EL
SIGNIFICADO REAL DE LA "ESTRATEGIA ANTINARCÓTICOS"
Antes que nada los saludo,
siento la necesidad de expresar mi felicidad por la participación en este foro
temático, este es un verdadero espacio de creación que junto con otros se abren
en todo el mundo y que contribuyen de manera importante y significativa a la
construcción de otro mundo posible cada vez más urgente y necesario.
Quiero también expresar mi
agradecimiento a los compañeros que han preparado el foro y que han logrado una
gran acogida, este es un signo tangible de la existencia de otro modo de
concebir las relaciones entre los pueblos y las personas y que representan otro
elemento de esperanza sobre la difícil y fascinante vía del cambio.
Yo vengo de Italia, de Sicilia, sabemos que allí existe una fuerte presencia de la
mafia y yo soy, militante de una asociación que se llama LÍBERA que representa
una parte del movimiento de la antimafia social, a éste se adhieren otras 1300
asociaciones activas en todo el país. Este movimiento se trata de grupos que
operan en pequeños centros o en las grandes ciudades y de la mano con
asociaciones como ARCI, ACLI, LEGAMBIENTE, que se encuentran involucradas con
el Foro Social Mundial así como con la Acción Católica, Los Scouts,
La Cooperación Social, La Asistencia Pública, El movimiento que agrupa las
asociaciones de voluntariado y el CNCA que representa la coordinación de las
comunidades de acogida para los toxicodependientes. A
LÍBERA se unen también la Diócesis de la Iglesia Católica y las Escuelas
Públicas.
Evidentemente es una asociación
plural que vive las diferencias que la componen como valores reales que nutren
de manera cotidiana su iniciativa cultural y política con miras a la afirmación
de la cultura de la legalidad democrática y la justicia social, contra la
mafia, la corrupción y todas las formas de discriminación e injusticia.
Primero expresaré brevemente una
valoración sobre las políticas antidrogas y antinarcóticos para poder ligarlas
a la experiencia de la antimafia social italiana y a algunas experiencias de
sinergia que son de hecho más que necesarias para desarrollar, construir,
afirmar y hacer eficaz a nivel internacional un movimiento de antimafia social
mundial en el movimiento de movimientos.
En lo que respecta a las drogas
y el narcotráfico –hablo obviamente no como experto sino como militante de una
asociación de promoción de social y que busca estar en el contexto cotidiano-
Las problemáticas ligadas a la droga representan ciertamente una gran
complejidad, uno de los aspectos que se manifiesta claramente es el siguiente:
El modelo de oposición llevado a
cabo por algunas naciones encabezadas por los Estados Unidos se ha
caracterizado por el binomio prohibición
– represión, modelo que ha fallado y que ha favorecido ciertamente al
denominado “Circulo virtuoso criminal” lo que genera consiguientemente la
expansión del mercado, la globalización de la oferta y consumo de
estupefacientes.
No obstante, los poderosos
medios empleados y los grandes recursos puestos a disposición, aún hoy el
tráfico de drogas es la actividad más rentable para la mafia. En una sesión
especial de la ONU celebrada en New York hace seis años fue proclamada una verdadera “Guerra a
la droga” se afirmó que el problema debía ser tratado de raíz y que era necesario
destruir aquellas denominadas “Plantas de destrucción masiva” en los llamados
países productores. Los resultados son a los ojos de todos, casos como Colombia
y Afganistán, países en los cuales la economía ligada a la doga ha multiplicado
las tensiones sociales y esto se ha constituido como uno de los argumentos a
favor de una intervención planteada cada vez más fuerte por potencias
extranjeras, encabezadas por los Estados Unidos.
En Colombia las consecuencias
–como tantas veces se ha dicho en este foro- son literalmente devastadoras: la
producción se mantiene en niveles altos, el país está cada vez más
militarizado, los derechos humanos son violados, el ecosistema se encuentra en
peligro, hay un importante aumento de la migración forzada -desplazamiento-
también la pérdida de competitividad de las exportaciones y producción local,
aunadas a la máxima concentración de la riqueza y distorsión de los modelos de
consumo, de la mano del crecimiento de la industria del reciclaje, se suman al
aumento de la violencia, la criminalidad y la corrupción.
En Afganistán, se ha combatido
una guerra contra un pueblo y un régimen
que los Estados Unidos vienen combatiendo, inicialmente con los
soviéticos, luego contra la producción de droga, luego en contra de los talibanes y el fenómeno sigue creciendo y se repite, la
historia se repite. El prohibicionismo de las drogas de hoy se asemeja aquella
prohibición sobre el alcohol de los años veinte – nos recuerda Humberto Santino, sociólogo y uno de los más grandes estudiosos del
fenómeno mafioso- “Los grupos criminales devienen sujetos económico –
financieros de primer orden con todo
aquello que los involucra en un rol socio – político y como interacción,
como identificación con un entorno de poder ; inicialmente se hablaba de narcocracia, hoy de estado – mafia -sin generalizar ni simplificar- el tráfico
de droga ha tenido efectivamente un rol
determinante en los procesos de criminalización de
las instituciones a tal punto que se da la coincidencia entre los grupos, criminales
y sujetos, que detentan el poder”.
