GEOPOLÍTICA DE DROGAS EN AFGANISTÁN


Alain Labrousse

 

 

A raíz de los atentados del 11 de septiembre, los Estados Unidos y el resto del mundo descubrieron, por segunda vez en poco menos de 15 años, que Afganistán era el primer productor mundial de opiáceos. Mientras que durante toda la guerra contra los comunistas los cultivos ilícitos no habían dejado de desarrollarse en las zonas controladas por los Moujaidines, faltó que los soviéticos se prepararan para retirarse de Afganistán para que el embajador de los Estados Unidos en Pakistán, Robert B. Oakley, se "percatara" en marzo de 1988, que los resistentes afganos estaban vinculados a la producción de opio y al tráfico de heroína y solicitara a los representantes del gobierno interino instalado en Peshawar que se redujesen los cultivos de adormidera en los territorios bajo su control. En el momento de la intervención de sus tropas en Afganistán, Tony Blair no dudó en culpar exclusivamente a los talibanes por el lugar asumido por Afganistán en la producción de opiáceos. La prensa internacional sacó la conclusión de que la droga jugaba un papel esencial en la financiación de las redes terroristas de Ben Laden. La realidad es ciertamente mucho más compleja.

Si bien la guerra es responsable del crecimiento considerable de la producción entre 1979 y 1992, veremos que no es en el sentido en el que comúnmente lo entendemos (la necesidad para los Mujaidines de comprar armas). Esto no llega a ser sino parcialmente cierto a partir de 1991 (la caída del régimen comunista), después de que los estadounidenses y los rusos dejaran de armar y equipar a sus respectivos protegidos. Los talibanes no hicieron más que heredar esta situación a partir de 1994-1996 para luego encargarse de administrarla para sacarle provecho. Las razones por las cuales el molah Omar prohibió (exitosamente) la siembra de adormidera para el opio en el año 2000 son objeto de conjeturas sobre las cuales me extenderé posteriormente. Comparativamente, las razones para el recrudecimiento de las producciones a gran escala en el 2002 y el 2003 son claras: miseria de los campesinos quienes no acceden a la ayuda internacional; la incapacidad del gobierno central impuesto por los Estados Unidos para controlar el país; y la instrumentalización por los Estados Unidos de los jefes de guerra comprometidos en el tráfico a fin de luchar contra los focos talibanes. Afganistán es un teatro emblemático de la geopolítica de las drogas adonde se encuentran todas las problemáticas presentes en otros terrenos, en particular en Colombia.

 

Más de 700 años de historia

Los talibanes no han hecho más que, al igual que sus predecesores los "combatientes de la libertad", heredar el fruto de la guerra que socava al país desde 1979. Hasta ese entonces, el cultivo de la amapola y el uso de opio, conocidos desde hace más de 700 años en Afganistán, no implicaba  mayores problemas para los habitantes y sus vecinos. La leyenda cuenta que fue Alejandro el Grande quien, cruzando la región (327-325 A.C.) a la cabeza de sus ejércitos, hizo conocer el opio a las poblaciones de la región. Sin embargo la cultura de la adormidera no comenzó en el subcontinente indio sino muchos años después. Al final del siglo XIII, Marco Polo observó plantíos de amapola al norte de Afganistán en la provincia de Badakhshan; provincia que sigue siendo hoy en día una zona significativa de cultivos ilícitos. Mientras que el opio se consumía bajo la forma de una de decocción en la cual se hacían hervir las fibras de la cápsula, son los conquistadores mongoles los que enseñaran a las poblaciones locales a perforar la cápsula para recoger la goma y comérsela. Los mongoles que reinaron en la India entre 1527 y 1707 constituyeron el cultivo de la adormidera y la comercialización del opio en un monopolio de Estado. Sin embargo la costumbre de fumar el opio, inventaba por los portugueses, no se divulga sino a finales del siglo XVIII y a comienzos del siglo XIX cuando el monopolio de esta droga pasa a manos de los británicos. La india y Pakistán heredaron este monopolio en el momento de su independencia.

Durante los años 1920  y1930, los representantes del gobierno afgani, un país soberano, ya tomaban parte en las reuniones del “Comité central permanente del opio” de la Sociedad de Naciones. Durante la segunda conferencia del opio, en 1924, los representantes de Afganistán declararon que la adormidera era cultivada en las provincias de Herat, Badarkhshan y Djelalabad y que el Estado había renunciado a su monopolio sobre el comercio del opio. La Oficina de Aduanas afgana recaudaba un derecho del 5% sobre la producción del opio, ya para ese entonces "privatizado". En 1932, se cultivaban 40 hectáreas de adormidera que producían 75 toneladas de opio (para un cálculo de 6000 toneladas en China para la misma época). El cultivo de la adormidera fue prohibido en dos ocasiones, en 1945 y 1957, lo que no impidió la continuación de las exportaciones clandestinas con destino a la India. Afganistán, alegando su falta de medios para enfrentar este " grave problema" solicita, en vano según parece, la ayuda de la comunidad internacional para erradicar sus cultivos.

 

Traducción Mama Coca
MM Moreno

 


Inicio IniciativasPonenciasDocumentosMama Coca

©2003 Mama Coca. Favor compartir esta información y ayudarnos a divulgarla citando a Mama Coca.