un símbolo negativo y potencialmente destructivo por los efectos causados por el abuso de la droga. A nivel social, marihuanero o vicioso constituyen palabras para designar un elemento reprobable de la sociedad, percepción incluso firmemente arraigada en las fuerzas del orden del país. Dos razones pueden exponerse para explicar el porqué no hay una tradición de investigación sobre Cannabis sativa en Colombia:

Apatía respecto al tema: El tema de la marihuana se ha vuelto con los años una especie de tabú, hoy por hoy la guerra contra las drogas (una de ellas la marihuana) se ha intensificado y tras años de lucha y desinformación, el público en general siente que ya sabe lo que debe saberse acerca de la planta. Esto genera una apatía general sobre el tema que de por sí, levanta escamas y genera gran polémica entre los más diversos grupos.

Temor a exponer propuestas alternativas sobre el tema: El temor a opinar respecto al tema de la marihuana es patente en nuestra cultura, sobre todo en las generaciones mayores, los dirigentes y las naciones con presencia política. Caracterizados por ser una sociedad fuertemente moralista, el estigma que representa la marihuana ante la sociedad y la autoridad desalienta a la mayoría que tiene algo que decir al respecto. Así lo demuestra un fragmento extraído de un artículo periodístico de un reconocido periódico:

“En los pasillos de los grandes foros internacionales se habla del estruendoso fracaso de la política de prohibición de las drogas alucinógenas y la alternativa de la legalización como posible antídoto al problema, pero nadie dentro del gran foro, llámese Naciones Unidas, UNESCO, Unión Europea, se atreve a lanzar la propuesta por temor a ser calificado de hereje.”[5]

 

6        Conclusión

Colombia tiene actualmente un problema con ciertas plantas que producen determinadas drogas. Hablando particularmente de la especie Cannabis sativa, esta planta ha sido cultivada por más de cincuenta años y ninguna medida restrictiva establecida, para lo que se ha considerado como un problema de salud nacional, ha resultado efectiva hasta el momento. La ilegalidad de la marihuana ha hecho de esta planta un artículo prohibido, igual como ha sucedido con la prostitución, la bebida, el sexo, el café, la coca, y otras tantas prohibiciones, la represión sólo ha constituido una barrera temporal con efectos adversos a corto y largo plazo. La normatividad respecto a la esta planta cambiará en un futuro próximo, Colombia superará la prohibición generando y utilizando medidas más prácticas y sanas para la sociedad. Esta evolución a nivel legal sólo será posible en la medida que se implementen estrategias de manejo y desarrollo efectivas respecto a los cultivos de Cannabis sativa en nuestro territorio.

Es posible diseñar una estrategia para hacer frente a los cultivos de Cannabis sativa (diferente a la erradicación), que permita generar un valor agregado a partir de la planta y de esta manera obtener de su cultivo algún beneficio. Muchos países han evaluado el potencial económico de los cultivos de Cannabis sativa para diferentes aplicaciones y han dado su probación para la implementación de industrias transformadoras de esta planta. Colombia, por su parte, lleva cultivando marihuana durante tanto tiempo como otros países, la diferencia con éstos es que nuestro país todavía no ha organizado sus conocimientos en forma ordenada y abierta al público en general. Por esta razón, la información respecto a cultivo, producción, condiciones climáticas, potencial de uso, entre otros aspectos relacionados con la planta, permanecen aún en el lenguaje oral de quienes la cultivan, integrantes de círculos clandestinos generalmente inaccesibles.

Antes de dar cualquier paso a nivel de leyes, nuestro país puede evaluar el potencial de uso de esta planta por medio de cultivos experimentales que permitan obtener toda la información dispersa en la población y generar nueva información. De esta manera, se podrá llegar a una primera aproximación de lo que será un diseño integral para el manejo de los cultivos ilícitos de Cannabis sativa en el territorio (y quizá de otros cultivos). Una estrategia que no vaya en contravía de los deseos y objetivos del estado frente al problema de la droga: Reducir progresiva y sistemáticamente las causas y manifestaciones del problema de las drogas en forma articulada a la política de paz.

El objeto de este trabajo ha sido reunir cierta información básica sobre algunos aspectos relacionados con la especie Cannabis sativa y, a partir de esta información, diseñar un primer boceto de lo que pudiese constituir una estrategia alternativa respecto al actual manejo de los cultivos de marihuana en Colombia. Estrategia que estaría basada en la información obtenida de parcelas experimentales de la planta con fines de investigación amparadas y protegidas por el gobierno. Las razones de investigar la Cannabis sativa como potencial planta promisoria son relevantes: beneficio ecológico, baja inversión y producción de materias primas, pueden llegar a constituir herramientas que ayuden a trascender en un futuro el conflicto de la prohibición. La relevancia de esta estrategia radica en que siempre será más útil (para la sociedad y su legislación), obtener información de los cultivos de Cannabis sativa (y de cualquier otro tipo de cultivo) en vez de quemarlos y erradicarlos, objetivo éste, que entre otras cosas, ha demostrado ser inalcanzable.

 


[1] Cuando digo normal me refiero a la situación legal de la que goza cualquier producto en el mercado (marca registrada, información al cliente, normas de seguridad y salubridad, empresas definidas, garantía del producto, etc.)

[2] Aún cuando los esfuerzos por parte de Colombia y la inversión por parte de Estados Unidos han ido en constante aumento. Algunos miles de millones de dólares han sido invertidos en esta histórica causa.

[3] Aunque en el sentido estricto se diría: la Lucha contra algunas Drogas

[4] Programa del gobierno para prevenir el consumo de las drogas ilícitas.

[5] Palacio, José Guillermo. Los temores de la legalización. (Drogas y Narcotráfico). El Colombiano. Medellín, jueves 7 de febrero de 2002, pág. 19a.

 


Inicio IniciativasPonenciasDocumentosMama Coca

©2003 Mama Coca. Favor compartir esta información y ayudarnos a divulgarla citando a Mama Coca.