Los Estados Unidos son los
máximos responsables de una errónea estrategia y del uso instrumental de la
lucha a la droga; es una verdad histórica que la droga ha sido utilizada como
forma de financiación para acciones
militares contra el peligro comunista
con complicidad entre los
servicios secretos y diversos organismos criminales (en China, Afganistán,
Nicaragua, Laos). Es dramática la situación actual del uso de la lucha contra
la droga para imponer su presencia y su control en territorios de absoluta condición estratégica.
Es necesario resaltar que se ha
demostrado que al menos en treinta conflictos del mundo, la droga ha cumplido
un rol importante. Igualmente se hace
necesario mirar de nuevo la cuestión del narcotráfico en su complejidad, las
drogas nuevas y viejas, naturales o sintéticas
en el ámbito del razonamiento en lo que respecta a las políticas
alternativas, esto en el sentido de modificar profundamente los efectos de la
globalización neoliberal que determina los terrenos y define los contextos que
objetivamente favorecen las actividades criminales que buscan la acumulación
ilegal.
Aquí el papel de la antimafia
social local y el de la antimafia social global se torna decisivo para afrontar
el problema en todas sus facetas y sea puesto ante todo en una dimensión
cultural y política. Es necesario dar
respaldo y valorar aquellas experiencias que están en proceso de afirmación, no
obstante sin contar los ostracismos fruto de posiciones dogmáticas y prejuiciosas,
la propuesta se apoya sobre cuatro acciones desarrolladas en sinergia:
prevención – terapia – represión del tráfico – reducción del daño.
Estas últimas en particular no
están en contradicción con la reducción de la demanda (prevención y rehabilitación), por medio de
estas vías recíprocas e interdependientes estratégicamente, como afirma
Leopoldo Grosso del grupo ABELE de Turín, uno de los
grupos que ha estado desde siempre más empeñado en el proceso de inclusión social de sujetos en
riesgo de marginación por toxicodependencia, afirma
que:
“Si el camino de la rehabilitación es metafóricamente el trayecto del equilibrista sobre la cuerda floja, la reducción del daño es la red que amortigua la caída y permite volverlo a intentar, así a través del tratamiento es posible crear oportunidades concretas de actividad laboral, de habitación y de relación e integración social”
Así como las confrontaciones a
los productores, a condición de que en este caso los cultivadores, acuerden
estrategias basadas en el diálogo con programas realistas y viables que
faciliten una reducción gradual de la producción, en relación a una reducción
gradual de la demanda es necesario utilizar mecanismos realmente
participativos, reconociendo a los cultivadores espacios en los acuerdos
asegurando una presencia de la comunidad internacional, la cual tiene como
tarea probar las posibilidades concretas de un desarrollo alternativo antes de
pedir a las comunidades indígenas de poner en riesgo las frágiles bases de su
economía de subsistencia.
Y así en el caso de desarrollar
estas acciones siempre en la óptica de la reducción del daño haciendo énfasis
en algunas indicaciones provenientes del Instituto Transnacional de Amsterdam
consistentes en el diálogo, el reconocimiento de pequeños propietarios
como un eslabón débil de la cadena del narcotráfico, (sacar a los cultivadores
de la necesidad de producir droga para sobrevivir sin encarcelación o
asesinato). Flexibilización frente al cotejo de los pequeños cultivos en donde
entran en relación los que apoyan la reducción del daño y los que apoyan la
demanda y oferta. Todo esto al interior de las políticas que finalmente
sustraigan a las mafias y a los narcotraficantes el poder de controlar la
distribución y el comercio de los estupefacientes.
No quiero profundizar y no es mi
tarea, pero quiero solo evidenciar la necesidad de un movimiento que unifique
las experiencias de antimafia social para afrontar de manera adecuada y eficaz
una problemática difícil y muy compleja, en el plano cultural, social y
político al interior del análisis crítico a la globalización neoliberal y una
ruta para construir una alternativa de la antimafia social en Italia, de la
cual LÍBERA es expresión y se configura
como un nuevo sujeto político, que experimenta formas concretas de reforma de
la política, antes que nada haciendo que se reintegre con la vida y
reotorgándole la dimensión de efectividad que respecta a la cotidianidad de
cada uno y cada una, de nosotros.
