Conversaciones de Paz:
Cultivos ilícitos, narcotráfico y agenda de paz
Ed. Indepaz – Mandato Ciudadano por la paz, junio de 2000

EL ELN FRENTE AL NARCOTRÁFICO*

Evolución del problema del narcotráfico

1. En los últimos años hemos avanzado en conocer el narcotráfico como factor estratégico de poder, incrustado en el conflicto interno que vivimos en Colombia. Hoy sabemos que es un fenómeno que atraviesa a todas las instituciones del Estado y de la sociedad.

Varias de las familias de más alto abolengo, se han visto involucradas en el narcotráfico, lo cual es lógico por que la ambición de riqueza es el motor de la oligarquía.

Su pretensión de tener o incidir a todos los hilos del poder en el país, busca garantizar condiciones para el desarrollo del "negocio" y para legalizar ante los viejos o nuevos poderes, la gran riqueza que extraen de este tráfico ilegal.

Otra vía usada para sacar adelante el "negocio" y para preservar sus ganancias, es la guerra la cual también tiene expresiones importantes en este periodo.

La inserción del narcotráfico en el conflicto interno, está afectado por la evolución que ha tenido el negocio de las drogas a nivel mundial, la cual se caracteriza, tanto por la disputa de los mercados nuevos de Europa y Japón, como por la extensión del consumo de los derivados de la Amapola; situación que marca un incremento que valoriza la heroína, hasta tener un precio por kilo que es diez veces más que el de un kilo de cocaína. Mientras en Nueva York vale 20 mil dólares un kilo de cocaína, uno de heroína vale 200 mil dólares.

Esto explica la proliferación en Colombia, de los cultivos de Amapola y la caída de los de la coca, y se puede entender por qué los carteles ligados a la amapola, comienzan a ser los más poderosos y los más duros para la defensa de sus ganancias.

Otro elemento nuevo es la reactivación del negocio de la marihuana, a raíz del surgimiento de una nueva sustancia narcótica derivada de ella.

2. Es notoria la subordinación de los partidos oligárquicos ante el capital narco, expresado en: financiación de campañas electorales de los grandes caciques nacionales y los gamonales regionales, compra de la mayoría de los constituyentes para hacer posible leyes como la de no extradición.

Sigue campante la corrupción de la rama judicial y ahora se hacen evidentes, los nexos entre la fiscalía y los narcos y miembros de la procuraduría que trabajan a su servicio.

Surgen nuevos carteles como el de la Costa, Bogotá, Viejo Caldas, etc., pues las posibilidades del negocio ilícito, se multiplican y por tanto sus posibilidades. Desde esta óptica, ubicar como punto de referencia la victoria de este gobierno contra el narcotráfico en los hermanos Rodríguez Orejuela, es un sofisma de distracción, pues el narcotráfico se multiplica. Somos claro en manifestar que el problema del narcotráfico no depende de dos hombres.

Consideramos que dada la crisis económica a que se ve abocada Colombia por la política aperturista y la mayor rentabilidad del cultivo de plantas alucinógenas, es un fenómeno que tiende a expandirse por todos los rincones del país. El mismo modelo neoliberal capitalista condena a la ruina a miles de productores agrícolas, pequeños, medianos y jornaleros, a los cuales les va quedando como alternativa de sobrevivencia el cultivo de los productos más rentables: la hoja de coca, la amapola y la marihuana. De otra manera no puede sobrevivir.

El fenómeno del narcotráfico cobra nuevos rumbos, se viven realinderamientos a su interior y mucha proyección global va adquiriendo el narcotráfico en Colombia. Asi mismo, es cada vez mayor el entronque con los poderes del Estado y la supeditación de los partidos políticos tradicionales al capital narco.

El ELN frente al narcotráfico:

1. Seguimos asumiendo una política de deslinde general frente al narcotráfico en todas las fases del proceso y caracterizamos como burguesía narcotraficante al sector de empresarios en su conjunto.
2. Asumimos posiciones particulares frente a cada grupo o cartel del narcotráfico, de acuerdo también a las posiciones que esos mismos asuman frente a nosotros, al movimiento popular y su comportamiento en la guerra sucia.
3. Debemos buscar un camino soberano de resolver el problema en Colombia, diferenciado del intervencionismo de la política antidrogas de EE.UU.
4. Propendemos por un marco global a nivel internacional que permita crear instrumentos internacionales para superar este problema, en una estrategia que considere la situación diferenciada de productores agrícolas, en relación a quienes la procesan, la comercializan, los agentes financieros, consumidores y lavanderías.
5. Estamos contra la extradición.
6. Se deben favorecer políticas de sustitución de cultivos, restricción del comercio de narcóticos, rehabilitación de drogadictos y educación sobre los daños que acarrea el consumo de drogas.
7. Buscamos que se desarrolle una posición común en el movimiento revolucionario colombiano, en términos de diferenciarse categóricamente con el narcotráfico.

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