Todo esto con pleno conocimiento
de que nos movemos en un horizonte cultural
y un contexto en el cual el éxito y el beneficio han primado sobre la
justicia, en el cual la utilidad se ha tornado el parámetro casi único con el
cual se mide, sirve y es positivo para la colectividad la competitividad mirada
desde el conjunto de la vida del hombre y sin conducir a la exclusión.
Es en este contexto que las
leyes de la economía y del mercado total ejercen un dominio sobre la sociedad,
poniendo en la esfera mercantil la total experiencia de cada individuo. Se
afirma cada vez más un fundamentalismo economicista
que produce guerras, sea en la forma preventiva, masacrando la identidad individual y colectiva y las dinámicas de
globalización que altera las economías locales no competitivas y favorecen la
acumulación ilegal, la criminalización de la economía
misma, el nacimiento de nuevas mafias o el fortalecimiento de aquellas ya
existentes.
En este contexto, a nivel más
bajo han surgido los pillos, delincuentes, aquellos protagonistas que en un
instante fugaz depredan los patrimonios que pertenecen a todos y que deberíamos
garantizar a las generaciones futuras.
Se trata entonces de una
experimentación en laboratorios abiertos un poco doquiera que hay necesidad, e
individualizar y poner ante una instancia superior a la económica y de mercado,
que pueda finalmente y de manera auténtica
pronunciarse sobre aquello que sea bueno o no para la colectividad y
esta instancia autoorganizada se responsabilice
y esté en capacidad de otorgar peso y
valor a los vínculos éticos que guían a
la economía, la política, la información y que aún dan importancia las personas y a los legados
culturales que se encuentran fuera de las lógicas mercantiles y comprometidos
con la labor de redescubrir la utopía que innova constantemente, que llena de
esperanza el proyecto que tiene como objetivo la construcción de una sociedad
de justicia.
La Antimafia Social, también
promueve lugares y organización de espacios
en los cuales ante todo se pueda cultivar el ejercicio crítico respecto
a la homologación cultural generada por la globalización; espacios donde se
pueda ayudar -como dice Latouche- a
descolonizar nuestro imaginario donde las subjetividades puedan expresarse
plenamente con la diversidad de la cual son portadores y establecer entre sus
irrepetibles originalidades relaciones de reciprocidad y compartir donde se
puedan producir preguntas por lo social, desarrollando el campo de la
participación y simultáneamente activar
el rumbo de la inclusión, donde se pueda vivir la libertad como
autorrealización, autodeterminación y encuentro con otras libertades donde se activen redes que expresen una
comunidad social para elaborar y gestionar
proyectos de desarrollo que sean socialmente y ecológicamente
sostenibles.
La antimafia social es
ciudadanía activa, lidera procesos de gestión social para impedir la
penetración de la cultura y las prácticas mafiosas, clientelismo y corrupción.
Una de las experiencias más importantes
que la antimafia social vive en Italia
consiste en la confiscación de los bienes de los mafiosos y ponerlas a disposición del
uso social. En 1996 se aprobó una ley de iniciativa popular en la cual LÍBERA recogió un millón de firmas de ciudadanos que
aprueba la confiscación de los bienes a la mafia y permite su utilización con
finalidades sociales, de alguna manera la mafia entrega el terreno a la
sociedad quien lo gestiona, a través de asociaciones o cooperativas, que operan
a nivel social.
Otras experiencias
significativas lo son en el ámbito de la “Caravana Antimafia” que en el 2003
reunió 16 regiones en 117 ciudades e involucrando a más de 50.00 personas lo
cual representa un fuerte movimiento de información, sensibilización y
promoción social. Los pactos territoriales para la legalidad construidos a
través de una metodología participativa incluyen todas las decisiones políticas
y los actores sociales comprometidos en definir un estándar cualitativo y de
procedimiento con miras a garantizar la convivencia civil y democrática.
Todas estas son experiencias en
las cuales por razones de tiempo no puedo profundizar aunque me encantaría
hacerlo en la medida en que avance el debate.
Para concluir pretendo mostrar la necesidad de dar vida si se quiere a partir de este foro a un movimiento global de la antimafia social, expresión libre de todas las realidades comprometidas en este ámbito para contribuir al camino de liberación en la igualdad y la justicia de las cuales es protagonista el movimiento de movimientos en todo el mundo, un camino que simboliza aquello que Don Ciotti presidente y fundador de LÍBERA ha denominado:“el significado original de un grupo de personas que atraviesan juntos lugares o desiertos peligrosos y donde levantarse juntos hace parte también del camino. Lo que cuenta no es llegar primero a la meta, es llegar juntos con el justo ritmo que la sabiduría impone, es la única velocidad posible”.
[1] ALFIO
FOTI. Vicepresidente de LÍBERA, Consorcio de la Sociedad Civil Italiana de
Lucha contra las Mafias - Italia
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Mama Coca
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citando a Mama Coca.